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La Suprema Corte de Conn. legaliza el ‘matrimonio de homosexuales’


HARTFORD, Conn. (BP)–El 10 de octubre Connecticut se convirtió en el tercer estado en la nación que legaliza el “matrimonio de homosexuales” cuando su Suprema Corte emitió el tan esperado fallo declarando que las parejas homosexuales tienen garantizado el derecho a “casarse” bajo la constitución estatal.

La decisión de 4 a favor y 3 en contra le sigue a una similar tomada en mayo por la Suprema Corte de California y al histórico fallo de la Suprema Corte de Massachusetts en el 2003. Los tres fallos involucraron un margen de un voto de diferencia.

La corte de Connecticut derogó una decisión de una corte menor que había sostenido las leyes matrimoniales del estado.

Los conservadores en Connecticut tienen pocas opciones, aunque la mejor aparecerá en la boleta para votar del 4 de noviembre, cuando se les preguntará a los electores si se debe tener una convención constitucional. La constitución estatal exige que la pregunta aparezca en la boleta de votación cada 20 años.

“El 4 de noviembre los electores de Connecticut tendrán una oportunidad para reafirmar su derecho de autonomía. Debemos votar a favor,” dijo Peter Wolfgang, directo ejecutivo de Family Insitute of Connecticut, según fue citado en el diario Hartford Courant.

Pero ésa puede ser la única opción. A diferencia de California –la cual votará por una enmienda al matrimonio el 4 de noviembre- Connecticut no tiene una ley que permita a los electores reunir firmas para poner una enmienda constitucional en las boletas de votación. Aparte de la opción de cada 20 años, cualquier enmienda debe ser iniciada por la legislatura de izquierda, la cual no ha mostrado mucho interés en la idea.

El fallo por mayoría ocupó 85 páginas y fue entregado más de una año después de que los jueces escucharon el caso en mayo del 2007.

“Reconocemos, tal como lo hizo la Suprema Corte Judicial de Massachusetts…que ‘nuestra decisión marca un cambio en la historia de nuestra ley matrimonial,'” escribió para la corte el Juez Richard N. Palmer.”…Aunque el derecho a casarse no está enumerado en nuestra constitución, por mucho tiempo se ha considerado un derecho civil básico…[N]uestro entendimiento convencional del matrimonio debe ceder hacia una apreciación más contemporánea de los derechos otorgados como protección constitucional. Interpretar nuestras provisiones constitucionales estatales de acuerdo con principios de igualdad de protección firmemente establecidos lleva inevitablemente a la conclusión de que las personas homosexuales tienen el derecho de casarse con el adecuado compañero del mismo sexo que ellos elijan.”

La demanda fue presentada en el 2004 por Gay and Lesbian Advocates and Defenders a nombre de ocho parejas homosexuales. Esta organización es la misma que tuvo éxito en su demanda para legalizar el “matrimonio de homosexuales” en Massachusetts. Al año siguiente, la legislatura de Connecticut aprobó y el gobernador firmó para hacerla ley una propuesta de ley que legaliza las uniones civiles entre parejas del mismo sexo — la cual otorga todos los beneficios legales del matrimonio- pero aún así la demanda continuó.

La opinión de la mayoría falló que las uniones civiles — consideradas como terreno común por algunos de sus partidarios — son discriminatorias.

En una disensión, el Juez Peter T. Zarella afirmó que la opinión de la mayoría fracasó al hacer referencia al propósito real detrás de las leyes matrimoniales estatales, es decir, la procreación.

“[La opinión de la mayoría] está basada principalmente en sus suposiciones sin comprobar de que la esencia del matrimonio es una relación amorosa, comprometida entre dos adultos y la única razón por la cual el matrimonio está limitado a ser entre un hombre y una mujer es la desaprobación moral de la sociedad o el sentimiento irracional hacia las personas homosexuales,” dijo Zarella. “De hecho, la mayoría fracasa, durante todo el curso de su opinión de (85) páginas, incluso para identificar, mucho menos discutir, el mismo punto de las leyes matrimoniales, aunque éste es el primer paso crítico en cualquier análisis de la igualdad de protección.

“Yo concluyo, por el contrario, que, dado que el duradero, fundamental propósito de nuestras leyes matrimoniales es el dar el privilegio y regular la conducta procreativa, aquellas leyes no se clasifican con base en orientación sexual y que las personas que deseen entrar en un matrimonio del mismo sexo no están situadas de manera similar que las personas que desean entrar en un matrimonio tradicional. La antigua definición del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer tiene sus bases en la biología, no en la intolerancia. Si el estado ya no tiene interés en la regulación de la procreación, entonces esa es una decisión que debe tomar la legislatura o el pueblo en el estado y no esta corte.”

Brian Raum, el abogado defensor de Alliance Defense Fund, cuya organización presentó un reporte amicus curiae a nombre de Family Research Council, criticó el fallo.

“Los jueces y los políticos nunca deberían imponer un sistema que abiertamente niega a un niño el tener una madre y un padre,” dijo en una declaración. “Creemos que los estadounidenses nos estamos cansando de esta forma de activismo judicial. Esta decisión demuestra –como lo hizo la reciente decisión de la Suprema Corte de California- la urgente necesidad de emitir enmiendas constitucionales para proteger el matrimonio del continuo ataque judicial… Preguntamos, ¿cuál de los padres no importa: una madre o un padre?”

En retrospectiva, el fallo quizás giró alrededor de una seria de recusaciones. La Presidenta del Tribunal Chase T. Rogers se recusó del caso antes de ser si quiera escuchado ya que su esposo trabajó para una firma legal que estaba del lado de los partidarios del “matrimonio de homosexuales.” Fue remplazada por el ex Presidente del Tribunal William J. Sullivan, quien fuera descrito en algunos círculos como el “devoto católico” que había expresado una opinión un tanto antiabortista en alguna ocasión. Pudiera haber estado del lado de los conservadores, pero él, también, se recusó del caso antes de la audiencia y fue remplazado por el Juez de Apelación Lubbie Harper Jr., quien al final se puso del lado de los partidarios del “matrimonio de homosexuales,” proveyendo el crítico cuarto voto.

California y Connecticut no son los únicos estados enfrascados en un debate sobre el “matrimonio de homosexuales.” El 9 de diciembre la Suprema Corte de Iowa escuchará los argumentos de un caso de “matrimonio de homosexuales.”
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Michael Foust es uno de los editores asistentes de Baptist Press. Para obtener reportes actualizados de cómo están movilizándose los conservadores de Connecticut en contra del fallo, visite www.ctfamily.org y www.ctfamily.org/blog.

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  • Por Michael Foust