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Hankins: La cooperación es la ‘clave’ para la resurgencia; ofrece estrategia para fortalecer el PC


DALLAS (BP)–“Este es el mejor clima en 30 años para que todos nosotros trabajemos juntos,” dijo David Hankins líder bautista de Luisiana en representación de los líderes estatales de la convención en comentarios al Grupo de Trabajo de la Resurgencia de la Gran Comisión.

Hankins, director ejecutivo de la Convención Bautista de Luisiana, enumeró cuatro “afirmaciones” compartidas por los ejecutivos de la convención bautista en relación al grupo de trabajo creado por un voto de los mensajeros a la reunión anual de la CBS en Louisville, Kentucky, en junio.

Al dirigirse al Grupo de Trabajo de la RGC el 27 de octubre en Dallas, Hankins enumeró afirmaciones que se centran alrededor de la cooperación entre la CBS y las convenciones estatales:

— “Primera Afirmación: La estructura que ha servido a los bautistas del sur en el pasado es adecuada para el futuro.”

“No estamos de acuerdo con aquellos que afirman que estamos usando estructuras anticuadas que no funcionarán en el siglo XXI,” dijo Hankins. “Una afirmación no estudiada no se vuelve verdad simplemente porque se repita y se publique en el Internet.”

A los individuos que pueden prever una confederación de iglesias “que tienen una herencia común y una teología común pero no una metodología común,” dijo Hankins: “Con todo respeto, este es el modelo bautista independiente que los bautistas del sur han específica y decididamente rechazado….

“Aunque los bautistas del sur aprecian la autonomía de la iglesia local, no somos practicantes de la iglesia hiper-local que no cree en las estructuras eclesiásticas extra-congregacionales. No encontramos contradicción en creer en ambas. Creemos que la actual estructura de los bautistas del sur es apropiada para la eclesiología, vida y trabajo bautista del sur… Calza con lo que somos y lo que queremos hacer. Y yo creo que los bautistas del sur, en general, queremos que continúe.”

Hankins describió la estructura bautista del sur como “unificadora,” “que provee” un poste alrededor del cual podemos motivar y movilizar nuestras iglesias en cada nivel”; “exhaustiva,” con la capacidad de manejar “una variedad de cosas que las iglesias desean hacer”; “consistente,” con “una resistencia” más allá de cambios de personal o altercados sobre asuntos diversos; y “cooperativa,” que refleja los deseos de los bautistas del sur de que “cada voz sea escuchada. Ellos no desean una estructura que esté bajo control faccionario o guiado por agendas personales. Ellos quieren establecer la agenda como un grupo.”

— “Segunda Afirmación: Las convenciones estatales son necesarias, compañeras cruciales del Resurgimiento de la Gran Comisión entre los bautistas del sur.”

“No tenemos el tiempo, si tomáramos todo el día, para describir los muchos y variados ministerios de la Gran Comisión llevados a cabo por las convenciones estatales,” dijo Hankins, y citó ejemplos como operaciones de socorro en tiempos de desastre, el inicio de 800 iglesias en Haití por la Convención Bautista de Florida, donde al presente no hay personal de la JMI; y los Ministerios Bautistas Colegiados , que abarcan “cerca de 100.000 estudiantes por año en sus grupos principales,” incluyendo a miles de estudiantes internacionales.

“Ya estamos vadeando profundo en empresas evangélicas” dijo Hankins. “Creemos tan fuertemente en el valor del Reino en nuestro trabajo como cada uno de ustedes en el suyo, y lo defenderemos de los ataques injustificados de tan buena gana como lo harían ustedes con el suyo, no por interés propio, sino por el interés del Reino… La función motivadora-movilizadora de los militantes [de las convenciones estatales] nos hacen compañeros indispensables para un ‘Resurgimiento de la Gran Comisión.’ No somos perjudiciales para el proceso. Somos instrumentales para el proceso.”

— “Tercera Afirmación: NAMB sirve como función vital en un evangelismo coordinado y exhaustivo y un movimiento de iniciación de iglesias para los bautistas del sur.”

“El funcionamiento de la Junta de Misiones Norteamericanas desde sus comienzos hace solamente 12 años es el tema de mucho debate y crítica… la conmoción en el liderazgo ejecutivo los últimos cuatro años, por sí misma, es suficiente para levantar muchas preguntas acerca del trabajo de esta mayormente compleja entidad de la CBS,” reconoció Hankins.

Sin embargo, señaló, “A diferencia de cualquier otra entidad de la CBS, cada convención estatal bautista del sur ha documentado relaciones con la NAMB que involucran estrategias, personal, asignaciones y finanzas.”

Hankins dijo que los bautistas del sur deben recordar que “antes de añadir… lo que NAMB hace correcto” en coordinación de ayuda en desastres nacionales, iniciativas de capellanías y estrategia que “nos permiten ser una fuerza nacional que apoya el alcance y el ministerio en regiones como Nueva Inglaterra, West Virginia, Utah e Idaho. Sin la financiación de los bautistas del sur, canalizada a través de NAMB, muchas convenciones estatales más pequeñas “serían diezmadas.”

Los directivos de la convención estatal “no están interesados en la descontinuidad en nuestras asociaciones con NAMB, verdaderamente no sin una minuciosa y juiciosa investigación que incorpore la información apropiada y los participantes apropiados,” dijo Hankins.

— “Cuarta Afirmación: El Programa Cooperativo debe ser el vehículo de escogencia para financiar las iniciativas bautistas del sur relacionadas con la Resurgencia de la Gran Comisión.”

Hankins sugirió una estrategia tripartita para invertir una declinación en el dar de las iglesias al Programa Cooperativo, que ha caído 10 por ciento de sus recibos indefinidos aproximadamente hace 25 años a cerca de 6 por ciento actualmente.

Una estrategia para fortalecer el PC conllevaría: 1) mayordomía, que se dirija al “problema de asignación… entre la billetera de los miembros de la iglesia y el platillo de las ofrendas” en el cual los bautistas del sur solamente dan un promedio del 2 por ciento de su ingreso para misiones, incluyendo al PC. 2) liderazgo, donde Hankins señala: “Las acogidas poco entusiastas del PC no son la solución; son el problema. Necesitamos lo que teníamos en 1925 [cuando el Programa Cooperativo fue fundado]: lo mejor y lo más brillante entre nosotros liderando el camino en palabra y acción para el Programa Cooperativo.” 3) asociación — “una relación entre la CBS y las convenciones estatales que proveen promoción, colección, asignación, responsabilidad y unidad.”

La oportunidad para la cooperación “puede perderse” si, por ejemplo, la Fuerza de Trabajo de la RGC fuera a ser “secuestrada por aquellos que meramente quieren ventilar frustraciones, o embarcarse en guerra de culpas, o seguir agendas personales, o sembrar disensión entre los hermanos, o justificar su falta de voluntad para cooperar…

“Hay una mejor manera,” dijo Hankins. “Recomendaríamos elevar la asociación y moderar la no cooperación. Invitemos a todos los que estén dispuestos a venir a la mesa. Honremos y bendigamos el llamado y la contribución de todos los que constituyen la vasta red de los bautistas del sur. Respetémonos los unos a los otros y creamos lo mejor los unos de los otros, aun de aquellos que no conozcamos o cuyos ministerios no nos involucren directamente. Mejorémonos y fortalezcámonos y aplaudámonos y animémonos los unos a los otros. Valoremos lo que tenemos y construyamos sobre eso para la gloria de Dios. ¡Piense sobre eso! Una resurgencia en cooperación podría ser la clave para una resurgencia de la Gran Comisión.”
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Compilado por Art Toalston editor de Baptist Press.

A continuación se encuentra el texto completo de los comentarios de David Hankins, director ejecutivo de la Convención Bautista de Luisiana, dirigidos a nombre de los directores ejecutivos de las convenciones estatales a los 23 miembros del Grupo de Trabajo de la Resurgencia de la Gran Comisión:

Es necesario un reavivamiento de la cooperación para una resurgencia de la Gran Comisión
Por David E. Hankins

Como un todo los directores ejecutivos estatales aplauden el concepto de una “Resurgencia de la Gran Comisión,” un tema que la CBS ha autorizado a la RGC a estudiar. En preparación para la reunión, yo cuidadosamente leí los documentos relacionados a la formación del Grupo de Trabajo de la RGC además de las declaraciones hechas por el grupo de trabajo relacionadas con su trabajo a la fecha. También, he visto algunas cosas del mundo de los sitios Web personales y otros medios de comunicación sobre el tema. Sé que están escuchando voces además de las nuestras. Algunos de mis comentarios se dirigirán a esas voces y algunas veces ofrecerán una opinión contraria.

Es posible, debido a que su trabajo no está completo, que yo pueda hablar de algunas cosas que todavía no están en la pantalla de su radar. Espero hablar de asuntos de importancia en la mente de mis colegas que puedan repercutir en el trabajo de ustedes. Haré aseveraciones que sostenemos como válidas pero, que debido a la restricción del tiempo, los argumentos que apoyan esas aseveraciones serán limitados. Podremos elaborar, cuando deseen hacerlo luego.

Estoy familiarizado con el proceso que ustedes están usando. He pasado considerable tiempo los últimos 25 años en diferentes grupos de trabajo y comités para la CBS. Presidí el Comité de Resoluciones de la CBS de 1991 donde por primera vez me encontré con un joven llamado Al Mohler; serví en tres diferentes comités en la fórmula financiera del Seminario; presidí el Comité Ejecutivo y serví junto con Ronnie [Floyd] y Simon [Tsoi] en el comité de búsqueda presidencial; me uní al personal del Comité Ejecutivo para ayudar en la implementación del Pacto para un Nuevo Siglo.

Una particular serie de reuniones me vinieron a la mente cuando pensaba en la actual situación. Como presidente del Comité Ejecutivo en 1991-1992, conduje seis reuniones regionales de la CBS y los líderes de las convenciones estatales de esa época. El propósito de las reuniones era discutir el futuro de a CBS, y si tendríamos un Programa Cooperativo y si siquiera queríamos permanecer juntos. Las reuniones eran tensas, pesimistas y algunas veces destempladas. No estábamos seguros de quedarnos juntos o de si queríamos estar juntos. Algunos amenazaban con dejar el recinto; algunos finalmente dejaron a los bautistas del sur.

Pensar en esas reuniones regionales me convence que, por la gracia de Dios, han ocurrido tres milagros en relación con la CBS desde ese tiempo:

1) que experimentamos una sólida re-dedicación a la fidelidad teológica;

2) que las operaciones de nuestra convención, especialmente a la luz de la controversia, permanecieron intactas y continuaron recabando el apoyo de la mayoría de las iglesias (Nota: aunque ninguno de nosotros está satisfecho con la declinación en la membresía, bautismos y apoyo misionero, hemos tenido notables resultados y tesón. Por ejemplo, nuestra membresía total en 1979 era de 13,379.073. En el 2008, era de 16,266.920 o sea más de un 20 por ciento. Comparen eso con el historial de las principales denominaciones. Pueda que no estemos en el apogeo del juego pero estamos bien metidos en el juego. Aseveraciones de que la CBS está muerta no son solamente prematuras; ignoran la vasta serie de información de lo contrario. No estoy sugiriendo que metamos la cabeza en la arena, pero no predigamos las peores circunstancias solamente para aseverar algo. Espero que encontremos en nuestra retórica el balance apropiado entre audaz profecía y una tormenta en un vaso de agua).

3) que hemos visto un renovado sentido de fraternidad. Aquellos que llevan por aquí algún tiempo recuerdan la antipatía y algunas veces la abierta hostilidad entre los varios niveles de la denominación, particularmente entre algunos líderes de convenciones estatales y algunos líderes de la CBS. Eso ha cambiado. El grupo que está aquí hoy y lidera las diferentes convenciones estatales está entusiastamente comprometido con la CBS. No todos los asuntos han sido resueltos en cada convención estatal, pero aun en las convenciones estatales donde ha habido la mayor tensión con la CBS, hay calidez y apertura a asociarse.

Este es el mejor clima en 30 años para todos nosotros para trabajar juntos. Debemos considerar una estrategia principal organizar a todos los sectores del liderazgo bautista del sur (iglesia, asociación, estado, CBS) para trabajar en la Resurgencia de la Gran Comisión. Estamos agradecidos de que las designaciones del doctor Hunt le dieran lugar a todos los interesados. Todos nosotros queremos el éxito para el Reino y el favor del Señor en las misiones bautistas del sur.

Mi entendimiento de lo que más podría ocuparlos a ustedes en sus deliberaciones acerca de los bautistas del sur y la Gran Comisión es cómo nosotros como denominación podríamos 1) más agresivamente evangelizar y formar congregaciones en EE. UU. y Canadá y 2) proveer los recursos para eficazmente tener misiones extranjeras como las visualizadas por nuestra JMI. ¿Qué es lo que los directivos estatales creen que es importante que ustedes consideren en su búsqueda de estas valiosas metas? Ofrecemos cuatro afirmaciones:

Primera Afirmación: La estructura que ha servido a los bautistas del sur en el pasado es adecuada para el futuro. Estoy usando como referencia la estructura histórica básica de las iglesias, asociaciones, convenciones estatales y la convención nacional. Traemos esta afirmación primero porque, sea que el grupo de trabajo lo pretenda o no, muchos bautistas del sur piensan que su trabajo es sobre la estructura.

Antes de hablar de la afirmación, permítanme ofrecer una observación general sobre el papel de la estructura en nuestro contexto actual. La estructura es nuestro siervo, no nuestro salvador. La estructura no es la senda brillante a la resurgencia de la Gran Comisión. El Pacto del Nuevo Siglo nos enseñó eso.

Sería una vergüenza si gastáramos el 90 por ciento de nuestra energía litigando sobre asuntos administrativos que tienen poca promesa de traer reavivamiento pero sí un gran potencial de traer disensión. La vasta preponderancia de nuestra oportunidad y nuestra necesidad está en las iglesias locales. Por lo tanto, llamar a nuestras iglesias al Señorío, oración, sacrificio, santidad, humildad y misión y armarlas para el conflicto espiritual y cultural hará más por la Gran Comisión que raspar los percebes de nuestro barco.

La estructura no es nuestro salvador. Pero sí nuestro siervo. Estructura no es una palabra mala, aun si ustedes usan uno de sus sinónimos como organización, infraestructura o burocracia. Algunas de las voces allá parecen estar proponiendo una amorfa anfictionía de iglesias que tienen una herencia común y una teología común pero no una metodología común. Con todo respecto, ese es el modelo bautista independiente que los bautistas del sur han específica y decididamente rechazado.

La total existencia de este grupo de trabajo aprobado por la CBS presupone que los bautistas del sur quieren una estructura. Aparte de eso, cuando el problema de la declinación en bautismos y apoyo a las misiones fue notorio, la respuesta debió haber sido: “¡Dejemos que las iglesias lo manejen!” aunque los bautistas del sur aprecian la autonomía de la iglesia local, no somos practicantes de la hiper-iglesia local que no cree en las estructuras eclesiásticas extra congregacionales. No encontramos contradicción en creer en ambas.

Creemos que la actual estructura de los bautistas del sur es apropiada para la eclesiología, vida y trabajo bautista del sur. No estoy diciendo que la estructura sea mágica o transmitida de la montaña o que nunca deba ser modificada. Estoy diciendo que es “apta.” Que calza con quienes somos y lo que queremos hacer. Y creo que los bautistas del sur, en general, quieren que continúe.

Me doy cuenta que por lo menos en algunos lugares parece haber gritos y sollozos acerca de la efectividad de la estructura. No estamos de acuerdo con esas afirmaciones de que estamos usando estructuras fuera de moda que no funcionarán el Siglo XXI. Estoy inequívocamente dispuesto a tener un debate pero no estoy dispuesto a aceptar la premisa sin debatir. Una afirmación no estudiada no se vuelve una verdad simplemente porque se repita y se publique en el Internet.

Cualquier falla que pueda ser acreditada a nuestra estructura se debe menos a grietas en la estructura y más a negligencia de la estructura. Aún mas, criticismo generalizado, no específico, no verificado de nuestra estructura solo sirve para alimentar el negativismo y es propenso a llevar a más negligencia innecesaria.

¿Qué encontramos útil en la estructura actual?

1) Es cohesiva, o unificadora. Nuestra estructura tiene la capacidad que todas las iglesias participen. La estructura de la convención materializa y fortalece nuestra identidad como bautistas del sur y nos da un poste alrededor del cual podemos motivar y movilizar nuestras iglesias en cada nivel.

2) Es integral en vez de un “asunto aislado” o de la sociedad. Tiene militantes en todas partes y la capacidad de ejecutar una variedad de cosas que las iglesias quieran hacer. Esto no significa que las iglesias quieran que la estructura lo haga todo, o que las iglesias no se involucren en ministerios extra congregacionales a través de otras estructuras fuera de la convención. Siempre cuentan con eso. Siempre contarán. Sí significa que ellos valoran esas responsabilidades que pueden hacer juntos a través de la estructura bautista del sur, y creen que es apropiado desafiar a todas las iglesias bautistas del sur a involucrarse en cada nivel.

3) Es consistente. Tiene resistencia. No desaparece con los caprichos de cambios de personal o un altercado en una congregación o el desinterés de unos pocos.

4) Es cooperativa. Los bautistas quieren que cada voz sea oída. No desean una estructura que esté bajo control faccionario o esté guiada por agendas personales. Quieren determinar la agenda como un grupo. Valoran el buen liderazgo pero no la dictadura. Cuando estudien, debatan, peleen, no lograrán un acuerdo absoluto, pero generalmente alcanzarán un consenso; y entonces se animarán a dejar a un lado los deseos personales para contribuir al plan unánime.

En resumen, nuestra actual estructura funciona. Permite por ahí ser detallista a nivel local (el asunto de todos es el asunto de nadie), una división inapropiada de trabajo en medio de diferentes niveles, un sistema de comunicación y coordinación (al que un orador recientemente llamó “poder de convocación”), y unidades bautistas del sur claramente identificadas a través de las cuales todas las iglesias puedan tener compañerismo, aprender, contribuir y trabajar. Esto no es para decir que esté mal o sea innecesario darle una mirada a la estructura en el contexto de la Gran Comisión. Sin embargo, es un error fomentar el precipitoso desmantelamiento de estructuras que están produciendo tanto por cualquier alternativa que esté mal definida, no probada y no comprobada.

Las estacas están muy altas. Si desarmamos porciones de nuestra estructura, nos daremos cuenta que no tenemos mecanismo para lograr exitosamente que este nuevo movimiento sea llevado a cabo. Necesitamos dejar el sistema de entrega en su lugar. Creemos que nuestra verdadera necesidad es definir y diseñar una estrategia que puede ser implementada por la estructura para ayudar a encender la resurgencia de la “Gran Comisión.”

Segunda Afirmación: Las convenciones estatales son necesarias, compañeras cruciales para la Resurgencia de la Gran Comisión entre los bautistas del sur. La primera razón es debido al ministerio integral que cumplen y por las iglesias que representan. Algunas de las voces allá afuera han imaginado una convención bautista estatal cuyo único propósito es iniciar congregaciones sanas y prósperas y cuya intención declarada es disolverse una vez que esas iglesias existan en número y fortaleza suficiente. No existe una convención así o ha existido en la vida de los bautistas del sur. Sugerirlo así es una burda tergiversación de la historia y naturaleza de las convenciones estatales.

Las convenciones estatales (y otros cuerpos generales bautistas del sur) resueltamente tienen una intención más amplia. No existen en alguna forma auto perpetua. Existen a gusto de las iglesias que las forman y las gobiernan. Y no tienen una fecha de caducidad. Aun iglesias en una convención estatal fuerte tienen cosas que quieren hacer juntas y la convención estatal es su estructura para hacerlo.

William B. Johnson, el primer presidente de la CBS y líder en la formación de la primera convención estatal bautista del sur en Carolina del Sur 24 años antes entendió el modelo de “convención” como una organización única que puede manejar tantos cometidos como lo autoricen los mensajeros de las iglesias. Ejecutar solamente funciones limitadas como “misiones extranjeras” es un reduccionismo en el modelo de la convención que no fue visualizado por nuestros fundadores. Las convenciones estatales son vehículos que las iglesias utilizan para hacer muchos tipos de trabajo que ellas determinan que no pueden ser llevados a cabo tan bien por las iglesias individuales.

No tenemos el tiempo, si tomáramos todo el día, para describir los muchos y variados ministerios de la Gran Comisión llevados a cabo a través de las convenciones estatales. Destacaré algunos pocos ejemplos:

1) La Convención Bautista de Florida inició 880 iglesias en Haití donde no hay en este momento personal de la JMI.

2) La Convención Bautista del Sur de Texas tienen personal misionero dentro de los musulmanes y los indios nativos americanos en Texas.

3) Los Ministerios Bautistas Colegiados abarcan cerca de 100.000 estudiantes por año en sus grupos principales (el doble de estudiantes con un tercio de miembros del personal que el gran ministerio que le sigue: Cruzada Estudiantil) con más de 27.000 involucrados en misiones que incluye miles de estudiantes internacionales, y provee el más grande contingente de personas que entran a los servicios de la JMI.

4) Hace un año, a sugerencia de la JMI creé un nuevo puesto en el personal de la Convención Bautista de Luisiana. Es nuestro estratega de movilización cuya tarea es motivar, coordinar y entrenar a los bautistas de Luisiana para el compañerismo en misiones. Muchas de nuestras convenciones estatales financian puestos similares. Por ejemplo, en Georgia, 140.000 voluntarios fueron movilizados el año pasado. Estos particulares ministerios directamente impactan las misiones internacionales y están financiados a través de las convenciones estatales.

Y estos son solamente algunos de los ministerios de las convenciones estatales los cuales incluyen redes de iniciación de iglesias (ver el gran impacto de la iniciativa de iniciación de iglesias de Kentucky), escuelas, ayudas en desastres, evangelismo y entrenamiento en Escuela Dominical, cuidado pastoral, compartición de información, y así sigue y sigue. Todos mis colegas tienen historias maravillosas que compartir sobre movilización y motivación y servicio a los bautistas en sus respectivas regiones. Y muchas de las más grandes convenciones están en asociación con más pequeñas convenciones a través de compartir estrategias, personal y finanzas. ¿Somos perfectos? Por supuesto que no. ¿Estamos dispuestos a ser mejores? Trabajamos en eso todo el tiempo.

Estamos dispuestos a ponernos en marcha más agresivamente que nunca antes para la Gran Comisión. Pero no nos equivoquemos al respecto. Ya estamos vadeando profundo en empresas evangélicas. Creemos tan fuertemente en el valor del Reino en nuestro trabajo como cada uno de ustedes en el suyo, y lo defenderemos de los ataques injustificados de tan buena gana como lo harían ustedes con el suyo, no por interés propio, sino por el interés del Reino

La segunda afirmación por la que somos socios necesarios es debido a nuestra relación con las iglesias. No cada iglesia valora la convención estatal. Eso podría decirse de cada uno de nuestros trabajos en cada nivel. Pero la mayoría lo hacen. Desempeñamos esa necesaria estructura de tener presencia coordinada en cada región. Estamos en las iglesias. Conocemos a los pastores. Promovemos la denominación y levantamos el dinero. Estamos perfectamente posicionados para motivar y movilizar a los bautistas.

El actual plan de evangelismo, GPS, el cual fue promovido por el doctor Frank Page, y ahora será amoldado por él, fue creado y lanzado en asociación con los directores de evangelismo de los estados. Ellos están llamando, entrenando y motivando a los pastores. La función motivadora-movilizadora de los militantes nos hace compañeros indispensables de la “resurgencia de la gran comisión.” No somos perjudiciales para el proceso. Somos instrumentales para el proceso.

Tercera Afirmación: NAMB tiene un papel vital en un evangelismo coordinado e integrado y en un movimiento de iniciación de iglesias para los bautistas del sur. El rendimiento de la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB por sus siglas en inglés) desde sus comienzos solo hace 12 años es el tema de muchos debates y críticas. La agitación en el liderazgo ejecutivo de los últimos cuatro años, por sí mismo, es suficiente para levantar muchas preguntas acerca del trabajo en esta mayormente compleja entidad de la CBS. Las convenciones estatales están muy involucradas en decisiones sobre NAMB. A diferencia de cualquier otra entidad de la CBS, cada convención estatal bautista del sur tiene relaciones documentadas con NAMB que involucran estrategias, personal, asignaciones y finanzas.

Tenemos muchas de las mismas preguntas que oímos de otros. ¿Defendió nuestra causa y produjo la visualizada sinergia alrededor de la iniciación de iglesias y del evangelismo la reestructuración de la NAMB de HMB, Brotherhood, y RTV? ¿Serán algunas fusiones en el futuro más efectivas o más eficientes? ¿Surgió una estrategia cohesiva de medios que ayudó a la imagen y al impacto de los bautistas del sur en la nación? ¿Cuál es el status de la educación en misiones y por qué? Cada uno de nosotros tiene opiniones sobre las deficiencias de la NAMB, el grado de su seriedad, el origen y el camino a seguir.

Pero antes de que añadamos, es importante hablar sobre lo que NAMB hace correcto.” Podríamos mencionar ayuda en desastres nacionales, y capellanías y ERC. Pero la cosa más importante es el compañerismo de la NAMB con las convenciones estatales, especialmente aquellas en el norte y en el oeste. Las estrategias y el apoyo de la NAMB (y la anterior HMB) han permitido a los bautistas del sur avanzar en cada estado del país con una presencia vital de manera que tenemos, a grosso modo, la mayoría de las congregaciones de cualquier cuerpo religioso en EE. UU. con el mayor éxito en la iniciación de iglesias entre los diferentes pueblos que ahora viven aquí.
La estrategia de la NAMB nos permite ser una fuerza nacional, no en pronunciamientos a la prensa, sino en bautistas en la tierra de todo este continente. La estrategia, asesoría, el personal y los fondos de la NAMB son la cuerda de salvación de esas estructuras que han catalizado y sostenido este masivo avance.

Debido a la ayuda de la NAMB, los bautistas del sur de Nueva Inglaterra, una tercera parte de la veces, han iniciado más de tres veces tantas congregaciones como una denominación bautista indígena de esa región que no tiene un apoyo nacional así. Si no fuera por la ayuda de la NAMB, la Convención Estatal Bautista de Indiana, la cual sirve a 416 iglesias e iniciaciones de iglesias, no hubiera podido ayudar a iniciar 16 nuevas iglesias este año, y el continuo apoyo para otras iniciaciones recientes de iglesias. Ellos tendrían que desistir prácticamente de todos sus 10 ministerios universitarios, evangelismo comunal, puestos DOM y puestos de estrategas, y reducir su habilidad de ayudar a las iglesias con recursos, servicio y entrenamiento. En otras palabras, la estructura sería diezmada.

Lo mismo es verdad para West Virginia donde el 80 por ciento de los fondos para sus 20 misioneros viene de la NAMB. Utah-Idaho, sin la NAMB, perderían a todos los ocho directores de misiones de asociaciones, todos los iniciadores de iglesias, y cinco de los seis puestos de los miembros del personal. Lo mismo es verdad para todas las nuevas áreas de trabajo.

Estamos muy interesados en estudiar las estrategias para una más efectiva iniciación de iglesias bautistas del sur, especialmente en los centros de mayor población (y ya lo estamos haciendo). Estamos muy interesados en las estrategias nacionales de evangelismo. Estamos muy interesados en estrategias que maximicen los dólares de misiones. Creemos que la NAMB tiene un papel crítico en el desarrollo de esas estrategias y no estamos interesados en la interrupción de nuestro compañerismo con las NAMB, en absoluto no sin una minuciosa y juiciosa investigación que incorpore la información apropiada y los participantes apropiados.

Las expresiones de exasperación deben ser suficiente razón para comenzar un estudio. No son suficiente razón para finalizar uno. Si el papel de la NAMB está en su [Grupo de Trabajo de la RGC] agenda, limitación de tiempo y magnitud del tema, pueden llevar a este grupo de trabajo a tener una evaluación más específicamente enfocada, más ampliamente participativa, y más intensa de esta crítica área de nuestro trabajo.

Cuarta Afirmación: el Programa Cooperativo debe ser el vehículo de escogencia para financiar las iniciativas bautistas del sur relacionadas con el Resurgimiento de la Gran Comisión. El Programa Cooperativo fue formado en 1925 en un tiempo de crisis y oportunidad derivado de un esfuerzo conjunto de los líderes de la CBS como los que están en este salón (pastores, directores de entidades de la CBS y ejecutivos de convenciones estatales). El desafío fue decretado para dejar a un lado acercamientos individualistas para las empresas extra-iglesia y para darse totalmente al proceso del Programa Cooperativo. La Convención decidió que un proceso de asignación basado en la convención en vez de uno basado en la iglesia era superior. Sin embargo, entendió que no podía y no debía forzar a ninguna iglesia a optar por el Programa Cooperativo como su estrategia de financiamiento de misiones; la Convención sin disculpas y entusiastamente requirió que cada iglesia bautista lo hiciera. Este experimento ha sido sorprendente en su éxito.

Ahora, sin embargo, por cerca de 25 años, ha habido una dramática disminución en el énfasis en el Programa Cooperativo revelado más notablemente en un porcentaje conjunto de caída de donaciones de más del 10 por ciento al 6 por ciento. Esto ha causado que algunas voces opinen que el PC, aunque una maravillosa herramienta del pasado, no es suficiente para la futura necesidad de fondos necesarios de los bautistas del sur. Otras voces sugieren que podemos mejorar las cosas minimizando la primacía del proceso de asignación basado en la Convención y simplemente dejárselo a las iglesias, sin prejuicio, para decidir sobre las circunstancias del apoyo de su convención. No podríamos estar en menor desacuerdo con estas opiniones. Cualquier fallo que pueda atribuírsele al PC no es debido a defectos en el proceso, sino a desatender el proceso.

Hay muchas razones sugeridas para este declive, las cuales no tengo tiempo para relatar ahora. Sí necesito refutar una teoría: que el declive se debe a la poca equitativa asignación entre las convenciones estatales y la CBS. No hay evidencia para apoyar esta teoría y mucha evidencia para refutarla. Primero que todo, los bautistas del sur saben cómo el PC es gastado en sus respectivas convenciones estatales. Nuestros presupuestos son preparados, votados, escudriñados y administrados por nuestros líderes (predominantemente pastores). Ellos están satisfechos con el proceso y el producto. Segundo, como se indicó en dos recientes encuestas que yo comisioné cuando era vicepresidente del PC una masiva comisionada por el Comité Ejecutivo y realizada por LifeWay Research el año pasado, la gente común bautista del sur está básicamente contenta con las decisiones de las asignaciones. Esto está adicionalmente afirmado, de nuevo contrario a algunas voces que ustedes han oído, en eso no hay una tendencia significativa de iglesias que esquivaron las convenciones estatales para mandar directamente a la CBS: solo el 1 por ciento de las iglesias (444) enviaron directamente a la CBS el año pasado, menos de las 455 del 2003, y el total de dólares dados directamente a la CBS ha caído cerca de un 30 por ciento en los últimos siete años aunque el estándar dado al PC se elevó a más de 10 por ciento en el mismo período.

Cualquiera que sean las razones para el declive, creemos que puede ser reversado, y debe ser reversado si vamos a tener una oportunidad realista de reforzar la RGC. Podemos simplemente dejarles a nuestras iglesias que encuentren su propia manera de llevar adelante el evangelio. Esto no está en contra de la Biblia. Pero no es tan efectivo como congregar todas nuestras iglesias alrededor de una estrategia común. Y una estrategia común necesita financiación común.

Aquí hay una idea. Creo que un plan debe ser implementado el cual pueda, en un período de cinco a diez años, 1) proveer el apoyo para la estrategia a cercano plazo de la JMI de desplegar un total de 8.000 misioneros, 2) proveer millones de nuevos dólares para el inicio estratégico de iglesias en los centros de población de EE. UU. que la NAMB está vislumbrando, 3) proveer significativo crecimiento al fondo de la NAMB para nuevo trabajo estatal, y el cual 4) no requerirá sacar fondos de otros valiosos ministerios del PC a nivel de estado y nacional. No es un cielo azul, pero está centrado en el PC y requerirá tres cosas (en orden de importancia e impacto en los resultados):

1. El primer requisito es la Mayordomía. Estoy de acuerdo con el razonamiento que debido a que hay millones más de gente no evangelizada en el extranjero y debido a que EE. UU. tiene tremendos recursos evangélicos con los cuales alcanzar el suelo patrio, tenemos la obligación de enviar más apoyo al extranjero.

No estoy de acuerdo en que el problema es que un porcentaje demasiado grande de los dólares misioneros bautistas del sur se gastan en casa. Creo que el problema es que un porcentaje muy pequeño del ingreso de los miembros de la iglesia se da a la obra del Señor. Dicho de otra manera, el problema de asignación que tenemos no es entre las convenciones estatales y la CBS sino entre la billetera de los miembros de la iglesia y el platillo de la ofrenda.

Nuestro problema más serio es la mayordomía financiera que es indicativo del problema de Señorío. El hecho es, desde cerca de 1984, que tanto el porcentaje de ingreso personal que los bautistas dan a sus iglesias y el porcentaje de lo recibido de la iglesia en contribuciones a cualquier clase de misiones (incluido el PC) ha estado sostenidamente declinando. Las contribuciones individuales per cápita han declinado de cerca de 2.5 por ciento a 2 por ciento. El total de egresos de misiones declinó de cerca de 17 por ciento a cerca de 11 por ciento. Los bautistas del sur, estimado conservadoramente, fallaron de contribuir con $10 billones al año de dinero del diezmo. Los últimos 30 años, los bautistas del sur están dando un porcentaje más pequeño de sus ingresos que la generación de la gran depresión. Este fracaso fuerza a las valiosas y deseables iglesias locales, convenciones estatales y ministerios internacionales en una innecesaria competencia por los dólares disponibles.

2. El segundo requisito es el Liderazgo. La razón principal de que las iglesias estén dando porcentajes inferiores a través del Programa Cooperativo, a pesar de las circunstancias atenuantes, es porque pueden. Es necesario un cambio de actitud. Estoy agradecido por las declaraciones positivas acerca del PC que viene de vez en cuando, pero me temo que estos respaldos son menos que entusiastas. Ustedes pueden recordar la respuesta de Andy y Barney a Gomer Pyle cuando él preguntó si la cita a ciegas que ellos le habían arreglado era bonita. Ellos dijeron: ¡Ah, ella es agradable, realmente agradable!” Las acogidas poco entusiastas del PC no son la solución; son el problema. Necesitábamos lo que teníamos en 1925: lo mejor y más brillante entre nosotros guiando el camino en palabra y en acción para el Programa Cooperativo.

3. El tercer requisito es la Asociación. La asociación del PC es motivado por una relación entre la CBS y las convenciones estatales que proveen promoción, colección, asignación, responsabilidad y unidad. Esto nos ha servido bien. Pero el proceso del PC no puede prosperar a menos que sea “cooperativo.” Debemos combatir el disimulo. En vez, debemos avalar, mejorar y utilizar la asociación convención estatal/Convención Bautista del Sur.

El alcance de este grupo de trabajo es estudiar cómo los bautistas del sur pueden trabajar “más fiel y efectivamente juntos en servir a Cristo a través de la Gran Comisión.” Tenemos a nuestro alcance, por la gracia de Dios, la oportunidad de lograr la visión particular que Dios les ha dado a los bautistas del sur, es decir, evangelizar agresivamente y levantar congregaciones en cada ciudad de EE. UU y Canadá y llenar las iniciativas estratégicas para las misiones extranjeras delineadas por la JMI.

Esta oportunidad se puede perder. La RGC puede ser secuestrada por aquellos que meramente quieren ventilar frustraciones, o embarcarse en guerra de culpas, o seguir agendas personales, o sembrar disensión entre los hermanos, o justificar su falta de voluntad para cooperar.

Podemos ceder a esto elevando la no cooperación y moderando la asociación. Podemos preferir nuestros propios esfuerzos e ideas con la exclusión de nuestros hermanos. Podemos “sentarnos en la silla del escarnecedor y lanzar la censura del cínico.” Podemos minimizar los puntos fuertes de los otros y maximizar sus debilidades. Podemos lanzar piedras, refutar ministerios e impugnar motivos. Podemos denigrar, humillar, devaluar y mofarnos. Podemos poner a uno contra el otro: la iglesia grande contra la iglesia pequeña, el joven contra el viejo, contemporáneo contra tradicional, la CBS contra las convenciones estatales, calvinistas contra no calvinistas, juntas de misiones y seminarios en contra uno del otro.

Cada uno puede organizar a sus partidarios en contra de otros: jóvenes pastores a quienes les gusta mi manera hablarán en contra de jóvenes pastores a quienes les gusta la suya. Una iglesia designará alrededor de ciertos ministerios. Otra designará en la forma opuesta. Podemos competir en vez de cooperar. Podemos volvernos adversarios en vez de aliados. Podemos declarar: “¿Cuál parte tenemos en David, cuál parte en el hijo de Isaí? A tus tiendas, Oh Israel. ¡Cuida de tu propia casa, Oh David!” y todos podemos perder.

No me gusta esta manera. En nuestra tienda, la regla es que todos los pastores, ADOMs, otra convención estatal y el personal de CBS son nuestros valiosos compañeros y no deben ser tratados como adversarios. Esto no significa que siempre estemos de acuerdo o que de vez en cuando no levantemos las cejas ante la decisión de alguien. Sin embargo, no vamos a denigrar y a criticar públicamente. Si hemos fallado en eso, les pedimos su abstención. Este no es un compromiso que hice desde que me fui a Luisiana. Les diré que durante mi tiempo en la CBS había también mucha minimización y burla del trabajo de las convenciones estatales de parte de la gente de la CBS; y los líderes de las convenciones estatales han fallado en este punto hacia la CBS.

Aunque la crítica considerada es ciertamente legítima, es desconcertante observar empleados de la CBS involucrados en ironía sobre el trabajo de las convenciones estatales y animando el cese de fondos de nuestro trabajo. Esto debe parar. Todos nosotros aquí, por empleo, elección o nombramiento, somos líderes denominacionales para la CBS o la convención estatal. No podemos controlar todo lo que se dice en algún foro o en algún editorial o sitio Web personal. Pero podemos controlarnos a nosotros mismos, y probablemente al personal a nuestro cargo. Por mi parte, yo afirmo a la gente y el trabajo de la estructura de la CBS a nuestra entera circunscripción, y apelo a ellos que haya reciprocidad.

Permítanme hablar explícitamente. Estamos muy interesados en apoyar este proceso pero no al precio de tenerle dicho a nuestra circunscripción que deben devaluar nuestro trabajo. Estamos obligados por honor a oponernos a esta difamación de las convenciones estatales y, si podemos, usaremos los medios a nuestra disposición para hacerlo. Si no logramos un verdadero compañerismo, no importa cuán magníficas o ingeniosas sean nuestras recomendaciones, todos fracasaremos.

Hay una mejor manera. Recomendaríamos exaltar el compañerismo y moderar la no cooperación. Invitemos a todo el que esté dispuesto a venir a la mesa. Honremos y bendigamos el llamado y la contribución de todos los que constituyen la vasta red de los bautistas del sur. Respetémonos los unos a los otros y creamos lo mejor los unos de los otros, aun de aquellos que no conozcamos o cuyos ministerios no nos involucren directamente. Mejorémonos y fortalezcámonos y aplaudámonos y animémonos los unos a los otros. Valoremos lo que tenemos y construyamos sobre eso para la gloria de Dios. ¡Piense sobre eso! Una resurgencia en cooperación podría ser la clave para una resurgencia de la gran comisión.”

¿Hacia dónde nos dirigimos? Simplemente deberíamos animarlos a ustedes a ir a la CBS con un reporte unánime, uno que esté entusiastamente avalado por todos los interesados incluyendo a los líderes de las convenciones estatales; y un reporte, donde impacte nuestro trabajo común y a los integrantes, que hemos ayudado a formar. No quiero decir que presumamos de invadir en sus prerrogativas. Sin embargo, la CBS en sus históricas y repetidas decisiones, ha afirmado inequívocamente las diferentes convenciones estatales como sus compañeras estratégicas, y nuestra petición es sencillamente servirles en ese rol. Bob White y Jim Richards tienen toda nuestra confianza para ofrecer sugerencias representativas de nuestros intereses.

Creemos que es la intención de este grupo de trabajo, en virtud de su variada constitución y por las declaraciones de su presidente, venir a la CBS con un reporte así. Y deseamos que Dios los ayude en tan significante asignación.

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