Los desafíos actuales en Estados Unidos y el mundo son extraordinarios. Juntos, debemos responder con un compromiso de oración y cooperación extraordinaria.
Nos necesitamos unos a otros ahora más que nunca y necesitamos el poder de Dios como nunca antes en la vida y en el ministerio.
Las tragedias en Afganistán
¿Cómo puede cualquiera de nosotros descartar las tragedias en curso en Afganistán? Ayer, el 31 de agosto, se fijó como el último día para que todo el personal estadounidense y los aliados afganos salieran del país. Los informes indican que esto no se ha logrado por completo.
Además, Afganistán es uno de los países más peligrosos para que vivan los cristianos y ahora muchos se quedan atrás. Algunos pueden haber optado por quedarse para presentar las Buenas Nuevas de Jesús a su nación. Sin embargo, sabemos que bajo el gobierno de los talibanes, no solo los cristianos están bajo una mayor amenaza, sino que las amenazas hacia las mujeres se vuelven aún más fuertes. Además, un aumento de refugiados que ahora son desplazados necesitará amor, atención y un nuevo lugar al que llamar hogar.
El domingo pasado, ocurrió una escena sobrio y sombría en la Base de la Fuerza Aérea de Dover que personificó las profundidades del dolor de nuestra nación, ya que los restos de trece jóvenes militares estadounidenses fueron llevados a casa para el entierro después de ser asesinados en el aeropuerto de Kabul. El dolor sigue abundando en nuestro país.
Por eso necesitamos orar de una manera extraordinaria. Solo Dios puede cambiar el corazón de las personas y solo Dios puede intervenir en esta situación.
Huracán Ida, el daño y la pérdida de vidas
En el 16o aniversario del huracán Katrina, vientos de 150 mph del huracán Ida azotaron la costa de Luisiana el pasado domingo por la tarde. Durante seis horas, Ida siguió siendo un huracán de categoría 4 antes de ser reducido.
Los bautistas ya están operando con un gran compromiso de proporcionar ayuda en casos de desastre. Si no lo sabe, por favor comprenda que el Ministerio de Ayuda en Caso de Desastres de nuestras iglesias de la SBC es el tercero más grande de la nación, solo detrás de la Cruz Roja y el Salvation Army. Estamos muy agradecidos por nuestras convenciones estatales que defienden los esfuerzos de alivio en casos de desastre.
Necesitamos orar por todas las personas en Luisiana y los estados circundantes afectados, incluidas nuestras iglesias bautistas del sur y todo el personal de ayuda. Estas situaciones son peligrosas y reales.
Mientras esto ocurre, los esfuerzos de alivio continúan en el estado de Tennessee debido a la devastación de las inundaciones que ocurrieron en Waverly, Tennessee, que comenzaron el 21 de agosto. En una ciudad con poco más de 4,000 personas, 20 personas murieron debido a esta tragedia y 270 hogares fueron destruidos. El dolor y la devastación son reales en Waverly.
¿Cómo no podemos orar de una manera extraordinaria? Personalmente, necesitamos orar de una manera más grande de lo normal. Colectivamente, en nuestras iglesias, necesitamos orar de una manera más grande de lo normal.
Por medio de nuestras iglesias, necesitamos dar más de una manera extraordinaria para que el dinero pueda ser enviado a través de nuestro Programa Cooperativo a nuestros Ministerios de Ayuda en Caso de Desastres a través de nuestros estados, y también para Send Relief que ministra a nivel nacional y mundial.
Oración extraordinaria más allá de lo ordinario
¿Cuál es su rutina ordinaria de oración? ¿Cuánto tiempo al día? ¿Cuántos días a la semana oras? Todo lo que sea normal para usted debe volverse extraordinario.
Si usted ora cinco minutos al día, entonces ore por diez minutos al día. Si usted ora una hora al día, ore unos minutos más. Si su iglesia ora dos minutos en un servicio de adoración, entonces tómelo a cinco minutos en un servicio de adoración.
La oración extraordinaria es orar más allá de lo que es su práctica habitual. Esto puede ser en minutos, horas o días.
La oración extraordinaria es la mayor necesidad a medida que vivimos y navegamos a través de estos tiempos extraordinarios. Mientras se produce una avalancha de problemas, superamos este problema comprometiéndonos y practicando una oración extraordinaria.
Creo que Dios puede hacer más en un momento de lo que usted puede hacer en su vida. ¿Cree usted esto?
Creo que Dios puede hacer grandes cosas en cualquier lugar y en cualquier momento con cualquier persona. Esto le incluye a usted. ¿Cree usted esto?
Creo que no ha ocurrido ningún gran movimiento de Dios que no comience con una oración extraordinaria del pueblo de Dios. ¿Cree usted esto?
Hoy les ruego a todos nosotros que necesitamos la oración y cooperación extraordinarias más que nunca.
Creamos a Dios juntos.
Ahora es el momento de liderar.
