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Pastor e hija comparten el evangelio en Cuba


JACKSONVILLE, Florida. (BP) — Un padre bautista de Florida hace grandes esfuerzos para asegurarse de que sus hijos entiendan la importancia de compartir el evangelio. De hecho, él y su hija fueron hasta Cuba.

Brenda Harden, 11 años, puede ahora decir que pudo llevar las Buenas Nuevas a un país comunista del tercer mundo.

No es una afirmación que mucha gente pueda hacer, especialmente un niño.

Howard Harden, pastor principal de First Baptist Church en Homestead, Florida, y orgulloso padre de Brenda, dijo que aunque este no fue su primer viaje a Cuba, fue su favorito.

“He estado en Cuba ocho veces, pero fue más divertido ir con mi hija y compartir el evangelio y traducirle a ella,” dijo.

En un viaje que duró 12 días y abarcó toda la isleña nación, la joven Harden compartió a Cristo con cerca de 200 personas usando el EvangeCubo, un cubo tipo puzle que ayuda a explicar el evangelio. Como resultado de sus esfuerzos, por lo menos ocho personas hicieron profesión de fe.

Harden escribió algunos puntos simplificados de conversación para que su hija memorizara, además de versículos bíblicos que van junto a la presentación del EvangeCubo, y además fungió como su traductor.

Harden dijo que tener a su hija allí les abrió puertas para compartir el evangelio y les dio oportunidades que de otra manera no hubieran tenido.

Esto fue especialmente verdad con los niños de Cuba.

“Los otros niños querían saber de qué se trataba el EvangeCubo y me pidieron a mí [que lo presentara],” dijo Brenda. “Muchos niños pudieron oír de él.”

En Guantánamo, cerca de la Primera Iglesia Bautista, los Harden notaron que había muchos niños pululando por la calle. El pastor Harden sugirió que fueran y comenzaran la presentación del EvangeCubo para ver si algunos de los niños paraban y escuchaban. En un momento, una multitud de 40 niños y adultos se reunió a oír la presentación del evangelio.

“Estábamos orando para que la policía no nos agarrara,” dijo el pastor Harden. “Predicar en las calles es ilegal en Cuba.”

Brenda también se reunió con los niños del club de evangelismo en la Primera Iglesia Bautista de Santiago de Caney. Brenda y los estudiantes cubanos visitaron hogares donde vivían niños que no asistían a la iglesia así que los niños del club pudieron ver a alguien de su edad compartir el evangelio.

“Los niños se sorprendieron de oír a alguien de 11 años hablar de Dios,” dijo Brenda.

Fuera de compartir el evangelio puerta a puerta y en las iglesias, los Harden se reunieron con el Equipo de Fuerza, el grupo de ministerio viajero que muestra sus hazañas de fuerza para compartir su fe, a en medio de su viaje. Cuando los niños se aparecieron para la presentación del Equipo de Fuerza, Brenda pudo compartir el EvangeCubo antes de la presentación del equipo.

El miembro del Equipo de Fuerza, Jon Andrickson dijo que lo impresionó la manera en la que Brenda se manejó. Andrickson notó que lo que lo impresionó más fue lo naturalmente que Brenda compartió su fe y cuán diligente fue para hacer la presentación correctamente.

“Ella la puso en palabras que niños de su edad podían entender y ella la practicó,” dijo. “Yo la vi practicando.”

Andrickson dijo que algunas de las iglesias que visitaron eran iglesias casa, ya que no se habían establecido antes de que el régimen comunista tomara el poder. Las condiciones no siempre eran las ideales, a veces las casas estaban abarrotadas y hacía calor.

“Ella hizo un trabajo maravilloso y nunca se quejó de que hiciera calor o de estar cansada,” dijo. “Estuve muy orgulloso de ella y me dejó muy impresionado.”

Brenda dijo que le preocupaban un par de aspectos del viaje, como la aduana y el “mal clima,” pero en su mayoría ella tenía fe en quien estaba a cargo.

“Sabía que Dios estaba conmigo, y que me guiaría y no tendría nada de qué preocuparme,” dijo.

El pastor Harden dijo que fue estupendo ver a Dios trabajando en la vida de los cubanos adultos así como en la de los niños. Muchos se me acercaron y me dijeron que si Brenda podía presentar el evangelio a su corta edad, entonces ellos también podían hacerlo.

“Creo que los adultos fueron más tocados que los niños, para ser honesto,” dijo.

Harden dijo que él intencionalmente involucra a todos sus cuatro hijos en evangelismo en casa, así que hablar con la gente y compartir su fe no eran conceptos extraños para Brenda.

“Realmente no tuve que entrenarla en términos de evangelismo porque hacemos evangelismo aquí,” dijo. “Ella simplemente estaba haciendo afuera lo que ya hacía aquí.”

Harden cree que toda la práctica que ella tuvo compartiendo el evangelio en Cuba le servirá bien en casa.

“Por la naturaleza de este viaje, este le dio la oportunidad de crecer en su habilidad de compartir el evangelio porque lo hizo mucho,” dijo. “Esto la ayudará a compartir el evangelio con sus compañeros de clase.”

Harden también espera que Brenda no sea la única de sus hijos que vaya a Cuba.

“Mi oración es que Dios me permita llevar a cada uno de mis hijos en dos viajes misioneros antes de que se hagan grandes,” dijo. “Si vamos a enseñarles a nuestros niños a tener un corazón por las misiones, tenemos que llevarlos a viajes misioneros.”

Harden es muy deliberado cuando se trata de asegurarse de que sus hijos entiendan la importancia de las misiones.

“¿Cómo es que la gente puede decir que pueden solventar un viaje a Disney, pero no pueden solventar un viaje misionero?” preguntó. “Sí, usted lo puede solventar, hágalo una prioridad. Para nosotros, es una prioridad.”

Andrickson dijo que ver a Brenda en el campo misionero lo ha motivado a querer llevar a su propia hija a un viaje.

Harden piensa que los niños que han nacido de nuevo tienen mucho que ofrecer y se les debe dar la oportunidad de usar sus dones espirituales.

“Los niños son la iglesia de hoy, no la de mañana,” dijo. “¿Por qué habría de ponerlos en un estante y no usarlos hasta que sean adolescentes o adultos?”