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Frank Page, en NOBTS, habla de la epidemia del suicido

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NEW ORLEANS (BP) — “Nunca antes he predicado sobre este tema en un seminario,” dijo Frank Page. He hablado en iglesias algunas pocas veces, pero no con frecuencia.

“Hace cinco años y dos meses, mi hija dejó atrás a su familia cuando se suicidó. Ese sentimiento “dejó atrás” nos afecta hasta este día,” dijo Page, presidente y director ejecutivo del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur, en su mensaje de capilla del Seminario Teológico Bautista New Orleans el 27 de enero.

Él describió cómo, a finales de 2009, recibió una llamada de Melissa, su hija mayor.

“La semanas anteriores a eso habían sido tumultuosas,” dijo Page. “Pero créanme, mi antena se elevó cuando ella dijo: ‘Papi, te amo.’ Yo le dije: Mi niña, te amo.’ Ella dijo: ‘Papi, dile a mamá y a las chicas que a ellas también las amo.’ Le dije: ‘Amor, no voy a hacer eso. Tú se lo dices.’ ‘Papi, no puedo. Te amo, papi.’ Clic.”

Page dijo que inmediatamente comenzó a llamar y a enviarle textos a Melissa, sin respuesta. Unos pocos minutos después, recibió una llamada de una miembro de su iglesia que era vecina de Melissa. “Pastor, hay una ambulancia. Por favor ¿qué pasa en la casa de Melissa?” preguntó.

Page se precipitó a la casa de su hija solamente para encontrarse con un oficial de policía que le dijo que Melissa estaba en el hospital. Entonces él corrió hacia el hospital, donde un médico y miembro de su iglesia se reunió con él y dijo, simplemente: “Ay pastor, lo siento mucho.”

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“¿Qué hice yo? ¿Qué haces cuando escuchas algo así? Tu hija mayor se ha suicidado. No sabía qué hacer, así que hice lo que sabía hacer. Eso fue citar la Escritura,” dijo Page. “Dios no necesitaba que yo le citara la Escritura, pero yo necesitaba oír esa palabra del Señor.”

Así que Page cayó de rodillas en un solitario cuarto de hospital y citó Job 1:21, “El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!” El segundo pasaje que llegó a la mente fue Juan 14:1-3: “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.”

El mensaje de Page de Juan 14:1-3, enmarcado por la historia de la muerte de su hija, fue poderoso y oportuno, dado los problemas de la depresión, las enfermedades mentales y los suicidios en EE.UU. hoy en día.

“En todas las etnias, razas, grupos étnicos, niveles socio económicos, es epidémico,” dijo Page. “En algunas partes de nuestro país más que en otras. Particularmente entre los jóvenes. De hecho, ha dado un salto inmenso en los años recién pasados entre las mujeres jóvenes de 18 a 29 años.”

De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades, en 2012 (el último registro disponible) el índice de suicidios en EE.UU. fue de 12.6 muertes por 100.000 estadounidenses. Ese es el más alto índice de suicidios en 25 años. En 2012, el suicidio estuvo entre las primeras 10 causas de muerte entre los estadounidenses. De acuerdo a Voces de Educación en la Concientización del Suicidio (SAVE por sus siglas en inglés), el 15 por ciento de las personas clínicamente deprimidas mueren por suicidio. Noventa por ciento de los que mueren por suicidio tienen una enfermedad mental existente o un problema de abuso de sustancias en el momento de la muerte. También de acuerdo a SAVE, uno de cada 65.000 niños en edades de 10 a 14 muere cada año por suicidio.

Paz

A la luz de la epidemia de suicidios en EE.UU, Page presentó cuatro palabras del pasaje de Juan 14. Primero señaló una “palabra de paz.”

“Jesús dijo en el poderoso pasaje de Juan: ‘No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí,'” dijo Page. “Él sabía que tendríamos problemas. …No es un asunto de si… Es un asunto de cuándo.”

Page también señaló Juan 16:33: “En este mundo afrontarán aflicciones.”

“Algunos de ustedes tienen profundas cicatrices por dificultades que los han asediado, aun a su joven edad,” le dijo Page a la audiencia del seminario. “Todos tenemos problemas en la vida, pero nuestro Señor expresa una palabra de paz. ‘Quiero ayudarlos a través de eso. Ustedes necesitan confiar en Dios y confiar en mí.’ En eso, ustedes encontrarán solaz. En eso, encontrarán una ayuda que no pueden encontrar en ninguna otra parte.”

Page dijo que los ministros y los creyentes en general deben estar listos para confrontar y refutar la mala teología que declara que el suicidio es un pecado imperdonable.

“Enseñe la palabra que dice que si la salvación es verdad es por siempre,” dijo.

También desafió a los pastores a deliberadamente enseñar a los creyentes a ministrar efectivamente a aquellos que pasan tiempos difíciles, a ser cuidadoso de lo que dicen, y a evitar “superficialidades trilladas” que con frecuencia no son verdaderas y muchas veces inapropiadas. Una superficialidad común y dañina es “Solo necesitas superarlo.”

“Nunca digan eso,” dijo Page. “Si ellos pudieran superarlo, lo superarían.”

También dijo que es importante practicar y enseñar el ministerio del consuelo.

“La Biblia dice que hemos de proveer el consuelo que nosotros recibimos. Es nuestro trabajo dar la palabra de paz y el consuelo que tan desesperadamente la gente desea tener,” dijo.

Preparación

Segundo, Page señaló una palabra de preparación en Juan 14:2.

“‘Voy a prepararles un lugar,'” enfatizó Page. “Mis amigos, aquellos que lo conocen tienen un lugar en el cielo, y yo sé que mi hijita está en el cielo ahora.”

Promesa

También hay una palabra de promesa encontrada en Juan 14:3: “Y si me voy…vendré.”

Desafortunadamente, dijo Page, la segunda venida de Cristo es a menudo un asunto de teología pasado por alto.

“Solamente ha sido dejado en el empolvado estante de la teología,” dijo. “La historia no es cíclica. Es linear. Va a alguna parte. Se encamina a una colisión con la eternidad, y necesitamos predicar sobre eso.”

Presencia

Finalmente, Page hizo énfasis en una palabra de presencia al final del versículo 3: “Así ustedes estarán donde yo esté.” También señaló el llamado del Salmo 46:10: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.” Las personas con depresión y que consideran el suicidio además de aquellos dejados atrás después del suicidio necesitan desesperadamente experimentar esa presencia, dijo Page.

“Ellos necesitan saber que hay un Dios que los amará y los cuidará. Hay un Dios que estará ahí para ellos en los buenos tiempos y en los malos” dijo. “El suicidio es una horrible experiencia, pero sucede. Los matrimonios fallan. Los casos de divorcio entre aquellos que han experimentado un suicidio en la familia inmediata dramáticamente incrementa. Los mismos suicidios dramáticamente incrementan entre los sobrevivientes de un suicidio en la familia. Hay consecuencias persistentes en cualquier clase de tragedia, pero particularmente en el suicidio.

“La gente necesita saber que el único lugar en el que ustedes encontrarán esperanza es en el Señor; él estará con ustedes,” dijo Page.

Page hizo la crónica de la historia de su hija, Melissa, y el peregrinaje de su familia desde su muerte en el libro: “Melissa: A Father’s Lessons from a Daughter’s Suicide” (Melissa: Lecciones de un padre del suicidio de una hija).”