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Greear: El informe de los abusos católicos requiere ‘medidas enérgicas’


HARRISBURG, Pa. (BP) — Un informe del gran jurado de Pennsylvania que alega niveles sin precedente de abuso sexual y encubrimiento por parte de clérigos católicos ha atraído la atención de los bautistas del sur.

El presidente de la Convención Bautista del Sur (SBC), J.D. Greear dijo que los bautistas del sur deben responder al informe tomando todos los pasos necesarios para erradicar el abuso sexual “de dentro de nuestra comunidad.” Comentaristas de dos seminarios de la SBC señalaron ambos las singulares maneras en las que la doctrina católica romana puede haber contribuido a las alegadas ofensas y la manera en la que los protestantes evangélicos de la misma manera se han avergonzado a sí mismos a través de la conducta sexual inapropiada.

El informe de 900 páginas del gran jurado, divulgado el 14 de agosto, mencionó a más de 300 miembros del clérigo católico en Pennsylvania — aunque algunos nombres han sido eliminados — quienes presuntamente abusaron a más de 1,000 víctimas durante siete décadas, comenzando en los 1940s. Las víctimas, “la mayoría de las cuales eran chicos,” fueron “ignorados, en cada parte del estado, por los líderes de la iglesia que prefirieron proteger a los abusadores y a su institución, sobre todo,” indicó el informe.

En una nota positiva, “mucho ha cambiado durante los últimos quince años” en la Iglesia Católica, de acuerdo con el informe, incluyendo un mejor reporte a las autoridades por parte de los oficiales de la iglesia y del establecimiento de “procesos internos de revisión.”

Sin embargo, “el abuso de niños en la iglesia todavía no ha desaparecido,” de acuerdo con el informe. El gran jurado había acusado a dos sacerdotes antes de su investigación sobre el abuso sexual.

Muchos de los sacerdotes acusados están muertos o los presuntos crímenes están más allá de las limitaciones de estatuto del estado para el levantamiento de cargos, informó el Philadelphia Inquirer.

Algunos clérigos acusados disputaron las alegaciones del informe, y sus respuestas fueron incluidas en el informe. El vocero de uno de los cardenales acusados le dijo al Inquirer que la investigación del gran jurado involucraba un “proceso defectuoso” dirigido “firmemente hacia un resultado predeterminado.”

Greear, quien anunció en julio que formaría un grupo de estudio para la prevención del abuso sexual, le dijo a Baptist Pres: “Nos aflige este informe del gran jurado. La seguridad y la sanidad de las víctimas está por encima de todo.

“También reconozco que este no es un problema aislado. Debemos preguntarnos a nosotros mismos cuáles medidas enérgicas se necesita tomar para la erradicación de este horrífico pecado de dentro de nuestra comunidad. Durante las últimas semanas, he oído de muchos defensores, víctimas, consejeros, líderes de denominación y expertos legales y anhelo presentar nuevos pasos que nosotros como bautistas del sur podamos dar juntos,” dijo Greear, pastor de The Summit Church en Raleigh-Durham, N.C.

R. Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista Southern, dijo que las alegaciones del gran jurado son “absoluta e indiscutiblemente horripilantes.” El alegado encubrimiento de largo tiempo del abuso puede haber sido facilitado por la doctrina y práctica católicas, dijo.

“Una de las razones por las que la jerarquía católica romana en Pennsylvania, como en cualquier otro lugar, pudo por tanto tiempo cubrir esas alegaciones y casos documentados de abuso es porque, después de todo, la Iglesia Católica Romana está establecida sobre una jerarquía,” dijo Mohler hoy (15 de agosto) en su publicación vía iPod The Briefing. “Las explicaciones del escándalo y su persistencia deben por lo menos lidiar con ciertas cuestiones de la teología católica romana, la existencia y autoridad de lo que se denomina derecho canónico, la cultura de la vida seminarista y sacerdotal y más aún, todo el sistema sacramental y la autoridad magisterial afirmados por la Iglesia Católica Romana.”

Sin embargo, la reciente “humillación a los protestantes evangélicos” causada por el abuso sexual y la conducta inapropiada también debe ser abordada, dijo Mohler. Él señaló específicamente la conmoción en la Iglesia Willow Creek Community en la suburbana Chicago, donde toda la junta de ancianos, la pastora líder Heather Larson y el pastor líder de enseñanza Steve Carter renunciaron este mes después de confesar que dirigentes de la influyente mega iglesia manejaron mal las alegaciones de conducta inapropiada del pastor fundador Bill Hybels.

Hybels se retiró en abril, seis meses antes de lo programado, en medio de acusaciones de un patrón de conducta sexual inapropiada. Él negó las acusaciones. A la fecha, 10 mujeres lo han acusado de conducta inapropiada, y la iglesia ha admitido que él “entró en áreas de pecado,” informó Christianity Today.

Los bautistas del sur también han sido afectados por alegaciones de conducta sexual inapropiada. Durante los últimos seis meses, han surgido alegaciones en iglesias bautistas del sur, por lo menos en una convención estatal bautista y en entidades de la SBC.

En la reunión anual de la SBC en junio, los mensajeros abordaron el abuso sexual mediante mociones, un pronunciamiento “sobre el abuso” y preguntas al liderazgo de la entidad.

Un comunicado de prensa el 26 de julio que anunció la creación de Greear del grupo de estudio sobre el abuso sexual, formado junto a la Comisión de Libertad Religiosa y Ética, dijo que el propósito del grupo “será considerar cómo los bautistas del sur en cada nivel pueden tomar una acción discernible para responder rápida y compasivamente a incidentes de abuso, además de propiciar un ambiente seguro dentro de las iglesias e instituciones.”

Malcolm Yarnell, profesor del Seminario Teológico Bautista Southwestern quien ha escrito sobre el catolicismo romano, le dijo a BP que la jerarquía católica puede haber “propiciado un ambiente para el abuso,” y “la estructura de gobierno supralocal y extra bíblica tiene cierta responsabilidad por cubrir tal maldad.” No obstante, “las iglesias libres tienen su propio problema sistemático.”

Mientras un “poderoso” obispo católico puede intentar “cubrir silenciosa y arbitrariamente las acciones de un ministro trasladando al alegado bribón de una parroquia a otra,” el “problema que enfrentamos como iglesias libres es que un ministro desviado se puede trasladar de una iglesia local a otra sin que la gente sepa en la nueva iglesia sobre la mala conducta pasada del ministro, dijo en comentarios escritos, Yarnell profesor investigador de teología sistemática en el Southwestern.

“Si una iglesia permite que un ministro se vaya sin reportar una acusación a la apropiada agencia infantil o al departamento de policía, ¿qué es no tener a otra iglesia informada del pasado del ministro desviado? Sin que la primera iglesia informe el problema, la segunda iglesia puede sufrir un mal escondido,” dijo Yarnell.

“Esto no es para decir que la estructura de la iglesia libre es tan problemática como la estructura de la iglesia romana,” dijo Yarnell. “Es más difícil para una cábala de personas esconder el pecado en una iglesia de estructura libre, especialmente en una congregacional. Sin embargo, si toda una cultura eclesiástica está ignorando el problema del abuso sexual del débil — sean niños o mujeres — entonces una estructura más bíblica no ayudará a contener el problema. El problema del abuso de poder, especialmente entre aquellos que se suponen ser santos, es uno que todos los cristianos, cualquiera que sea su iglesia, deben abordar mediante la educación.”

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  • Por David Roach