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La orden de veto migratorio de Trump causa una respuesta contradictoria


WASHINGTON (BP) — Después de la orden ejecutiva del presidente Trump donde temporalmente limita la entrada al país de personas provenientes de las naciones con mayoría musulmana, los bautistas del sur reafirmaron su compromiso con la búsqueda de un balance entre la compasión y la seguridad nacional en cuanto a la política migratoria.

Entre los líderes bautistas del sur que respondieron a la orden de Trump y a las protestas que le siguieron por todo el país, están Russell Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa; Frank S. Page, presidente del comité ejecutivo; y Bryant Wright, presidente anterior de la Convención Bautista del Sur.

También comentaron sobre la controversia el pastor Robert Jeffress de Dallas, un partidario vocal de Trump, y Mokhles Hanna, el pastor de una congregación árabe en el área metropolitana de Atlanta, donde los 20-25 miembros iraquíes y sirios en su congregación están “muy preocupados” por los efectos potenciales de tal orden.

La orden ejecutiva de Trump dada el 27 de enero exigió una revisión del proceso estadounidense a través del cual se admiten extranjeros en el país y suspendió la entrada de personas provenientes de siete naciones específicas, durante 90 días “para asegurarse que estén establecidos los estándares adecuados para prevenir la infiltración de terroristas o criminales extranjeros.”

Los siete países afectados por el veto migratorio de 90 días no están especificados en la orden ejecutiva y se les hace referencia en la inclusión de la legislación del 2015 donde se marcaron ciertas naciones debido a que despiertan preocupaciones particulares. Los países son: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

La orden ejecutiva prohíbe explícitamente la entrada de “refugiados” de Siria “hasta que” Trump determine “que se han hecho suficientes cambios” en el proceso de investigación de antecedentes “para asegurar que la admisión de refugiados sirios es consistente con los intereses nacionales.”

Las minorías sufriendo persecución religiosa tendrán la prioridad cuando inicie la admisión de refugiados, según la orden. A pesar del veto migratorio, las secretarías de estado y seguridad nacional tienen la autoridad para admitir refugiados provenientes de los siete países afectados “caso por caso.”

La administración de Trump dijo el 30 de enero que los residentes permanentes legales en los EE UU provenientes de los sietes países en la lista sí podrán volver a entrar a los EE UU, según los reportes de los medios de comunicación. El día anterior, un juez federal vetó temporalmente la deportación de individuos provenientes de dichas sietes naciones.

‘Preocupaciones’ y ministerios para inmigrantes

Moore envió una carta a Trump el día de hoy (30 enero) reconociendo la necesidad de un balance entre la “seguridad nacional” y la “compasión por el peregrino.”

La carta expresó “preocupaciones sobre las consecuencias de la Orden Ejecutiva,” incluyendo “los efectos colaterales diplomáticos con el mundo musulmán, poniendo en grave peligro a los bautistas del sur que sirven en esos países y obstaculiza su servicio a los refugiados y a otros que tienen necesidad de ayuda humanitaria y del amor del evangelio.”

Moore pidió a la administración de Trump que:

–“Clarifique … la extensión de la Orden Ejecutiva para resolver el estatus de los poseedores de residencias permanentes, interpretes militares iraquíes, además de otras ambigüedades;

–“Implementar medidas adicionales de investigación de antecedentes con la meta de restaurar lo antes posible el Programa de Admisión de Refugiados, incluyendo a los refugiados de Siria;

–“Trabajar para afirmar la seguridad de los estadounidenses sirviendo en los países con mayoría musulmana y preservar su habilidad de continuar sirviendo a ‘los más pequeños’ en la región; y

–“Afirmar el compromiso de su administración con la libertad religiosa y la inalienable dignidad humana de las personas sufriendo persecución religiosa, ya sean Cristianos, Judíos, Musulmanes, Yazidis, u otro, y ajustar la Orden Ejecutiva tanto como sea necesario.”

Page dijo en unos comentarios escritos para Baptist Press que “los bautistas del sur han hablado en numerosas ocasiones sobre la inmigración.”

“Siempre hemos apoyado la aplicación de la ley y siempre hemos alentado la protección de nuestros ciudadanos,” dijo Page. “Dicho esto, permítanme ser muy claro: los bautistas del sur siempre han estrechado la mano hacia aquellos que están en las orillas y seguirán ministrando en el nombre de Jesús a todos los que estén a nuestro alrededor.”

“Los desacuerdos” sobre las políticas específicas del gobierno “seguramente” continuarán, dijo Page “pero la necesidad del ministerio, el compromiso con la comunidad y la testificación seguirán al frente de quienes somos.”

Las resoluciones de la CBS hicieron referencia a la inmigración por lo menos 10 veces entre 1846 y el 2016, consistentemente advocando por un ministerio compasivo (como se encuentra en un llamado de 1846 para tratar a la “gran oleada” de inmigrantes “con interés solemne”) y la seguridad nacional (como en una admonición de 1949 hacia el gobierno para que observe “el debido cuidado” al admitir “individuos que sean amigables con nuestra forma de gobierno y que probablemente se conviertan en buenos ciudadanos.”)

En fechas más recientes, una resolución del 2016 “sobre el ministerio para refugiados” se “alentó a los bautistas del sur a ministrar cuidado, compasión y el evangelio a los refugiados que vengan a los Estados Unidos.” La resolución también “pidi[ó] a las autoridades del gobierno que implementen las medidas de seguridad más estrictas posibles en el proceso de la revisión del trasfondo y selección de los refugiados, para protegernos de cualquiera que intente hace daño.”

Desde 1935, los Reportes Anuales de la CBS han registrado noticias sobre los ministerios para los refugiados, personas desplazadas o inmigrantes en todos los años excepto por tres o cuatro, según la investigación del Comité Ejecutivo.

Entre la reacción por la orden ejecutiva de Trump, el programa “60 Minutes” de la CBS volvió a presentar en la televisión un segmento de octubre del 2016 sobre el ministerio para los refugiados sirios de Johnson Ferry Church en Marietta, Ga.

Wright, pastor de Johnson Ferry, dijo a BP que entiende la responsabilidad del gobierno de proteger a los ciudadanos y que Trump “esté cumpliendo su promesa de campaña.” Pero “es una gran desilusión” que “nosotros tengamos que cerrar las puertas” a la admisión de refugiados provenientes de regiones en crisis humanitaria.

Ya existía un “un proceso de veto migratorio muy riguroso” para los individuos de los siete países designados por la orden de Trump, dijo Wright.

Ofrecer “ayuda humanitaria” a los refugiados “nos da la oportunidad que nunca habíamos tenido de compartir el Evangelio de Cristo con personas con quien no habíamos podido hacerlo,” dijo Wright.

Reacciones de otros pastores

Hanna, el pastor de Arabic Baptist Church en Lilburn, Ga., dijo a BP que los miembros de su congregación han sido afectados por la orden de Trump. Las familias de Siria que anticipaban la llegada de otros miembros de su familia están “muy tristes y molestos” ya que su llegada ha sido por lo menos pospuesta.

“Yo entiendo totalmente lo que trata de hacer el presidente Trump,” dijo Hanna, un ciudadano estadounidense que emigró de Egipto en el 2006 huyendo de la persecución religiosa. Pero “deseo [que la administración] evalúe las situaciones caso por caso.”

Hanna añadió que le gusta la idea de Trump de “dar prioridad a las minorías [religiosas]” porque la administración de Obama parecía limitar la inmigración de las minorías sufriendo persecución religiosa. Hanna espera una “segunda prioridad” para las familias con hijos enfermos o discapacitados.

La publicación conservadora National Review reportó que sólo 77 (.5 por ciento) de los 13,210 refugiados sirios admitidos en los Estados Unidos en el 2016 eran cristianos, aunque los seguidores de Cristo comprendían aproximadamente el 10 por ciento de la población de Siria en el 2015.

Jeffress, el pastor de First Baptist Church en Dallas, dijo que las iglesias y los cristianos individualmente tienen el mandato en la Escritura “de ministrar a aquellos en necesidad.” Aunque “aquellos que etiquetan la nueva política migratoria del presidente Trump como ‘no cristiana’ fracasan al entender el papel que Dios le dio al gobierno” de proteger a sus ciudadanos.

“El presidente Trump está suspendiendo la inmigración a nuestro país con base en el país de origen, no en la religión,” dijo Jeffress en unos comentarios por escrito.

Trump “tiene razón en dar preferencia a los refugiados de las minorías religiosas perseguidas en los países Musulmanes como Siria,” añadió Jeffress, quien es uno de los miembros del Gabinete Ejecutivo de Asesores Evangélicos. Señaló que en una conversación personal “hace unas semanas,” el presidente “expresó una preocupación genuina por los 90,000 cristianos que han sido mártires por su fe en el 2016.”

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  • Por David Roach