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Los teléfonos inteligentes se unen a la lucha para salvar bebés


NOTA DEL EDITOR: El domingo 19 de enero se celebra el Domingo de la Santidad de la Vida en la Convención Bautista del Sur.

GRAPEVINE, Texas (BP) — “OnlineForLife: El centro TX02 está conversando con alguien que está considerando abortar ¿quisiera usted orar por ella?”

Esta fue la notificación que apareció en la pantalla de un iPhone y se escogió la opción del “Sí”, añadiendo a otro intercesor para una mujer desconocida buscando consejo en un centro de atención para embarazadas (conocidos en inglés como Crisis Pregnancy Center). Que siquiera la mujer hubiera conversado con un consejero pro-vida se puede deber a una simple -aunque infrautilizada- herramienta en el movimiento pro-vida: La mercadotecnia.

A menudo, atraer a las mujeres a los centros de atención para embarazadas (CAE) requiere de atención personal. Una mujer enfrentando un embarazo difícil pudiera confiar en una amiga o familiar. Las oraciones de un consejero en las afueras de la clínica pudieran ser las últimas palabras que esa mujer escuche antes de entrar a una clínica de abortos. Pero ¿qué tal si hubiera una manera de dirigir a una mujer a un CAE antes de que salga de su casa y activar una cadena de oración simultánea para interceder por ella?

“Somos hombres de negocios, y probamos cosas que puedan maximizar la cantidad de bebés que se salven,” dijo Brian Fisher, cofundador de Online For Life (OFL), un negocio a favor de la vida y sin fines lucrativos.

Basándose en la pericia de los profesionales en las industrias de los negocios y de la tecnología, OFL ha desarrollado técnicas innovadoras de mercadotecnia vía internet para guiar a las mujeres que piensan en un aborto hacia los CAE y a su mensaje de afirmación de la vida.

Este trabajo se fortalece con las oraciones. La aplicación para iPhones de OFL pide a sus seguidores que oren. Poder orar en tiempo real por una mujer que está considerando el aborto tiene un poderoso potencial, dijo Fisher. Reunir las oraciones de personas por el país a nombre de una mujer que piensa abortar pudiera ser un agente de cambio cultural.

“Cuando tienes tantas personas intercediendo, vas a ver que los bebés se salvan,” dijo.

Fisher admitió que durane la década de 1990-2000 su radar no había detectado “el holocausto del aborto.” Pero la amistad con el director de un CAE en Pittsburgh y el nacimiento de su primer hijo en 1999 comenzaron un peregrinar de 8 años que terminó en su participación en el movimiento a favor de la vida. En el 2007 Fisher y un compañero de trabajo en Coral Ridge Ministries en Florida entretenían la idea de usar el internet y las redes sociales para guiar a las mujeres a un CAE y no a una de las clínicas de abortos. Y funcionó.

Fisher llevó el prototipo a Dallas en el 2009 y lanzó Online For Life. El 20 de junio del 2010, se rescató al primer bebé en OFL. Esta realidad impactó a Fisher y ocasionó una oleada de gratitud hacia Dios. Todo el arduo trabajo y la dedicación trajeron una recompensa invaluable-la vida de un bebé rescatado y una madre salvada del dolor del aborto.

“Ese es nuestro bebé,” dijo Lori Szala, directora ejecutiva del Centro de Recursos para Embarazadas en South Hills, Pittsburgh.

Siendo uno de los tres CAE involucrado en el proyecto de prueba en el 2007, el centro en Pittsburgh se convirtió en el primero en el país en afiliarse con Online For Life, y dicha alianza ha comprobado ser una invaluable.

Szala dijo que los centros sin fines lucrativos como el suyo no pueden competir en contra del gigante del aborto subsidiado por el gobierno, Planned Parenthood, y las clínicas comerciales de aborto en la mercadotecnia del internet. Pero OFL les da una plataforma.

Por una cuota mensual, el centro en Pittsburgh se une con OFL para guiar a la clínica hasta el umbral de la mercadotecnia. Esto se ha traducido en un 75 por ciento de aumento en las llamadas de mujeres que están considerando abortar, dijo Szala.

Fisher y Tim Gerwing, el vicepresidente de tecnología en OFL, no divulgan demasiados detalles sobre las operaciones de OFL, dada su preocupación de que los partidarios del aborto pudieran usar dicha información para dañar sus esfuerzos. Gerwing denominó a OFL como una extensión de un ministerio del centro de atención para embarazadas. Abandonando sus carreras profesionales en negocios y proyectos de tecnología muy competitivos, los empleados de OFL ahora dedican sus habilidades a la salvación de bebés y de sus familias.

OFL trabaja con 50 CAE en 23 estados para así dirigir a las mujeres en crisis hacia uno de sus centros afiliados tan pronto como sea posible. Al igual que en el mundo de los negocios, hay competencia en la industria del aborto—los CAE sin fines lucrativos están compitiendo en contra de los proveedores de abortos bien financiados y astutos en el mercado, para ver quién es el más persuasivo.

“Tenemos que tener más fondos o ser más listos que ellos para convencer a la misma persona,” dijo Fisher.

Usando mercadotecnia selectiva en el internet, el programa de OFL reconoce las búsquedas de servicios para abortos hechas vía internet. La meta es que en la primera página de resultados aparezcan los afiliados de OFL junto con las clínicas de abortos, y así proveer opciones de servicios al indagador.

La investigación indica que el 80 por ciento del tráfico en el internet monitoreado por OFL se realiza desde aparatos móviles. Eso coloca a la mujer a una tecla de distancia de una clínica para abortos o de un centro para embarazadas donde se afirma la vida.

“Nuestra meta es lograr que ella hable con un centro de recursos para embarazadas lo antes posible,” dijo Gerwing. “Es como una llamada al 911. Es obvio que ella está buscando un medio para hacer un aborto.”

Como resultado, el personal de las CAE han sido capacitados para aconsejar a las mujeres a través del teléfono. Szala dijo que el mayor reto es que lograr que quien hiciera la llamada se calme y piense con claridad. Una vez que esto se logra, el consejero detalla las opciones disponibles, incluyendo una visita al CAE. También se les dice en la conversación inicial que el centro no provee abortos o da referencias para clínicas de abortos.

Gerwing dijo que es gratificante formar parte de esa conexión. Desde su oficina en Dallas, OFL conecta mujeres asustadas, en pánico, vulnerables con “gente dispuesta a amarlas y cuidarlas en el nombre de Cristo.”

La tarea no se ha salvado de algunos tropiezos. Al paso que crecía la red, llegaban más llamadas de las que podían atenderse en los centros para embarazadas. Ya que los centros tienen un horario de oficina limitado, sólo el 42 por ciento de las llamadas que llegaban eran contestadas por una persona.

“Sólo tienes una oportunidad para responder la llamada,” dijo Gerwing.

Si nadie contesta la llamada al CAE que aparece listado en su búsqueda por Google, una mujer ansiosa pudiera fácilmente llamar a la siguiente opción, posiblemente una clínica de abortos.

Así que OFL estableció un servicio telefónico abierto las 24 horas del día. Las llamadas que llegan a los centros después de sus horas de oficina se redirigen a un consejero de OFL en Dallas quien puede hacerle una cita con un centro afiliado dentro del país.

Y ya que el personal de OFL está formado por nerds expertos en negocios y tecnología, nunca cesa su afán de mejorar y afinar el sistema. Por eso es que el siguiente paso lógico para la organización era el establecimiento de su propio centro de recursos para embarazadas en el área metropolitana de Dallas.
“Hemos diseñado un centro integral de cuidados que rescata a las familias y a los hijos,” dijo Fisher.

Reconocer el impacto del aborto en las mujeres y sus familias, el nuevo centro servirá no solamente como un centro para alcanzar a las mujeres en crisis si no como un laboratorio para OFL. Como hombres de negocios emprendedores, Fisher y su equipo siempre están buscando maneras de mejorar sus esfuerzos para salvar a más bebés.

Tal es la motivación detrás de la actualización de la aplicación para el iPhone. Gerwing dijo que a nueva versión –programada para ser presentada en enero, justo a tiempo para el énfasis en la vida humana—está diseñada para todos los tipos de teléfonos inteligentes y para las aplicaciones de Windows.

“Nuestro corazón quiere construir una red de oración nacional,” dijo.

Esta aplicación permitirá a su usuario:

— Ver en tiempo real las peticiones de tantos CAE como él desee.

— Ver la cantidad de personas que están orando en un tiempo dado.

— Anunciar notificaciones en las redes sociales.

— Permitir a las iglesias y a los centros de atención para embarazadas el anunciar las necesidades o los eventos que apoyen la causa pro-vida en sus comunidades.

Y continuará notificando a los usuarios de la cantidad de bebés que han sido salvados. Hasta hace poco tiempo, las organizaciones pro-vida no contaban con semejante presencia pública. Fisher dijo que el cambio táctico es más evidente en la obra de 40 Días por la Vida. La organización no solamente anuncia la cantidad de bebés salvados a través de sus esfuerzos si no también el número de obreros que abandonan la industria del aborto (Abby Johnson, como el caso más notorio) y la cantidad de clínicas de abortos que han cerrado sus puertas.

Y eso, afirma Fisher, será el ímpetu para la transformación cultural. Al celebrar la cantidad de bebés salvados de ser abortados –el símbolo de exclamación al final del mensaje pro-vida—la sociedad recuperará su aprecio por el milagro de la vida y defenderá su causa.

“Al acelerar la cantidad de bebés salvados, creas la transformación cultural de más personas que quieren salvar a los bebés,” dijo Fisher.
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Bonnie Pritchett es una corresponsal del Souther Baptist TEXAN (www.texanonline.net), el diario de la Convención Bautista del Sur de Texas.

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  • Por Bonnie Pritchett/Southern Baptist TEXAN