JOHANESBURGO, Sudáfrica (BP)-—Algunos cristianos cuentan relatos milagrosos de cómo llegaron a conocer a Cristo. Algunos estaban en los momentos más profundos y oscuros que uno podría imaginarse y allí se dieron cuenta de que no había nada a quien pedir ayuda más que a un Poder Mayor.
Clarence Goodson, defensa del equipo de futbol de los EE UU en la Copa del Mundo, no tiene una historia como la anterior.
Criado en Alexandria, Va., en una familia muy unida y con fuertes valores cristianos, Goodson reconoció a una edad muy temprana la diferencia entre el bien y el mal y era activo en su iglesia local. Sus padres fueron una fuerte influencia en su vida y le proveyeron unos fundamentos cristianos para construir su relación con Cristo.
Sin embargo, Goodson recuerda uno de los peores momentos de su vida. Siempre soñó con ser un jugador profesional de futbol, y probó el Programa de Desarrollo Olímpico pero lo dieron de baja en el equipo del distrito, el más bajo nivel en la liga. Desilusionado ya que los sueños de toda vida nunca podrían hacerse realidad, Goodson sabía que aunque estaba descorazonado y desilusionado en ese momento, Dios era fiel.
“Yo creo que Dios premia la fidelidad,” dijo Goodson. “Si somos obedientes y seguimos a Cristo con toda nuestra mente, cuerpo y alma, recibiremos los deseos de nuestro corazón. Eso no quiere decir que vas a obtener lo que quieras, pero si es la voluntad de Dios para tu vida, vas a recibir gozo en abundancia. Estoy muy orgulloso de poder decir esto hoy, a pesar del duro trabajo y de poner mi fe en Jesucristo, soy la única persona que llegó al Equipo Nacional Varonil de EE UU de entre todos aquellos en las pruebas del PDO. A veces pensamos que las cosas ya no pueden empeorar más, pero Cristo tiene planes más grandes preparados para cada uno de nosotros.”
Desde fuera, muchos fanáticos de los deportes idolatran el estilo de vida de los atletas profesionales, convencidos que viven con lujos, cocheras para seis autos, televisiones del tamaño de una pantalla de cine, y cenas suntuosas cada noche, sin pasar penas –financieras o de cualquier otro tipo. Ese no es siempre el caso de los atletas cristianos, dijo Goodson.
“Como atleta, hay muchas tentaciones que una persona normal, cotidiana puede no experimentar,” dijo. “La gente quiere darte cosas o pedirte cosas con las que los cristianos no deberían tener contacto. Como cristianos, tenemos que saber lo que es bueno y malo y reconocer que estamos en una posición como atletas profesionales para llevar a otros a Cristo, ya que tenemos esta plataforma.”
Goodson se casó con Kelsey en enero del 2009 y dice que ahora ella es la mayor influencia en su vida. Además de su esposa, dice que hay otras personas que lo impactan en su vida espiritual y profesional, como su padre; Cliff Shaw, el capitán del equipo FC Dallas en la LMS; y su entrenador de futbol juvenil, Gene Mishalow.
“Son los mayores modelos a seguir en mi vida, y no tomo decisiones grandes sin primero consultarles porque sé que siempre me van a dirigir en la dirección correcta,” dijo Goodson.
Actualmente el defensa del equipo IK Start de Noruega, Goodson dice que al inicio sufría en un país espiritualmente sediento. Al estar rodeado siempre de fuerte influencias espirituales, la falta de espiritualidad en Noruega fue un shock temporal para Goodson, pero rápidamente reconoció la oportunidad que se le presentaba, como intenta hacerlo en cada situación en que se encuentra.
“Noruega no tiene la cantidad de cristianos que mis equipos tenían en EE UU. Aunque sí tenemos algunos buenos cristianos aquí, que aman a Jesucristo,” dijo Goodson. “Nos alentamos en uno al otro cuando estamos desanimados o pasando por dificultades. Todos necesitamos la convivencia con otros creyentes en nuestras vidas. Ahora es fácil obtener sermones y música en el Internet, pero no te da la misma interacción cristiana que necesitamos tan desesperadamente.”
Desde que llegó a Noruega en el 2008, el equipo IK Start ha contratado a otros jugadores cristianos con quien se ha conectado Goodson, y también su esposa provee un cimiento espiritual fuerte para él. Cuando regresa a casa a los EE UU, asiste a la Primera Iglesia Bautista en Springfield, Va.
El haber crecido en una familia cristiana lo ha moldeado para ser el hombre fuerte quien es hoy en día, y él le da todo el crédito a su familia por ello, sabiendo que sin ellos no podría ser quien es hoy o estar en donde está hoy, no sólo en el nivel profesional, si no en uno más importante, en el nivel espiritual.
“Las madres y los padres son extremadamente importantes en el crecimiento de un niño,” dijo. “Ellos establecen el estándar para todo en la vida de sus hijos, y ellos son lo que les enseñan a distinguir lo correcto de lo incorrecto, el bien y el mal, y cómo ser un cristiano fiel.”
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Caley King Newberry escribe desde Henderson, Tenn.
