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Los bautistas del sur dicen que el discurso del Papa es inquietante

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WASHINGTON (BP) — El histórico discurso del papa Francisco I ante el Congreso fue inquietante por su falta de claridad sobre los asuntos morales y por ser inapropiado en la relación iglesia-estado, dijeron los líderes y pastores bautistas del sur.

El papa habló ante una sesión conjunta del Congreso el jueves (24 sept.), convirtiéndose en el primer líder de la Iglesia Católica Romana que se dirige al cuerpo legislativo de los EE.UU. Su discurso se programó para el final del tercer día de la visita a Washington, D.C., después de una ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca, un desfile y una misa por la canonización de un santo católico.

En su discurso ante el Congreso, el Papa Francisco I conversó acerca de varios asuntos pero sin ser particularmente específico en cuanto al aborto y al matrimonio.

Russell Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa (ERLC, por sus siglas en inglés), expresó gratitud porque el papa habló ante el Congreso “sobre la dignidad de toda vida humana, ya estén por nacer, sean ancianos o inmigrantes, así como la importancia de la familia en una sociedad libre y floreciente.”

Sin embargo, añadió “yo creo que el discurso del papa fue una oportunidad para abordar con mayor claridad y franqueza los urgentes asuntos morales como la cultura del aborto y la libertad religiosa y realmente no lo hizo tanto.”

R. Albert Mohler Jr., presidente del Southern Baptist Theological Seminary, dijo que la referencia que hizo el papa al aborto y al matrimonio “fueron un acercamiento muy borroso y evasivo que dejó a muchas personas preguntándose si de hecho estaba hablando o no sobre el aborto o el matrimonio.”

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También fue problemática la invitación de los líderes congresistas para que la cabeza de un cuerpo religioso hablara antes los legisladores, dijo Mohler así como algunos pastores bautistas del sur.

“Me pregunto qué figura religiosa evangélica pudiera recibir tal oportunidad,” dijo Mark Dever, pastor de Capitol Hill Baptist Church en Washington, D.C., en una declaración escrita para Baptist Press.

Bart Barber, pastor de First Baptist Church en Farmersville, Texas dijo a BP en unos comentarios escritos, “Que el Congreso trate a una iglesia como si fuera un estado y a la cabeza de una iglesia como si fuera la cabeza de un estado va en contra de los principios básicos de la Primera Enmienda sobre la privación de reconocimiento oficial.”

Mientras que aplaudió que el papa defendiera la santidad de la vida humana, “junto con nuestros antepasados bautistas pido a nuestro gobierno que no extienda privilegios diplomáticos especiales a la Iglesia Católica Romana que luego no extienda a ninguna otra religión,” dijo Barber, uno de los miembros de la Red del Concilio de Liderazgo de la CELR.

Mohler describió el discurso del papa ante el Congreso como un “desarrollo inquietante.”

Los bautistas del sur “históricamente han estado muy en contra de que el gobierno de los Estados Unidos reconozca de esa manera a cualquier religión o líder religioso,” había dicho Mohler a BP antes de la visita del papa a Washington.

“[E]s esencial señalar que casi nadie en los medios masivos de comunicación o en la cultura quien estuviera haciendo referencia a la visita del papa le identificó como cabeza de estado, aunque esa es la justificación legal para el hecho de que esté aquí en una visita de estado,” dijo Mohler en su podcast del 23 de septiembre en The Briefing.

Además de ser el líder de la Iglesia Católica Romana, el papa también es la cabeza del Estado de la Ciudad del Vaticano.

En su podcast del 24 de septiembre, Mohler hizo referencia a un observador de National Public Radio que dijo que debería reconocerse que el papa se dirigirá al Congreso como pastor, no como líder político.

“Bueno, eso solamente declara lo que ya es obvio: jamás en la historia de los Estados Unidos ningún pastor se ha dirigido ante una sesión conjunta del Congreso,” dijo Mohler.

Los bautistas del sur se han opuesto por mucho tiempo a tal favoritismo del gobierno por un cuerpo religioso.

La Fe y Mensaje Bautistas 2000 (Baptist Faith and Message 2000), la declaración de fe de la Convención Bautista del Sur, incluye en su artículo sobre la libertad religiosa: “La iglesia y el estado deben estar separados; el estado debe proteger y dar total libertad a cada iglesia en pos de sus metas espirituales. Al proveer tal libertad, ningún grupo o denominación debe ser favorecido por el estado más que otros.”

En la versión de 1963 de la F y MB se incluye una redacción idéntica, mientras que en la confesión de 1925 tiene el mismo lenguaje casi palabra por palabra.

Los bautistas del sur también se han opuesto por mucho tiempo a nombrar un embajador de los EE.UU. para el Vaticano. Hicieron lo anterior cuando el Presidente Ronald Reagan nombró al primer embajador estadounidense para el Vaticano en 1984. La política fue descontinuada por el Presidente George H. W. Bush.

La CELR (anteriormente conocida como la Comisión de Vida Cristiana) instó al Presidente Bill Clinton a que descontinuara la práctica antes de comenzar su cargo en 1993. Esta entidad condenó su decisión dos meses después de hacer el juramento presidencial y nombrar a Raymond Flynn como embajador para el Vaticano.

En su discurso ante el Congreso, el papa habló sobre la “responsabilidad de proteger y defender la vida humana en cada una de las fases de su desarrollo.” Habló sobre la importancia de la familia pero no definió explícitamente al matrimonio como entre un hombre y una mujer.

El papa abordó el medio ambiente, la pobreza y la inmigración al hablar con los legisladores y decenas de miles de personas que vieron su discurso en pantallas Jumbotrons en el jardín oeste del Capitolio de los EE.UU. También lanzó un llamado para la “abolición mundial” de la pena de muerte.

Sin embargo, no mencionó a Jesucristo, lo que Mohler denominó como un “desarrollo asombroso.”

El discurso del papa, dijo Mohler en su podcast del viernes (25 sept.), envió “una señal muy clara a los católicos conservadores” que están enfrentando “exactamente lo que temían — un papa que no solamente está inclinándose a la izquierda, si no que se está llevando a la izquierda a la Iglesia Católica Romana junto con él.”

Aunque expresó un poco de desilusión por la falta de claridad del papa, Moore, de la CELR, dijo a BP en comentarios por escrito que, “incluso si como bautistas continuamos teniendo diferencias teológicas con el Papa Francisco I y con la Iglesia Católica Romana, podemos y debemos buscar oportunidades para unir nuestras voces y hablar sobre asuntos de la vida, la libertad, y la dignidad humana en la arena pública.”

El papa endosó la libertad religiosa con palabras y acciones durante su tiempo en Washington.

En una ceremonia de bienvenida el 23 de sept., dijo al Presidente Obama y a una audiencia reunida en el jardín sur de la Casa Blanca que los católicos estadounidenses y otros desean que se respete su “derecho a la libertad religiosa.”

“Esa libertad recuerda una de las posesiones más preciadas de América,” dijo el papa. “[T]odos están llamados a ser vigilantes, precisamente como buenos ciudadanos, para preservar y defender esa libertad de todo lo que la amenace o comprometa.”

El papa hizo una visita sorpresa a las Hermanitas de los Pobres en su convento en Washington. La parada fue una señal de su apoyo para esta orden católica romana en su lucha legal en contra del mandato sobre el aborto/anticonceptivos de la administración de Obama, según opinó el Vaticano.

Las Hermanitas de los Pobres y GuideStone Financial Resources, la entidad de prestaciones de salud y financieras de la CBS, se han unido para pedir a la Suprema Corte de los EE.UU que acepte su apelación de un fallo de una corte menor que requeriría que las organizaciones religiosas no relacionadas con la iglesia paguen por los anticonceptivos de sus empleados. Entre los medicamentos obligatorios figuran aquellos que potencialmente pudieran causar abortos precoces.