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Para la iglesia de Carolina del Sur, el ministerio universitario se extiende mucho más allá del campus local

Estudiantes del ministerio universitario de Shandon Baptist Church están con los niños en la frontera con México.


SHANDON, SC (BP) – Los líderes de Shandon Baptist Church ven el ministerio universitario como una carrera y una maratón. Son cuatro años (o algunos más) de la edad adulta joven cuando las decisiones importantes pueden afectar tanto la carrera como la familia de por vida. También es un momento en el que se inician, prueban o fortalecen muchas relaciones con Cristo.

Las iglesias tienen un rol poderoso en la forma en que la fe juega un papel. Los universitarios son “un porcentaje poderoso que influye en la cultura en general”, dijo Paul Worcester, director universitario nacional de la Junta de Misiones Norteamericanas.

Miembros del ministerio universitario de Shandon Baptist Church sirven durante un viaje el verano pasado a la frontera mexicana.

“La cosecha realmente es abundante y los trabajadores son pocos”,  dijo recientemente. “[Sin embargo,] muchos campus universitarios en nuestra nación están menos del 2 por ciento alcanzados, lo que los misionólogos calificarían como un grupo de personas no alcanzadas”.

En ese sentido, los universitarios son un grupo de personas no alcanzadas muy adecuado para llegar a otros de esa categoría. Shandon Baptist Church, cerca de la Universidad de Carolina del Sur, tiene dos ministerios dirigidos a estudiantes universitarios. Shandon College atrae al típico estudiante estadounidense, pero también trabaja con Shandon International, dijo el pastor universitario de la iglesia, Conor Osepchuck.

“Hemos encontrado útil tener dos ministerios porque a menudo los estudiantes internacionales buscan algo específico para ellos”, dijo a Baptist Press. “Pero los juntamos en el ministerio estudiantil más grande, como nuestra reunión grupal los jueves por la noche.

Esas conexiones han dado sus frutos. El año pasado, la Convención Bautista de Carolina del Sur compartió un ejemplo en su Historias de transformación de vida . “Wilson”, un estudiante de Hong Kong, aprendió sobre el cristianismo a través del ministerio universitario de la iglesia.

Su interés en la cultura estadounidense lo llevó a asistir a un grupo pequeño, donde conoció a sus compañeros de estudios y vio no solo lo que significa estar en la universidad, sino también la fe en Cristo para guiarlo en la toma de decisiones.

Osepchuck dijo que si bien el 85 por ciento de los estudiantes internacionales nunca pisan un hogar estadounidense, hace unos años Shandon organizó una cena de Acción de Gracias en la casa de un estudiante donde la cantidad de países representados llegó a los dos dígitos.

“Queremos darles a nuestros estudiantes una visión de las naciones y de ir a las naciones”, dijo. “Los estudiantes universitarios están más abiertos a invitar gente, y los estudiantes internacionales están abiertos a tener relaciones con estadounidenses.

“En un evento como el día de la mudanza en el que podemos estar rodeados de internacionales, la conversación es bastante fácil entre los estudiantes. Sabes que se han comprometido con el ministerio cuando continúan invirtiendo más allá de la conversación rápida”.

Mantener las misiones al frente ha ayudado a continuar esas conversaciones. Los universitarios de Shandon han trabajado en la plantación de iglesias en Pittsburg y Denver. La iglesia misma tiene un programa establecido de residencia universitaria donde los estudiantes pueden dar hasta dos años para ayudar en el ministerio del campus. Otros estudiantes han respondido a través de los programas de la Junta de Misiones Internacionales como Journeyman y Go2 . Durante el verano, los estudiantes han trabajado en la frontera entre Estados Unidos y México y con ministerios internacionales en Washington, D.C.

Worcester dijo que las iglesias, cualquiera que sea el contexto de su ministerio, se beneficiarían al conectarse con estudiantes universitarios.

“Dios está llamando a muchos estudiantes de nuestro ministerio a tener grandes sueños para hacer avanzar el Reino, lo que incluye convertirse en misioneros internacionales a largo plazo, plantar nuevas iglesias y comenzar nuevos ministerios universitarios”, dijo Worcester. “Esta generación está buscando una causa por la que valga la pena vivir y morir, y tenemos la causa más grande del mundo”.

La ventana para conectarse con los universitarios es pequeña. Pero, dijo Osepchuck, el impacto puede ser de gran alcance.

“No queremos que sean parte de nuestra iglesia y solo tengan cuatro años geniales”, enfatizó, “sino verlos seguir a Cristo durante los próximos 70”.