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Los líderes bautistas del sur dan la bienvenida a la nominación de Barrett

Amy Coney Barrett


WASHINGTON (BP) – Los líderes bautistas del sur Russell Moore y Ronnie Floyd celebraron la nominación de Amy Coney Barrett a la Suprema Corte, hecha por el presidente Trump el sábado (26 sept.).

Tal como se esperaba, el presidente anunció en la Casa Blanca su nominación de Barrett para suceder a la fallecida Ruth Bader Ginsburg, quien murió el 18 de septiembre después de 27 años en la Suprema Corte. La selección de Barrett por Trump, una jueza de la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito en Chicago, significa que él ha seleccionado a una conservadora u originalista para remplazar a un ícono liberal de la corte.

Si es confirmada, Barrett se convertiría en el tercer juez que Trump ha colocado en la corte de nueve miembros durante sus cuatro años en el puesto. Anteriormente había nominado, y el Senado confirmó, a los jueces de las cortes de apelaciones federales Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.

La decisión de Trump de someter una nominación antes de la elección de noviembre ha enfrentado fuertes objeciones, especialmente por parte de los demócratas, quienes creen que semejante acción debería esperar hasta que los electores estadounidenses elijan a quien será el presidente por los próximos cuatro años. El plan del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, de convocar a una votación en el Senado para confirmar la nominación de Trump también ha sido criticada.

A menos que haya un evento inesperado, parece que la mayoría republicana tiene los votos suficientes para confirmar a Barrett. Las audiencias del Comité Judicial, que aún están por ser programada, y el debate en el piso del Senado prometen ser contenciosas en cuanto a sus escritos y su fe religiosa aparentemente.

“Sin duda la jueza Barrett está calificada dada su agudeza intelectual y años de experiencia en el servicio de la corte máxima en la nación,” dijo Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa (ERLC, por sus siglas en inglés). “Estoy orando por ella, por su familia y por nuestra nación en lo que seguramente son días tumultuosos para todo el país durante las próximas semanas.”

Floyd, presidente del Comité Ejecutivo, describió a Barrett como “una de las mentes legales más dotadas en los Estados Unidos hoy.”

“En las palabras de ella, ‘Amo a los Estados Unidos y a la Constitución,’” dijo Floyd, citando sus comentarios durante la ceremonia del anuncio del sábado. “Ella es conocida por ser una mujer de una profunda fe católica, una esposa comprometida, y madre de siete hijos. Ella más que merece recibir no sólo la nominación para ser la próxima jueza de la Suprema Corte si no que también merece ser confirmada por el Senado de los Estados Unidos.”

Al hacer su anuncio en el Jardín de las Rosas, Trump llamó a Barrett, a quien él nominó a la Corte de Apelaciones del Séptimo Distrito en el 2017, como “una mujer de logros sin iguales, imponente intelecto, brillantes credenciales y lealtad firme a la Constitución,” dijo. Mientras ella posaba en la plataforma con él, Trump dijo que Barrett “decidirá casos basándose en el texto de la Constitución como está escrita.”

Los liberales están preocupados que la adición de Barrett a la corte máxima pudiera proveer a los conservadores una mayoría por muchos años. Ella trabajó para el fallecido juez asociado Antonin Scalia de 1998 a 1999. Éste defendió durante sus 30 años en la corte la filosofía de interpretar la Constitución con base en su significado original y las leyes según su texto. Al igual que Scalia, Barrett adopta el originalismo.

“Su filosofía judicial es la mía también,” dijo Barrett después que Trump la presentó. “Un juez debe aplicar la ley según está escrita. Los jueces no hacen leyes y deben ser rotundos al separar cualquier punto de vista político que puedan tener.”

Barrett, de 48 años, sería considerada como el sexto juez conservador entre los jueces, pero esa evaluación ideológica no siempre ha producido los resultados que se pudieran esperar. En junio, la Suprema Corte falló en una decisión parteaguas diciendo que la categoría para “sexo” en la ley no discriminatoria de empleo se aplica a los empleados homosexuales y transgénero. Gorsuch y el Juez Principal John Roberts -considerados como conservadores cuando se les confirmó en la corte—se unieron al ala liberal de cuatro miembros en la mayoría.

Los defensores del derecho al aborto y otros liberales están especialmente preocupados por la manera en que Barrett pudiera votar en casos de abortos, incluyendo la posibilidad de que pudiera apoyar la derogación de Roe vs Wade, la opinión de la Suprema Corte en 1973 que legalizó un derecho expansivo para realizar abortos a nivel nacional.

Su fiel práctica como creyente católica atrajo retos por parte de algunos senadores que se oponían a su confirmación para servir en la Corte del Séptimo Distrito hace tres años. Un caso famoso fue el de la senadora Dianne Feinstein, demócrata de California, que dijo a Barrett en una audiencia “el dogma vive fuertemente en ti.” Feinstein fue criticada por aplicar lo que algunos consideran una prueba religiosa anticonstitucional. Desde que Barrett se convirtió en la candidata principal para la Suprema Corte algunos críticos han cuestionado su habilidad para servir como jueza debido a su fe religiosa.

Moore, de la CELR, reconoció que las circunstancias de la nominación “significan que este podría ser un proceso de confirmación muy pesado en una nación que ya está polarizada.”

“Ninguna persona seria cree de verdad que la jueza Barrett será una teócrata imponiendo sus puntos de vista religiosos en una república pluralista,” dijo. “De hecho, su registro demuestra lo opuesto, incluso ha sido confirmado por quienes no concuerdan con sus fallos.”

Moore pidió que el debate se centre en “sus títulos y su registro no en sus puntos de vista personales religiosas o afiliaciones.”

Barrett fue profesora de la Escuela de Leyes de la Universidad de Notre Dame por 15 años antes de unirse a la Corte del Séptimo Distrito. Su esposo Jesse y ella tienen siete hijos, incluyendo a dos que adoptaron de Haití y un hijo con síndrome de Down.

Moore dijo que ha “respetado por mucho tiempo” a Barrett, “no sólo como una jurista altamente exitosa si no como una madre adoptiva activa en la defensa de la adopción y de los niños con necesidades especiales.”

Desde la muerte de Ginsburg, dos republicanas -las senadoras Susan Collins de Maine y Lisa Murkowski de Alaska—que ocupan asientos en la mayoría republicana de 53 asientos, han dicho que no apoyan la confirmación de una nominación hecha ahora, pero ningún otro miembro del partido se ha unido a ellas. Si no se realiza un voto de confirmación antes de la elección del 3 de noviembre, McDonnelll todavía pudiera convocar tal acción después, incluso si Trump perdiera.

Se tuvo una ceremonia privada para Ginsburg el 23 de septiembre en la Suprema Corte, y su cuerpo descansó en la corte por el resto del día y el 24 de septiembre. Su cuerpo será homenajeado en el Capitolio el viernes (25 de sep.)

El sábado en la ceremonia en el Jardín de las Rosas, Barrett dijo que Ginsburg “no sólo rompió los ‘techos de cristal.’ Los hizo trizas. Por ello se ha ganado la admiración de mujeres por todo el país y de hecho por todo el mundo.”