NASHVILLE (BP) – La capacidad oficial de asientos para el Davidson Ballroom en el Music City Center es de 1,128. Todos, más algunos más, todavía no eran suficientes para acomodar a aquellos que querían participar en una reunión de oración especial llamada el domingo por la noche (13 de junio).
La multitud desbordada incluía jóvenes y mayores, así como una variedad de etnias. En la preparación de una reunión anual donde la palabra “división” recibió mucha atención, su única aparición aquí vino con un llamado a Cristo para que la echara fuera.
Robby Gallaty, pastor de Long Hollow Baptist Church en Hendersonville, Tennessee, dirigió el tiempo de oración, pero dejó en claro desde el principio que “esta noche se tratará de Jesús”.
Un espíritu dispuesto a ser usado por Dios tenía que estar presente antes de ver un avivamiento en su propia iglesia, confesó Gallaty. Tuvo que dejar su propio orgullo y celos de los demás, así como darse cuenta de que estaba permitiendo que el estrés del pastorado se consumiera a sí mismo. La claridad de su propia situación, dijo, vino con una pregunta que le hizo un amigo.
“Si el avivamiento en su iglesia o su ministerio dependiera de su oración o su fe”, recordó Gallaty, “¿vería un avivamiento?”
Se desconoce si alguna vez ha habido un tiempo oficial dedicado exclusivamente a la oración antes de una reunión anual de la SBC. Gallaty dijo que su oración es que en 50 años los mensajeros no puedan recordar un momento en el que no haya sucedido después de una reunión de oración.
Antes de que comenzara la reunión de oración, ya había llegado el avivamiento para una persona. Un miembro del personal del Music City Center sintió curiosidad por la configuración de la sala y el evento que se estaba celebrando. Gallaty y otros oraron con ella y ella recibió a Cristo como su salvador. La noticia compartida por Gallaty al principio provocó una gran ovación.
Los comentarios de apertura de Gallaty llevaron a un tiempo de silencio dirigido, seguido de adoración colectiva y otro tiempo de oración. Se animó a los asistentes a confesar y orar por pecados como la amargura, la complacencia y los celos. Gallaty instó además a los pastores a auto examinarse si se habían “enamorado del ministerio de Jesús en lugar del Jesús del ministerio”. A los pastores, líderes del ministerio y a sus familias se les pidió que se pusieran de pie para que los que estaban a su lado pudieran poner sus manos sobre ellos y orar por ellos.
Los susurros de oración llevaron a murmullos. Las siguientes palabras de Gallaty provocaron un rugido cuando llamó a los reunidos a ver la oración como la clave para los próximos días. “¿Qué pasó en la reunión anual?” preguntó, pensando en una posible conversación futura. “No sé. ¡Pero estuve en la noche de oración y cambió mi vida!”
Durante aproximadamente media hora, pequeños grupos de tres o cuatro oraron por áreas como la unidad en la SBC, las iglesias y las necesidades específicas del grupo. Hacia el final, Gallaty invitó al presidente y CEO del Comité Ejecutivo de la SBC, Ronnie Floyd, a quien llamó “un gran amigo” y uno “que ama a Jesús más que nadie que yo conozca”, y a la esposa de Floyd, Jeana, en el escenario para orar.
Los miembros del equipo de oración intercesora de Long Hollow Baptist Church participaron en el evento. Desde diciembre, Long Hollow ha sido testigo de un avivamiento arraigado en la oración que trajo 1,000 bautismos a mediados de abril.
Nathan Lino, pastor principal de Northeast Houston Baptist Church, que ha experimentado su propio avivamiento este año, cerró el evento en oración.
Lino llamó a la noche “un calentamiento”, y oró para que los bautistas del sur no cambiaran “esta herencia divina por algo trillado”.
Comparó las tensiones actuales en la SBC con las sesiones de asesoramiento entre parejas casadas de las cuales muchos pastores son partes. La comunicación debe volverse clara. Oró para que Dios “vindicara a los que dicen la verdad” y “exponga a los falsos profetas”.
En lugar de estar en conflicto, expresó Lino, [oro] que los creyentes se unen con un solo corazón y una sola mente. Donde existen influencias demoníacas y satánicas, pidió a Jesús que los expulsara.
“Llena nuestras reuniones del martes y miércoles con tu presencia”, oró.
