- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

No temas el futuro, Dios ya está allí

[1]

El sábado, 26 de diciembre me puse enfermo con lo que Jeana y yo sospechamos era COVID-19. Debido al bombardeo en Nashville el día de Navidad y los desafíos técnicos que causó, los sitios de prueba cercanos a nosotros fueron cerrados. Cuando pude hacerme la prueba, el diagnóstico fue claro: era positivo para COVID-19.

Aunque ese primer día trajo mis peores síntomas y los días siguientes han sido desafiantes, no ha sido nada como lo que muchos otros han experimentado. Solo por la gracia de Dios, me he sentido bendecido cada día mientras Dios me ha ayudado. Afortunadamente, Jeana se ha mantenido negativa y estamos agradecidos de que Dios la haya preservado hasta ahora de este virus.

Con el diagnóstico personal de COVID-19 y las horribles y solitarias muertes de tantos reportados en todas partes, debo admitir que esto tuvo un efecto real en mí. Ya estábamos pasando la Navidad lejos de nuestra familia y yo había pasado meses siendo cuidadoso; sin embargo, aquí estaba yo, enfrentando la incertidumbre de esta enfermedad.

Durante las noches en las que el sueño era inquieto y cada mañana en la Palabra de Dios y en la oración, Dios me traía a la mente uno de los primeros versículos de la Biblia que mi madre me enseñó cuando era niño. Una noche, cuando tenía miedo, me enseñó: “En el día que temo, yo en ti confío”. Salmo 56: 3 (RVA) [2]

Esta pandemia mundial nos ha recordado una y otra vez que necesitamos a Dios más que nunca y que nos necesitamos unos a otros más que nunca. Durante estos últimos días, he sentido esto profundamente y lo sé más personalmente. El miedo a lo desconocido ha sido real, pero Dios me ha ayudado a superarlo.

Esta frase seguía viniendo a la mente durante mis días en casa: No temas el futuro, Dios ya está allí.

[3]

Hay muchas incertidumbres que cada uno de nosotros enfrenta personalmente: en nuestras familias, en nuestras iglesias, en nuestra nación y en el mundo. Nos aferramos cada día a algo seguro; pero, en realidad, solo podemos fijar nuestras vidas al Señor Jesucristo y la Biblia, la Palabra del Dios Viviente.

Entro al 2021 con esperanza, como estoy seguro de que todos ustedes lo hacen. Mi esperanza descansa en Jesucristo, y sé que no importa lo que suceda en nuestro mundo, puedo confiar en Él cuando tengo miedo, cuando estoy gozoso y cuando tengo dudas. Puedo esperar el mañana porque sé que Él ya lo tiene en sus manos.

Sea lo que sea que enfrentemos en los días venideros, recordemos: No temas el futuro, Dios ya está allí.

“…Porque delante de ustedes irá el Señor, Y su retaguardia será el Dios de Israel”. Isaías 52:12 [4]

Ahora es el momento de liderar.