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IMPACTO URBANO: Adalberto y Noemí Fernández in Miami, Florida

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MIAMI (BP)–Con frecuencia se considera a Miami como la zona de recreo de los ricos y famosos, pero también tiene un lado oscuro que nunca mostrarán en el programa de televisión “CSI Miami.” Miami es una ciudad de contrastes económicos: algunos lo tienen todo y otros no tienen nada. Aunque ha sido clasificada como la tercera ciudad más rica de Estados Unidos, también tiene más ciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza (aproximadamente un tercio de la población), que cualquier otra ciudad de Estados Unidos, con la excepción de Detroit, Michigan y El Paso, Texas.

Adalberto Fernández es un misionero bautista del sur de 50 años, hijo de inmigrantes cubanos. A él le fascina Miami, como solo un oriundo de esa ciudad puede hacerlo. Fue testigo de la afluencia de cubanos, latinos y otros hispanos a Miami en los primeros años de la década de los ’60. Los padres de Adalberto ya iniciaban iglesias en el área de Miami cuando los cubanos empezaron a inundar la ciudad por escapar de la dictadura marxista de Fidel Castro. Adalberto aceptó a Cristo cuando apenas tenía seis años, y se sintió llamado al ministerio a los 15. Se casó con Noemí, también de ascendencia cubana, y se establecieron en Miami.

Él comenta “he estado aquí toda la vida; crecí siendo bautista del sur y creo que este es el lugar al que Dios me ha llamado y donde puedo poner a trabajar los dones únicos que me ha dado. Me criaron en iglesias hispanoparlantes, así que entiendo el contexto. También he pastoreado iglesias angloparlantes. Es como si Dios me hubiese permitido ser un puente entre las diferentes culturas y nacionalidades de Miami. Como el Apóstol Pablo nos enseñó, a todos me he hecho de todo.”

Miami tiene la población hispanoparlante más grande del hemisferio occidental, fuera de los países latinoamericanos. Los habitantes de Miami, cuyo principal idioma es el español, forman el 67 por ciento de la población. Podría pensarse que eso facilitaría el trabajo de Fernández, pero el idioma no lo es todo.

Adalberto recalca que “uno de los mayores desafíos es la diversidad cultural que existe en Miami,” y asegura que no todos los hispanos son iguales, porque vienen de países distintos, como: Cuba, México, Puerto Rico, Venezuela, etc., y añade: “Todos hablan español, pero tienen diferentes costumbres, tradiciones y cultura. Tenemos que adaptarnos y probar diferentes puntos de vista para lograr interesarlos.

“Dios permitió que el mundo viniera aquí, y yo creo que Dios nos ha dado la oportunidad de realizar la obra misionera de una forma radicalmente distinta, aquí mismo, a nuestras puertas. Es necesario que aprovechemos la oportunidad y amemos a la gente. Pero ninguna iglesia puede ministrar a toda la gente en este ambiente. Tenemos que trabajar en equipo.”

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Esa es una de las principales razones por las que, hace tres años, Adalberto contribuyó a iniciar Urban Impact Ministries [Ministerios de Impacto Urbano]. “Sabíamos que existía la necesidad de fortalecer la presencia bautista del sur en el sur de Florida. Nos pareció necesario causar un impacto en nuestras iglesias, con los pastores y asociaciones del complejo escenario de Miami. Queremos impactar a la comunidad con el evangelio de Jesucristo.” Según Adalberto, otra razón para que las iglesias del área de Miami se unan (especialmente en la nada prometedora recesión económica que hoy nos amenaza) es el dinero y los recursos.

Adalberto comenta que “el sur de Florida es un lugar muy caro para vivir y servir, y muchos de nuestros pastores e iglesias están luchando por seguir adelante. La dinámica financiera dificulta el servicio aquí. Pero también es un lugar abierto al evangelio.”

Adalberto cree que el sostenido crecimiento de la población y la cultura hispana en Miami anuncia como se verá Estados Unidos en el futuro. “Lo que se ve en Miami hoy es lo que veremos en el resto del país en los próximos 20 años.

“No importa dónde viva, ya está sucediendo. Miami es como un laboratorio. Lo que los bautistas del sur aprendamos aquí, beneficiará nuestro trabajo en cualquier otra región del país. Por ejemplo, hay mucho interés por los ministerios urbanos porque las ciudades están creciendo y las zonas periféricas se están reduciendo.” Adalberto afirma: “El Apóstol Pablo utilizaba la estrategia de parar en las grandes ciudades porque ahí es donde se logra más con menos recursos, y donde se obtienen los mejores resultados. Creo que los bautistas del sur necesitamos cambiar nuestras estrategias y hacer una transición al futuro; necesitamos saber cómo servir y ser eficaces en estos grandes escenarios urbanos.”

Al preguntarle cuán valiosa es la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong para su obra, Adalberto dijo que no podía describir lo valiosa que es. “La realidad de estos ministerios es que cuestan dinero. Y un solo ministerio no puede adaptarse a todos. Necesitamos muchos recursos para hacer la obra del Señor en el sur de Florida. La Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong juega un papel fundamental para anunciar el evangelio de Cristo aquí.”
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Mickey Noah es consultor de noticias para la NAMB.