fbpx
Articulos en Español

Ministerio de Necesidades Especiales en el foco de las conferencias en Ridgecrest


RIDGECREST, N.C. (BP)–“¡Hurra, Bobby! ¡Hurra!”

Debajo de la venda que le cubrían los ojos, una amplia sonrisa se dibujaba en el rostro de Bobby Shifflett. Sus compañeros de clase reían y vitoreaban cuando Shifflett, de 44 años y quien tiene síndrome de Down, trataba de llevar una cuchara con bolas de algodón hacia dentro de un tazón sin poder ver lo que estaba haciendo.

El desinhibido entusiasmo continuó cuando los miembros de la clase pasaron a contestas las preguntas de la lección bíblica durante la Escuela Bíblica de Vacaciones Amigos Especiales, parte del ministerio de necesidades especiales ofrecido en el Centro de Conferencias LifeWay Ridgecrest durante el énfasis de una semana sobre “El Poder de la Escuela Dominical Conectada” que se llevó a cabo del 10 al 13 de julio.

“¿Alguno de ustedes ha compartido sobre Jesús con alguien?” preguntó la maestra Jo Ann Banks.

“¡Sí!” replicaron los aprendices adultos que tienen inhabilidades que van desde las intelectuales, pasando por el autismo hasta los desórdenes genéticos.

“Él murió en la cruz por nuestros pecados — para que nosotros pudiéramos tener vida eterna,” dijo Rob Powell, 39 años, con una fuerte voz. Powell tiene el síndrome Williams, un extraño desorden de desarrollo neurológico.

Al otro lado del salón, padres, defensores, miembros de la iglesia y de la Escuela Dominical aprendían elementos clave del establecimiento y mejoramiento de los ministerios de necesidades especiales. La información incluía consejos sobre las necesidades de espacio ideal, herramientas de enseñanza y métodos de alcance.

Para algunos participantes, las conferencias en vivo de Escuela Bíblica de Vacaciones eran su primera oportunidad de experiencia práctica en una clase llena de estudiantes con necesidades especiales.

Dianne Reynolds de Gainesville, Florida, fue atraída a la conferencia LifeWay como líder de un grupo de trabajo para formar un ministerio de necesidades especiales en la Iglesia Bautista Northwest de Gainesville. Su hijo Jason, 13 años, tiene múltiples diagnósticos, incluyendo la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, una enfermedad degenerativa nerviosa.

Ronda Bradley de Belmont, Carolina del Norte, cuya hija tiene necesidades especiales, dijo que asistió a la conferencia para aprender más sobre cómo las iglesias pueden alcanzar a la población menos alcanzada de nuestro país.”

“Nadie piensa que ellos comprenden,” dijo ella.

“Sí, ellos comprenden,” dijo Banks, quien comenzó hace nueve años una clase de Escuela Dominical llamada “Bendiciones Especiales” en la Iglesia Bautista Woodland Hills de Asheville, Carolina del Norte. “Lo aplicamos a su vida diaria — y lo hacemos divertido.”

Banks tiene más de 25 años de experiencia en educación especial guiando la tropa de Niñas Scouts con necesidades especiales por 10 años, levantando un ministerio llamado Ministerio de Actividades para Adultos Incapacitados (A.D.A.M. por sus siglas en inglés), y criando a su hija Kelley, de 30 años quien tiene necesidades especiales. Banks ha aprendido que los individuos con retraso en el desarrollo son capaces de más que colorear o de escuchar historias durante la Escuela Dominical. Ella dijo que el propósito emerge cuando las iglesias aprenden de ellos.

“Ellos pueden tener esa inocente aceptación que todos nosotros deberíamos tener,” observó Ellen Beene, editora de recursos de necesidades especiales de LifeWay. “Si usted quiere que alguien ore sin cesar por usted, dígale a la clase de necesidades especiales. Ellos también ríen y se divierten con un gozo que muchos en nuestra clase de adultos han olvidado.

“Ellos son totalmente desinhibidos cuando adoran,” añadió Beene. “No importa si alguien está desentonado. Nadie lo juzga. La adoración de ellos es la más sincera que yo haya experimentado.”

Susan Foster, instructora de la conferencia quien escribe el currículo “Special Buddies” (Amigos Especiales) para LifeWay, dijo: “Estamos continuando el ministerio que comenzó Jesús,” y explicó que Jesús pasó mucho tiempo entre la gente que era mirada con desdén por la sociedad.

El voluntario Scott Hurdt, 22 años, estudiante de la Universidad Western Carolina en Cullowhee, Carolina del Norte, a menudo ayuda a Banks en retiros de necesidades especiales. Su experiencia le ha enseñado lo mucho que disfruta trabajando con gente con autismo. “Si lo haces una vez, estás enganchado,” dijo.

Jon Ponder estuvo de acuerdo. Él se ofreció como voluntario, junto con su esposa, Darlene, en la clase de Banks en Asheville.

“¡Qué buena gente!,” dijo Ponder. “Tuvimos una chica en silla de ruedas en nuestra clase, y ella oró para que Jesús le diera la capacidad de caminar, pero entonces dijo que estaba bien si eso no sucedía hasta que ella estuviera en el cielo. No necesitas escuchar más.”

Durante un receso luego de un juego al aire libre, Ralph Moore, de 53 años y residente del hogar social quien tiene retrasos en el desarrollo, se volvió hacia Banks y le agradeció buscando cuidadosamente las palabras correctas:

“Usted es sencillamente una persona fabulosa y sincera,” dijo Moore. “Usted tiene una mucho mejor manera de enseñar — de lo que yo puedo entender.”
–30–
Andrea Higgins es escritora independiente de LifeWay y vive en Carolina del Norte. Para obtener más información en inglés acerca de recursos y ministerios de necesidades especiales, visite LifeWay.com/specialneeds.
Para ver una producción multimedia del campamento, vaya a https://www.lifeway.com/lwc/article_main_page/0%2C1703%2CA%25253D169421%252526M%25253D201340%2C00.html.

    About the Author

  • Por Andrea Higgins