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Pastor dirige iglesia en asamblea solemne

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REDMOND, Wash. (BP)–Un pastor en el estado de Washington llevó este otoño a su congregación a observar una asamblea solemne, para arrepentirse de sus pecados y buscar a Dios intensamente — y vidas fueron cambiadas. Ahora él está desafiando a otras iglesias a deshacerse de la mundanalidad y apartar un día para el arrepentimiento y la renovación del compromiso.

“Estoy absolutamente convencido de que si no hay un despertar significativo en la iglesia, estamos en serios problemas,” le dijo Scott Brewer, pastor de la Iglesia Meadowbrook de Redmond, Washington, a Baptist Press.

“Creo en gran parte que nuestras iglesias están faltas de un manifiesto sentido de la presencia de Dios que resulta en el fortalecimiento de la misión,” dijo Brewer.

Aunque su idea de una asamblea solemne surgió de un retiro personal con Dios hace un año, Brewer dijo que se sintió animado por el llamado del presidente de la Convención Bautista del Sur, Bryant Wright y otros líderes de la CBS para que las iglesias observaran una asamblea solemne en enero.

“Esto básicamente sirvió para confirmar en mi propio corazón algo que Dios tenía trazado, no solamente en nuestra región sino en todo el país,” dijo Brewer, quien sirve en su segundo período como presidente de la Convención Bautista del Noroeste.

Una vez que él supo que Dios lo estaba guiando a iniciar un tiempo de asamblea solemne en Meadowbrook, Brewer incorporó la idea de invitar a líderes de la iglesia y empezaron un tiempo de oración y confesión durante sus reuniones. En el retiro de otoño, Brewer presentó la idea de nuevo y dirigió una asamblea solemne preliminar.

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El pastor enseñó sobre la santidad de Dios durante cuatro domingos y guió a la iglesia a un evento más amplio.

“Algunas de las observaciones al inicio fueron más preguntas de por qué yo le estaba poniendo tanta atención y énfasis al pecado y a la santidad y a la confesión,” dijo Brewer. “Yo solo me mantenía siguiendo adelante diciendo que Dios quiere que nosotros continuemos en esta nota hasta que él termine, no importa lo que parezca.”

A medida que la fecha de la asamblea solemne, 16 de octubre, se acercaba y la gente adquiría más un sentido de lo que estaban haciendo, algunos estaban ansiosos.

“Estaban como: ‘No puedo esperar más. Solo siento que Dios va a hacer algo especial en mi vida.'”

Otros estaban asustados por la idea, añadió él.

“Estaban como: ‘Pienso que usted me va a pedir que haga cosas que no he hecho antes. He sido cristiano durante 10 años y nunca he confesado ningún pecado a nadie. ¿Por qué me está pidiendo que haga esto?’ Eso fue un poquito más de parte de la minoría, pero para su crédito ellos fueron honestos acerca de eso, y se presentaron venciendo sus temores,” dijo Brewer.

El promedio de la congregación los domingos es de 200 personas, y 67 adultos participaron en la asamblea solemne ese sábado de octubre. Brewer dijo que más gente hubiera llegado si se hubiera provisto cuidado para los niños.

“Fue un fuerte porcentaje, fue más alto de lo que yo anticipé,” dijo él sobre la asistencia.

Otro obstáculo para algunos, dijo, fue la extensión del evento. Los líderes de la iglesia habían pedido que los participantes se comprometieran a estar todas las cinco horas.

“Comencé el día con una breve reflexión sobre Joel 2 e introduje la idea de una asamblea solemne. Después de eso, invité a todos a involucrarse en un ejercicio privado de pasar por 20 preguntas de sondeo de su vida acerca de si su vida estaba alineada con Dios en esto en aquello o en lo otro,” dijo Brewer.

“Después de cerrar la hora de ese tiempo personal, nos congregamos de nuevo. Entonces se juntaron con un compañero de oración del mismo género y básicamente pasaron los siguientes 45 minutos en confesión el uno con el otro, verbalizando lo que habían escrito en su tiempo privado.

“Fue la primera vez para la mayoría de ellos de tener confesión verbal de pecados con otro de confianza. Fue muy poderoso. Cuando volvimos a congregarnos después, hice que cada uno se reuniera con el grupo pequeño con el que se reúne cada semana, y de una manera similar, pasaron por un pasaje de la Escritura que los tuvo orando el uno por el otro y confesando sus pecados el uno al otro,” dijo el pastor.

Brewer le había pedido al grupo que ayunara día y medio antes de la asamblea solemne, y rompieron el ayuno con la Santa Cena durante la reunión. Luego almorzaron juntos.

“Seguidamente del almuerzo, terminamos el tiempo con un énfasis sobre lo que Dios había hecho en nosotros individual y colectivamente con otras iglesias. Básicamente, presenté la visión de ser catalizador para otras iglesias y catalizador para algo que Dios podría mover en nuestra convención y en nuestra ciudad. En el momento del compromiso, todos — 100 por ciento — se pusieron de pie mostrando compromiso a ser fieles en seguir a Dios de esa manera,” dijo Brewer.

Katie Harris, quien participó en la asamblea solemne de Meadowbrook, le dijo a Baptist Press que el cuestionario al principio la guió a darse cuenta de que ella era “solamente una persona destruida e inservible.”

“Exteriormente, pudo haber parecido como si yo estuviera llevando una vida buena, pero en el interior estaba albergando pecados lesivos,” dijo ella.

Harris había luchado con el enojo y los celos después de haber tenido un aborto involuntario, y no fue hasta la asamblea solemne que se dio cuenta que esos pecados la estaban separando de Dios.

“Ese entendimiento y la subsiguiente confesión fueron como un enorme peso que se me quitó de los hombros, y supe que Dios me guiaba a tomar parte en la asamblea solemne como una manera de comenzar mi recuperación emocional y espiritual por nuestra pérdida,” dijo ella. “Durante los siguientes días y semanas, Dios continuó trabajando en mí y hablándome a través de otros.

“Siento que sin mi experiencia en la asamblea solemne, hubiera hecho caso omiso de sus dictados y hubiera seguido tratando de ponerme la careta feliz que había llevado durante meses. Ahora, el enojo, la amargura y los celos se han ido. En su lugar, tengo paz en el corazón debido a que tomé el tiempo en la asamblea para examinar completamente todo lo que soy, y no solamente lo que otros ven en mí,” dijo Harris.

Anna Delapaz, otra miembro de la iglesia, se quedó en casa con sus niños mientras su esposo asistía a la asamblea solemne, sin embargo Dios le habló a ella acerca de vindicar su corazón.

“Realmente tenía que entregar muchas cosas de mi corazón en lo que se refiere a egoísmo, preocupación y ansiedad y moverme por fe,” le dijo Delapaz a Baptist Press.

“…Lo que obtuve de la idea de la asamblea solemne fue que no era solamente purgarnos de nuestras cosas egoístas o hacer nuestro chequeo interno sino que también era para que camináramos en el poder de Dios y comenzáramos a ver donde está Dios contestando oraciones que tal vez no estamos viendo,” dijo Delapaz. “Se trata de ser capaces de comenzar a caminar en una fe que puede ser muy incómoda para nosotros. Lo estamos viendo. Estoy viendo a muchas personas comenzando a despertar a algo así como a una nueva fase de lo que está pasando después de todo esto.

“Para mí, es realmente caminar en su poder. No es solamente sacar todo sino llenar hasta el tope para poder alcanzar a otros. No se trata solo de nosotros mismos. Es para otros también,” dijo Delapaz.

Brewer presentó la idea de una asamblea solemne durante una reunión de la junta directiva de la Convención del Noroeste realizada a principios de año, y por lo menos un par de pastores guiaron eventos de este tipo en su iglesia. Ellos contaron sus historias en la reunión anual en noviembre, y Brewer contó sobre Meadowbrook antes de emitir un desafío a los pastores y líderes laicos para iniciar un arrepentimiento en sus congregaciones.

“Recibí 42 tarjetas de compromiso de pastores que expresaban que buscarían al Señor en forma individual de esta manera además de dirigir a su iglesia a la experiencia de una asamblea solemne y al compañerismo con otras iglesias de su área,” dijo Brewe, añadiendo que está manteniendo contacto con esos 42 e invitando a otros a unirse al énfasis.

En un video difundido en www.pray4sbc.com, Wright, el presidente de la CBS, dijo que el llamado a la asamblea solemne “se trata de regresar a nuestro primer amor hacia Jesucristo.”

“En nuestra convención, en nuestras iglesias y en nuestras vidas, hemos permitido el materialismo, hemos permitido el hedonismo, la adicción al trabajo y a estar ocupados, la obsesión por la tecnología, que toda clase de otros intereses del mundo invadan y, verdaderamente, se vuelvan grandes prioridades en vez de nuestra relación con Jesucristo,” dijo Wright. “Necesitamos enamorarnos de Jesús de nuevo de una manera nueva y fresca. Necesitamos regresar a nuestro primer amor.”

El llamado de Wright fue afirmado por los miembros del Concilio de la Gran Comisión de la CBS, que está compuesto por los presidentes de las entidades de la convención. Ellos divulgaron una carta en noviembre en la que les pedían a los bautistas del sur que se arrepintieran y se presentaran delante de Dios con un corazón contrito.
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Erin Roach es escritora del personal de Baptist Press. Para ver la historia inicial de Baptist Press publicada en enero sobre el llamado a las iglesias de involucrarse en una asamblea solemne, vaya a http://www.bpnews.net/bpnews.asp?id=34079.