[1]WASHINGTON (BP) – La decisión de aumentar dramáticamente el número de refugiados que serán acogidos en Estados Unidos les proveerá a los cristianos importantes oportunidades de testificar el evangélico y servir a aquellos que huyen de la opresión, dijeron líderes bautistas del sur.
El presidente Biden anunció el 4 de febrero que elevaba el limite para refugiados a 125.000 durante el año fiscal federal que comenzará en octubre, y emitió una orden ejecutiva diseñada para reconstruir el programa de reasentamiento. El presidente, así como las agencias que ayudan en el reasentamiento de los refugiados en este país, reconocieron que el proceso de reconstrucción tomará un tiempo. El nuevo límite supera el tope de 15.000 establecido por la administración Trump durante su último año.
“Es la función del gobierno determinar la política de inmigración y reasentamiento de refugiados para nuestra nación”, le dijo el presidente de Send Relief, Bryant Wright a Baptist Press en comentarios escritos. “Es el papel de la iglesia mostrar el amor de Cristo con la esperanza de que el corazón de ellos se abra al recibir la mayor expresión del amor de Dios mediante la salvación en Jesucristo”.
Send Relief es el ministerio de compasión de la Convención Bautista del Sur (SBC) realizado a través del esfuerzo cooperativo de la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB) y de la Junta de Misiones Internacionales (IMB). El cuidado a los refugiados es una de las áreas de enfoque de Send Relief.
“Jesús le mandó a la iglesia que fuera y llevara el Evangelio a las naciones”, dijo Wright, expresidente de la SBC. “Así que, cuando las naciones vengan a donde nosotros vivimos en Estados Unidos, ¡qué oportunidad la que Dios le está dando a la iglesia para que muestre el amor de Cristo!”
Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética (ERLC), dijo que ora para que los cristianos “lideren la revitalización del compromiso de Estados Unidos de ser un faro de libertad y puerto seguro para el oprimido y perseguido.”
[2]“Nuestra defensa de las minorías religiosas en peligro en todo el mundo, ya sean uyghurs en China o cristianos en Siria, es una prioridad de nuestro trabajo en la ERLC”, dijo Moore, quien expresó su gratitud por las acciones de Biden. “Ahora es el tiempo de reconstruir el programa de reasentamiento de refugiados en Estados Unidos. …Insto a la administración a dar el siguiente paso y elevar oficialmente el tope de refugiados.”
El nuevo tope anunciado de refugiados llega después de cuatro años de límites máximos bajos establecido por el presidente Trump – de 45.000 en el año fiscal 2018 a 30.000 en 2019 a 18.000 en 2020 y 15.000 durante el año actual. En la década anterior (2008-2017), los Estados Unidos acogieron un promedio de cerca de 67.000 refugiados cada año, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew. El número de admisiones frecuentemente es menos que el tope. El record más alto para el tope y admisiones es 232.000 y 207.000, respectivamente, en 1980, reportó Pew.
La reducción en el límite en los Estados Unidos se produce en un momento en que los conflictos en muchos países han resultado en un número masivo de refugiados. Hasta mediados de 2020, se estima que 26.3 millones de personas eran consideradas refugiadas de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR). Más de 80 millones de personas, incluyendo de 30 a 34 millones de niños, fueron desplazadas, reportó el UNHCR.
Más del 60 por ciento de los refugiados, así como los venezolanos que fueron desplazados al extranjero, eran de cinco países, reportó el UNHCR. Además de Venezuela (3.7 millones de personas), provenían de la República Árabe Siria (6.6 millones), de Afganistán (2.7 millones), de Sudán del Sur (2.3 millones) y de Myanmar (un millón).
Las Naciones Unidas han definido un refugiado como “alguien que no puede o no quiere regresar a su país de origen debido a un temor fundado de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, o pertenencia a un grupo social en particular, u opinión política,” de acuerdo con su Convención de Refugiados de 1951.
Los refugiados deben pasar un estricto proceso de selección que incluye múltiples chequeos biométricos y biográficos y una entrevista antes de ser elegibles para entrar a los Estados Unidos, de acuerdo con las directrices de 2020 de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. El tiempo de procesamiento antes de que los refugiados entren a este país promedia de 18 meses a tres años, reportó la organización cristiana humanitaria World Relief.
La historia bautista del sur de ministrar a personas que huyen hacia los Estados Unidos incluye el patrocinio de casi 15.000 refugiados de 1975 a 1985, lo cual resultó en la plantación de más de 280 iglesias étnicas, de acuerdo con una resolución aprobada por los mensajeros a la reunión anual de la SBC 2016.
La misma resolución, la cual fue afirmada por los mensajeros en 2018, instó a “las iglesias bautistas del sur y a las familias a acoger y adoptar refugiados en sus iglesias y hogares como un medio para demostrar a las naciones que nuestro Dios anhela que cada tribu, lengua, y nación sea bienvenida en su trono.”
Send Relief atendió a 13.933 personas en su trabajo con refugiados y extranjeros en Norte América en 2020. Movilizó a más de 850 personas para servir en el ministerio a los refugiados. Esos números no incluyen el trabajo en el extranjero con los refugiados.
Los bautistas del sur en Montgomery, Alabama, están entre los que sirven a los refugiados. La Asociación Bautista de Montgomery colabora con la First Baptist Church en Montgomery para ministrar de 250 a 300 familias internacionales, incluyendo refugiados, de 42 países, dijo Susan West, directora del Ministerio de Inglés Conversacional de la asociación. Más de 30 iglesias participan en el ministerio, y otras apoyan el trabajo financieramente.
Durante el año escolar 2019-20, el ministerio atendió 13 hogares de refugiados antes de la pandemia de COVID-19, dijo West. Ha ministrado por lo menos a seis familias de refugiados este año escolar. Los refugiados durante estos dos años han llegado de tres continentes, dijo ella.
“Como seguidores de Jesús, somos llamados a recibir bien a los extranjeros entre nosotros,” dijo West en una entrevista por correo electrónico. “No se necesita pasaporte para hacer la Gran Comisión en nuestros propios vecindarios. ¡El mundo está aquí!”
El ministerio práctico a los refugiados y otros internacionales incluye clases de inglés, además de cuidado preescolar y transporte a clases para muchas familias, dijo West. También consiste de clases de ciudadanía, la oportunidad de cultivar alimentos en una huerta comunitaria y viajes a museos y otros sitios locales. Los voluntarios también acompañan a las familias a las citas médicas y a las conferencias de los padres en las escuelas cuando se les requiere. Ellos cocinan y comen con los refugiados y con otros extranjeros y también pasan tiempo desarrollando relaciones, dijo ella.
A cada familia se les ofrece una Biblia en su “lengua materna,” y cada niño recibe una copia de Historias Bíblicas de Jesús. La lectura de la Biblia provoca preguntas a los voluntarios, dijo West.
Send Relief anima a las iglesias a proclamar el Evangelio a la vez que abordan necesidades prácticas. Además de atender a los refugiados, otros enfoques de Send Relief son luchar contra el tráfico humano, proteger a los niños y a las familias, fortalecer las comunidades y responder a las crisis.
Trabajando con diferentes socios, Send Relief administró más de 700 proyectos que afectaron a casi 10.000 comunidades el año pasado, y ayudaron a 1.4 millón de personas, de acuerdo con un reporte de NAMB en diciembre. Fuera de América del Norte, alrededor de 500.000 personas oyeron el Evangelio mediante el ministerio de Send Relief. Más de 37.000 personas llegaron a la fe en Jesús, y más de 380 iglesias se iniciaron como resultado, de acuerdo con el reporte.