fbpx
Articulos en Español

Los bautistas peruanos responden ante el llamado misionero


LIMA, Perú (BP) — “Cuando hablamos de ir al mundo a cumplir con la Gran Comisión, Latinoamérica es un gigante dormido,” dijo Tommy Larner.

“Nosotros formamos parte de él, pero es algo claramente peruano,” dijo Larner, un misionero de la Junta de Misiones Internacionales (IMB, por sus siglas en inglés) quien trabaja con Perú a las Naciones, una organización bautista peruana que comenzó a preparar a los creyentes para entrar al campo misionero.

“Eso es emocionante, lo que está surgiendo de los creyentes peruanos,” dijo Larner. Él y su esposa Beth, “tienen el gozo de formar parte de ello.”

Hasta ahora, la organización ha comenzado tres escuelas tipo seminarios en diferentes partes del país para capacitar a los creyentes en cuanto a las misiones interculturales.

Larner también habla ante iglesias locales sobre la necesidad de más misioneros.

“Predico muy fuerte,” dijo. “Predico que el llamado de seguir a Jesús es un llamado a tomar tu cruz y morir… [E]l mismo llamado que llega a mi vida es el mismo llamado que llega a sus vidas. Y el llamado a seguir a Jesús no es uno fácil.”

Larner dijo que uno de los mayores retos es enseñar a los latinoamericanos a verse a sí mismos como unos que envían misioneros en lugar de recibirlos. Aunque la idea todavía no es una regla, muchos peruanos están respondiendo.

“Algunos pueden estar solamente explorando el llamado,” dijo. “Luego algunos tienen un fuerte sentir del llamado, y algunos ya saben a dónde [han sido llamados].”

El pasado mes de septiembre, Perú a las Naciones graduó la primera generación que ha completado su programa de capacitación de un año.

Diego y Adalia García*, un matrimonio que se graduó, y quienes han realizado muchos viajes misioneros a las junglas y montañas del Perú, se sintieron llamados a servir en el Medio Oriente.

Adalia dijo que a pesar de la dificultad de dejar a sus hijos y nietos, saben bien que deben ir [al Medio Oriente].

“Siempre supimos que había algo más que solamente aceptar al Señor,” dijo. “Antes, los norteamericanos eran quienes iban. Pero ahora, hay tanta resistencia en su contra [en el Medio Oriente]. Sentimos que podemos ir nosotros. Llegó la hora de los latinoamericanos.”

La Convención Bautista Peruana no patrocina a los misioneros internacionales, así que deben confiar en iglesias individuales para suplir sus necesidades financieras, lo cual a menudo es difícil conseguir y aún más difícil sostener.

“Siempre hemos esperado el tiempo de Dios,” dijo Diego. “Cuando viajamos a otros lugares, siempre buscaba a alguien con quien hablar del Señor. Luego un día otra creyente vino a nosotros y dijo, ‘La mesa está lista; todo está preparado. No tengan temor. Vayan.’ Ella dijo que el Señor iba a estar con nosotros siempre.”

Noemí Miranda, una mujer soltera que asistió a la capacitación, dijo, “Tengo que dedicar mi vida a las cosas que Dios realmente quiere que haga. Necesito llevar la Palabra de Dios para que otros conozcan a Cristo, no sólo aquí en Perú, si no también fuera de Perú.”

Después de un corto viaje misionero a Oaxaca, México, Miranda se sintió llamada a servir ahí como misionera. Ya que vive con sus ancianos padres, su decisión de mudarse fue difícil.

“Yo sé que ese es el lugar que Dios ha puesto en mi corazón y mi sendero,” dijo. “No es fácil. Es difícil, pero sé que el Señor me ha dicho que tengo que dejar a mi madre y a mi padre, y también tengo que dejar mi empleo.

“Tengo la paz de saber que quien hace el llamado también proveerá. Él me va a cuidar.”

Las preocupaciones por las finanzas le dificultan entrar al campo misionero, reconoció Miranda. “No sé lo que va a pasar,” dijo. “Sólo sé que voy a ir, y que los alimentos, la ropa y un lugar donde quedarme no me van a faltar. Nada me detiene.”

Desde la primera graduación en Perú para las Naciones, cuatro misioneros ya se han ido a servir en dos países; varios más se están preparando para ir. Aunque la organización aún está en sus primeras etapas, Larner está animado de ver a los latinoamericanos responder y dar el paso en los años por venir.

“Tenemos a algunos ya en la puerta,” dijo. “Luego, en el próximo año, pudiera haber unos más. Y creo que luego podrás ver que esto se multiplica exponencialmente.

“Oren por los creyentes peruanos para que se vean a sí mismos en Cristo como unos a quien Dios puede usar efectivamente para alcanzar a las naciones… [E]sta es la familia mundial trabajando junta.”
–30–
*Seudónimos. Emily Pearson es una escritora de la IMB, sirviendo en Sudamérica.

    About the Author

  • Por Emily Pearson