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MISIONEROS DE SEMANA DE ORACIÓN 2008: Brad Lartigue

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NOTA DEL EDITOR: Ésta es la séptima de ocho historias enfocadas en los misioneros de la Junta de Misiones Norteamericana (NAMB, por sus siglas en inglés) como parte de la Semana de Oración 2008 y la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong de la Junta de Misiones Norteamericana. La meta para la ofrenda Annie Armstrong 2008 es de $61 millones para apoyar a los más de 5,000 misioneros norteamericanos.

BIG SKY, Mont. (BP)–Es domingo y muy temprano por la mañana cuando Brad Lartigue empieza a ponerse los pantalones para esquiar y se viste con su más abrigadora chaqueta para todo tipo de intemperie. Se está preparando para abordar las laderas, pero no en la forma en que usted podría pensar. Brad, un misionero de centros vacacionales norteamericano, sube la montaña rumbo al centro de esquí Big Sky, donde trabaja con la patrulla de esquiadores voluntarios y como capellán de centro vacacional, para realizar un culto de adoración en exteriores.

Esta es la primera parada que Brad hace en el día, pero no es la última. Antes de irse a dormir dirigirá otro culto de adoración en exteriores del Centro Vacacional Basin Ski, cantará con el grupo de alabanza en la Confraternidad Cristiana de Big Sky y dirigirá algunos servicios para para quienes practican el esquí y el snowboard en las laderas Mountain Village de Big Sky. Luego baja la montaña por última vez antes de irse al ministerio de jóvenes por la noche.

Brad es una leyenda en Big Sky, Montana. Es conocido por muchos como el “capellán estela” debido a sus excelentes habilidades en el snowboard. Brad está disponible para servir a la gente de esta comunidad con tanta frecuencia y en la mayor cantidad de formas.

“Hace un excelente trabajo para nosotros en la patrulla de esquiadores”, dice su compañero, Jimbo Humphries. “Sus servicios son bastante solicitados y respetados por toda la gente de la comunidad, así como por los huéspedes. Es toda una estrella aquí en Big Sky”.

Las palabras de Jimbo hacen eco de los sentimientos que todos en Big Sky tienen por Brad. Especialmente Thomas Geithman, un hombre de 25 años de Milwaukee, Wisconsin, que vino a Big Sky a trabajar en la construcción. “Brad es una persona muy agradable”, dice Thomas. “Le gusta hacer todas las cosas que me gustan a mí, y me mantiene motivado a seguir yendo a los estudios bíblicos y a la iglesia. Si no fuera por él, probablemente me estaría metiendo en muchos problemas por aquí”.

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Los abuelos de Thomas se quedaron preocupados por él cuando se fue de Milwaukee; se había metido en problemas con la policía, así que cuando encontraron el ministerio de Brad en Internet, insistieron en que Brad conociera a su nieto. “A Thomas le encanta el snowboard, el ciclismo de montaña y todas las cosas que a muchos nos encantan aquí”, dice Brad. “Fue por medio de eso que pude invitarlo a dar un paseo en bicicleta, a hacer una excursión a pie, y a nuestro ministerio de estudio bíblico para veinteañeros en la Confraternidad Cristiana de Big Sky”.

Mediante sus intereses compartidos Brad logró conocer a Thomas y su lucha con el alcohol y las muchas otras decisiones que lo sumían en un oscuro camino. “Después de hablar y trabajar con Thomas, andábamos de excursión en el parque Yellowstone cuando le pregunté si estaba listo para dedicar su vida a Cristo”, comenta Brad. “Le dije: ‘Cuando estés listo’. Finalmente dijo estar listo. Y en enero de 2007 fue bautizado”.

Brad dice que los espacios completamente abiertos de Big Sky son un buen lugar para presentar el Evangelio, porque Jesús puso el ejemplo de servir a la gente fuera de las paredes de la iglesia. “Jesús habló a las multitudes desde la proa de un bote en un lago, desde las faldas de las montañas, en los jardines, en los mercados”, dice. “¡Conocer a la gente donde está (en horas de trabajo y de diversión) y aprovechar la oportunidad de usar la creación de Dios como herramienta ministerial para señalarle que más allá de la creación está el creador, es algo maravilloso!”

Se trata de relacionarse con la gente, mostrarle que los cristianos no son tan diferentes a ellos. “La gente tiende a poner a los ministros y misioneros en una caja, como acostumbramos hacer con Dios”, señala Brad. “Y cuando me ven `surfeando en la nieve o dirigiendo el culto de adoración en una ladera para esquiar, creo que significa mucho para la gente que nos acerquemos a ella de esa manera”.

MISIÓN: Compartir intencionadamente a Cristo y atender a la gente mientras se encuentre trabajando o divirtiéndose en Big Sky, Montana.

PETICIONES DE ORACIÓN: Pida a Dios que provea oportunidades de compartir Su verdad de salvación con muchas personas en Big Sky y en el Parque Nacional Yellowstone. Ore por los ministerios de las iglesias con las que Brad trabaja y por los jóvenes a quienes ha enseñado y sigue asesorando semanalmente.
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