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Los hispanos tienen un alto concepto de la educación

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NASHVILLE, Tenn. (BP)–El creciente aprecio por la educación entre la población hispana, como lo reveló un estudio reciente, debiera llevar a los bautistas del sur a explorar nuevas oportunidades en esta esfera, dijo un profesor del Seminario Teológico Bautista Southwestern.

El 7 de octubre, el Centro Hispano Pew divulgó dos estudios que dicen que los jóvenes adultos hispanos en EE. UU. tienen más propensión a estudiar o a trabajar que la que tuvieron sus contrapartes en generaciones anteriores, y cerca de cada 10 hispanos dicen que es “necesario” obtener educación superior para salir adelante en la vida.

Luego de analizar datos de la Oficina del Censo, Pew dijo que en 1970 el 77 por ciento de los hispanos en edades comprendidas entre los 16 y los 25 años trabajaban, iban a la escuela o servían en el ejército, y para el 2007 el número se había incrementado en un 86 por ciento.

Pew dijo que aunque cambios similares han ocurrido entre los jóvenes blancos y negros, la tendencia hispana es particularmente notable debido a que el número de la población de jóvenes adultos se ha incrementado dramáticamente — del 5 por ciento en 1970 al 18 por ciento en el 2007.

Una razón significativa para el progreso entre los hispanos en la escuela y en la fuerza laboral, dijo Pew, es que hace dos años cerca de la mitad de las mujeres jóvenes hispanas estaban estudiando en comparación a un tercio que lo hacían en 1970. Su participación en la fuerza laboral también creció, del 40 por ciento al 54 por ciento.

Aun así, Pew encontró que un 19 por ciento de las mujeres hispanas jóvenes no estudiaban ni trabajaban, una estadística que los investigadores atribuyen en parte a la maternidad. El índice de nacimientos entre las mujeres hispanas jóvenes es mayor que el de las blancas y negras, aunque el número ha estado disminuyendo.

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El índice de deserción escolar entre los hispanos ha declinado agudamente desde 1970, dijo Pew, y la matrícula universitaria se ha expandido de manera que en el 2007 casi el 40 por ciento de los hispanos que habían completado la secundaria seguían estudios superiores.

Pew descubrió también que aunque los hispanos estiman la educación, solamente el 48 por ciento de los que dicen que la educación es importante también dicen que planean obtener un título universitario. La mayor razón, dijeron los investigadores, parece ser la presión financiera de sostener una familia.

Cerca del 75 por ciento de los hispanos que interrumpen su educación dijeron que lo hicieron porque tenían que sostener a su familia. Cerca de la mitad de ellos mencionaron que tenían poca habilidad en el inglés, y otros dijeron que no necesitaban más educación para la carrera que querían.

En comparación con todos los jóvenes estadounidenses, los latinos tienen menos probabilidades de inscribirse en la escuela, reportó Pew. Algunos encuestados dijeron que una razón principal es que los padres de estudiantes hispanos no desempeñan un papel activo en ayudar a sus hijos a salir adelante, y otros dijeron que las diferencias en los trasfondos culturales de los estudiantes hispanos y sus maestros es una razón importante.

Daniel Sánchez, profesor de misiones del Seminario Southwestern de Fort Worth, Texas, le dijo a Baptist Press que el hecho que solo el 48 por ciento de los jóvenes hispanos encuestados indicaron que planeaban asistir a la universidad aunque creían que era importante muestra que no tienen una fuerte convicción que es suficientemente importante sacrificarse para obtener una educación.

“Todas las entidades de la CBS (iglesias, asociaciones, convenciones estatales, compañerismos y particulares) tenemos ante nosotros el gran desafío de comunicarles a los jóvenes la importancia de obtener la mejor educación posible,” señaló Sánchez en comentarios escritos provistos a Baptist Press. “Esto necesita hacerse por todos los medios posibles a nuestro alcance (contacto personal, sermones, materiales impresos, oportunidades de enseñanza, campamentos juveniles, etc.). Esto necesita ser un esfuerzo coordinado si hemos de ver un cambio significativo en esta área.”

Los estudios mostraron una brecha entre los hispanos nacidos en el extranjero y los nacidos en el país en relación con su iniciativa para obtener educación superior, y Sánchez dijo que eso refleja el desafío que enfrentan los hispanos nacidos en el extranjero.

“Estos desafíos se relacionan con su capacidad en el uso del idioma inglés, sus experiencias negativas en la escuela y quizá el bajo índice de confianza en sí mismos,” dijo.

“Todo esto son áreas de ministerio para nuestras iglesias y entidades. Además de clases de inglés como segundo idioma (ESL por sus siglas en inglés), es necesario hacer esfuerzos para ayudar a los jóvenes a dar abasto con la escuela, la tarea y el ánimo personal,” dijo Sánchez, y añadió que sabe de una iglesia que divide el tiempo de la reunión de los miércoles en la noche entre orar y ayudar a los jóvenes con sus tareas.

Para aquellos estudiantes que batallan porque sus padres no los ayudan con las tareas, Sánchez sugirió que las iglesias consideren qué pueden hacer para ayudar a los padres.

“Algunos programas están surgiendo en los que a los padres se les enseña no solamente inglés sino algunas de las habilidades básicas en matemática, lectura, etc. de manera que ellos puedan ayudar a sus hijos,” dijo. “Este también puede ser un ministerio de nuestras iglesias. ¿Qué si las iglesias hispanas trabajan en colaboración con otras iglesias (anglos, afroamericanas, etc.) y así voluntarios de esas iglesias se involucran en adiestrar no solamente a los jóvenes sino también a sus padres?”

Las iglesias hispanas también se pueden asociar con escuelas locales para trabajar en la brecha cultural entre los maestros no hispanos y los estudiantes hispanos mencionados en los estudios.

“Las iglesias hispanas podrían ofrecerse como voluntarias para ayudar en tareas en estas escuelas. Algunos miembros hispanos podrían asociarse con maestros no hispanos y ofrecerles su ayuda en asuntos relacionados con la cultura,” dijo Sánchez. “Talleres de sensibilidad intercultural podrían ser ofrecidos por iglesias hispanas en las escuelas de sus comunidades. Las iglesias hispanas también pueden ofrecer talleres a los jóvenes hispanos y a sus padres en cómo ajustarse y funcionar en un ambiente no hispano en la escuela y en la comunidad.”

Para aquellos hispanos que no tienen apoyo financiero para asistir a la universidad, Sánchez dijo que las iglesias podrían auspiciar talleres que les informen a los jóvenes hispanos sobre becas, ayuda del gobierno y préstamos, y otros recursos a nivel local, estatal y nacional.

“Al mismo tiempo, el concepto de sacrificio para obtener una educación superior necesita ser comunicado en nuestras iglesias hispanas y a través de literatura y otros medios,” dijo Sánchez. “Apelar a nuestras universidades bautistas a lo largo y ancho del país para que haya más becas para los hispanos y comunicar esta información a los hispanos puede también ser de gran ayuda.”

Sánchez dijo que es admirable que los hispanos tengan en tan alto valor a la familia y que estén dispuestos a abandonar la escuela para sostenerla, pero señaló que esos patrones contribuyen a los ciclos de pobreza que pueden perdurar generaciones.

“Hay una desesperada necesidad de comunicarles a los padres y a los jóvenes que si ellos permiten que esto suceda, los jóvenes en la mayoría de los casos van a estar limitados por el resto de sus vidas,” dijo Sánchez. “Ayudar a los padres hispanos a entender esto y a estar dispuestos a sacrificarse por unos pocos años más puede resultar en que sus hijos tengan muchos más recursos financieros a través de sus vidas. Comunicar el valor de la educación como un asunto de mayordomía bíblica puede también ayudar a los padres cuando busquen guiar a sus hijos a planear para el futuro.”

En una nota relacionada, Sánchez dijo que la edad mediana de los hispanos en EE. UU. es 27 años, lo cual significa que la mitad de la población hispana es mayormente alcanzable a través de los ministerios juveniles e infantiles en las iglesias locales.

Él identificó una desesperada necesidad de que la CBS entrene voluntarios, ministros de medio tiempo para niños y jóvenes que sirvan en las iglesias étnicas que no tienen la capacidad de sostener personal de tiempo completo.

Sánchez también dijo que las iglesias debieran considerar usar la Escuela Bíblica de Vacaciones como un componente clave de un plan de alcance, debido a que las estadísticas han mostrado que gran número de hispanos que no asisten a la iglesia les permitirán a sus hijos asistir a la EBV en iglesias bautistas del sur.

“Mi percepción es que las iglesias que tienen personas involucradas en ministerios infantiles y juveniles son las que están haciendo los mayores progresos,” dijo Sánchez.

A medida que los bautistas del sur busquen hacer discípulos de la población hispana en EE. UU. y a medida que ellos busquen ayudar en su bienestar a través de la educación, Sánchez dijo que el desafío es significante pero alcanzable.

“Quiera el Señor ayudarnos a levantar este desafío de manera que veamos muchos líderes hispanos en todos los aspectos de la vida en EE. UU. haciendo una contribución a la humanidad y glorificando al Señor a través de sus profesiones,” dijo.

“Estamos agradecidos con el Señor de estar viendo ahora aumentar el número de líderes hispanos bien entrenados y altamente calificados en cada nivel de la vida de nuestra denominación además de en el mundo secular. Nuestra oración es que veamos a muchos más en los años por venir para su honra y su gloria.”
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Erin Roach es escritora del personal de Baptist Press.