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Nuevas normas para la píldora del aborto: La FDA cede en el régimen químico


WASHINGTON (BP) — La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha actualizado sus normas relacionadas con la píldora abortiva mifepristona, permitiendo a las mujeres que la tomen en una fase más avanzadas del embarazo y también reducirán la supervisión médica.

El diario The New York Times denominó esta actualización como “una clara victoria para los partidarios de los derechos al aborto.”

Anteriormente, se permitía a las mujeres tomar mifepristona (antes conocida como RU-486) hasta la séptima semana de embarazo, pero esto se ha extendido a las 10 semanas. La dosis recomendada se ha disminuido de 600 miligramos a 200 miligramos para reflejar “una práctica médica estándar,” según The New York Times, y también se ha reducido el número de visitas obligatorias en conjunción con la administración del medicamento, de ser tres ahora serán dos.

C. Ben Mitchell, un evangélico experto en bioética, dijo a Baptist Press en unos comentarios escritos que “La FDA regula los medicamentos basándose en la seguridad y efectividad, no en otros factores éticos. Desafortunadamente, la mifepristona (RU-486) no es segura para los seres humanos nonatos, aunque es relativamente efectiva para ponerle fin a sus vidas.

“Uno desearía que hubiera un medicamento que pudiera curar nuestra consciencia nacional, pero eso solamente sucede a través de un despertar espiritual y moral,” dijo Mitchell, decano y Profesor Graves de Filosofía Moral en Union University.

La FDA aprobó la actualización de las normas para mifepristona el 29 de marzo como respuesta ante la petición sometida por Danco Laboratories en Nueva York, la compañía que vende el medicamento bajo la etiqueta comercial de Mifeprex, según dice el portal de internet de la FDA.

Por lo menos seis estados — Ohio, Dakota del Norte, Texas, Arkansas, Oklahoma y Arizona — han aprobado leyes demandando que los proveedores de abortos se apeguen a las normas anteriores del protocolo de la FDA, reportó Associated Press. Las leyes de Arkansas y Oklahoma se detuvieron por estar pendientes unas impugnaciones legales y una corte de Arizona anuló la de ese estado.

El diario The New York Times dijo que las implicaciones que tendrán las nuevas normas en las leyes ya existentes “no estarían claras de inmediato.”

La ley de Ohio para restringir el uso del genérico mifepristona correspondió con una disminución del 10-15 por ciento al 2 por ciento en los abortos hechos vía medicamentos en lugar de cirugía, según reportó AP.

LifeSiteNews afirmó que recetar una dosis menor de mifepristona que la que había recomendado la FDA anteriormente le ahorraba unos $200 al proveedor por cada aborto, aunque no hay evidencia de que los partidarios del aborto le reembolsen estos ahorros al paciente.

La mifepristona funciona al bloquear la hormona progesterona, la cual “es necesaria para que continúe el embarazo,” según la FDA. La falta de progesterona “causa que el niño que se ha implantado recientemente se despegue de la pared uterina de su madre,” señaló LifeSiteNews. Un medicamento de seguimiento conocido como misoprostol, tomado durante las 24-48 horas posteriores, funciona en conjunto con la mifepristona para provocar contracciones uterinas y expulsar al bebé.

Entre más tarde en administrarse la mifepristona durante el embarazo, más aumentarán las probabilidades de que fracase, según un video publicado en LifeSiteNews.com, presentando al obstetra Anthony Levantino. A las nueve semanas, uno de cada 10 intentos de inducción del aborto usando mifepristona fracasa, dijo. Con los abortos inducidos con mifepristona, los bebés muertos “a menudo” son expulsados en la tasa del baño y se van con el agua de la descarga, dijo Levantino.

El portal de internet de la FDA afirma que la mifepristona “está disponible solamente para ser recetada en ciertas situaciones de cuidados médicos” y “no está disponible en las farmacias” o “a través del internet.” Los expendedores autorizados deben asegurarse de proveer “cualquier intervención quirúrgica necesaria” y el acceso a “facilidades médicas en caso de emergencia.”

La etiqueta recientemente aprobada por la FDA exige que la mujer haga una visita de seguimiento con un proveedor de cuidados de la salud a los 7-14 días de haberse administrado el medicamento “para asegurarse que esté bien” y que “el embarazo haya pasado por el útero.” La etiqueta continúa diciendo, “Si sigues embarazada, tu proveedor de cuidados médicos hablará contigo sobre un procedimiento quirúrgico para terminar el embarazo.”

Randall O’Bannon de National Right to Life, argumentó en un comentario en el internet que incluso con las nuevas normas de reducción de la dosis, los abortos químicos siguen siendo peligrosos para las mujeres—por no hablar de las vidas de los bebés a las cuales se les da fin.

“Para las mujeres, la combinación de mifepristona con misoprostol trae calambres fuertes, sangrado, y otros efectos secundarios gastrointestinales (nausea, vómito, diarrea) que son de esperarse en el proceso del aborto químico,” escribió O’Bannon, director de educación e investigación de NRL.

“Aunque pudiera decirse que estos efectos secundarios supuestamente serán menores con el nuevo protocolo, los abortos químicos simplemente no se dan sin un sangrado significativo, los dolores de los calambres, etc. Que estos efectos secundarios sean similares a los síntomas de un embarazo ectópico, una infección seria, o quizás sean el preludio de una hemorragia significativa que pudiera ser pasada por alto por los pacientes o incluso los doctores que esperan que esto sea parte de cualquier aborto químico, seguiría aparentando ser un problema siguiendo cualquier protocolo,” escribió O’Bannon.

La etiqueta de la FDA confirma “calambres y sangrado son algo de esperarse al terminar un embarazo.” Añade una advertencia sobre la posibilidad de que ocurran otros efectos secundarios más serios, incluyendo la muerte, aunque señala que tales “problemas” también pueden suceder durante abortos quirúrgicos o al dar a luz.

O’Bannon concluyó, “A final de cuentas, es obvio que el nuevo protocolo de la FDA solamente sirve a los intereses de la industria del aborto al expandir su base de clientes potenciales, aumentando su margen de ganancias y reduciendo el nivel de personal y la cantidad de recursos que tienen que dedicar a la paciente.”

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  • Por David Roach