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Pediatras dicen que la transición de género entre adolescentes es dañina


NASHVILLE (BP) — Una asociación de pediatras ha dado a conocer un artículo de investigación citando evidencia científica que dice que es dañino permitir que los adolescentes confusos sobre su género, lo reemplacen con el sexo opuesto a través de la cirugía o la terapia hormonal.

“El tratamiento de [disforia de género] en la infancia usando hormonas, se considera efectivamente como una experimentación masiva en, y la esterilización de, jóvenes que son cognoscitivamente incapaces de proveer un consentimiento informado,” declaró el American College of Pediatritians (ACPeds) en un documento del 3 agosto, titulado “Disforia de Género en Niños.”

“Hay serios problemas éticos al permitir que se realicen en adolecentes procedimientos irreversibles, que cambian la vida de los menores de edad, quienes son demasiado jóvenes para otorgar un consentimiento válido por sí mismos; los adolescentes no pueden entender la magnitud de tales decisiones,” según la ACPeds.

El documento define la disforia de género como “una condición psicológica en la cual los niños experimentan una marcada incongruencia entre el género experimentado y el género asociado con su sexo biológico.”

Con su publicación más reciente, la ACPeds amplificó un resumen de 17 puntos dado a conocer en marzo. La ACPeds es conservadora socialmente y es diferente que la institución mayor American Academy of Pediatrics (AAP).

En contraste con las recomendaciones de la ACPeds, la página de internet de la AAP lista como una de las terapias para la disforia de género “el retraso potencial de la pubertad” usando medicamentos, luego emplear terapia hormonal del sexo opuesto para ayudar al paciente a establecer las características del sexo opuesto, “y finalmente la cirugía [de reasignación de sexo].” La AAP añade, “La consejería es de vital importancia para ayudar al adolescente con la disforia y para explorar los roles del género antes de alterar el cuerpo.”

Tales recomendaciones han atraído el agudo criticismo de la ACPeds, la cual favorece “el acercamiento estándar” de “esperar observando de cerca u optar por psicoterapia para la familia y el individuo.”

En estudio del 2011 publicado en el Journal of Sexual Medicine encontró que el 100 por ciento de los niños que reciben tratamientos de supresión de la pubertad con el tiempo optaron por someterse a la terapia hormonal y se identificaron como transexuales.

“Un protocolo de personificación y supresión de la pubertad que activa un resultado único e inevitable (la identificación transexual) que requiere el uso de hormonas tóxicas sintéticas de por vida, resultando en infertilidad, no es ni completamente reversible ni no dañino,” declaró la ACPeds.

Entre otras conclusiones que reportó el artículo de investigación:

— Los factores ambientales como la dinámica de la familia y el abuso sexual en la infancia son la causa predominante “en el desarrollo y persistencia de la disforia de género.” En el 80 por ciento de los casos donde uno de los gemelos idénticos es “trans-identificado,” el otro no lo es, según los estudios de gemelos; esto descarta la posibilidad de que la llamada identidad de género es controlada primordialmente por la genética.

— “Ahora hay 40 clínicas de género por los Estados Unidos, promoviendo el uso de supresores de la pubertad y hormonas de cambio de sexo para los niños.” Tal terapia está “creciendo muy rápido” porque “los padres las exigen,” según dijo un pediatra endocrinólogo que trabaja para el Children´s Medical Center en Dallas.

— Aunque los sondeos sugieren que algunos adultos con disforia de género “expresan una sensación de ‘alivio’ y ‘satisfacción'” después de la cirugía de reasignación de sexo, tales procedimientos no “dan como resultado un nivel de salud equivalente al de la población en general.” Entre las tendencias que se han encontrado en los estudios entre “adultos después de la operación de transexualismo” se ven aumentos en los niveles de depresión y suicidio.

— El estado prohíbe el tratamiento llamado “terapia de conversión,” esto “evita que los terapistas [con licencia estatal] exploren no sólo la atracción sexual e identidad de una persona joven, sino también su identidad de género. Los terapistas no tienen permiso para preguntar a un adolescente por qué cree que él o ella son transexuales; no pueden explorar los asuntos de salud mental que estén en el trasfondo; no pueden considerar la naturaleza simbólica de la disforia de género; y no pueden abordar posibles asuntos confusos tales como el uso de las redes sociales.”

El psicólogo y neurólogo Matthew Stanford dijo a Baptist Press que los pastores deberían leer el artículo publicado por ACPeds.

“La declaración es una sinopsis maravillosa” de la discusión cultural sobre el transexualismo, dijo Stanford, el presidente de Hope and Healing Center en Houston. Su estudio puede ayudar a los pastores a proveer información científica a los padres de los adolescentes que estén sufriendo con dudas de identidad de género.

Stanford instó a los pastores a encontrar pediatras en sus comunidades que concuerden con esa declaración y puedan enviarles a estos niños sufriendo con dudas de identidad sexual.

“Algunas personas tendrán una disforia de identidad de género porque vivimos en un mundo que cayó en el pecado,” dijo Stanford. “Esta no es una razón para que entonces nosotros cedamos y digamos [a un niño], ‘Sí, está bien. Simplemente vive como una niña,’ porque la ciencia nos muestra que eso en realidad no ayuda. Número dos, esa no era la intención de Dios.”

Scott Huitink, un pediatra en el área metropolitana de Nashville, miembro de First Baptist Church en Hendersonville, Tenn., dijo a BP que él está consciente de los individuos que han “cruzado” hacia una apariencia opuesta a la que tenían en su sexo biológico. Huitink dice que teme que haya otras necesidades psicológicas aparte de “la identidad de género.”

En algunos casos, estos asuntos pudieran “estar manifestándose solamente como una identidad de género,” dijo.

La disforia de género es un “asunto complejo,” dijo Huitink, y muchos pediatras no la han estudiado a fondo. Un principio fundamental que dirige su práctica es tratar a todos los pacientes como “hechos a la imagen de Dios,” sin importar si comparten sus mismos puntos de vista sobre la identidad de género.

En su artículo de investigación, la ACPeds afirmó los instintos de todos los pediatras que titubean sobre su apoyo hacia la transición de sexo.

“La ACPeds recomienda un cese inmediato” de la supresión de la pubertad, la terapia hormonal para cambiar de sexo y las cirugías de reasignación de sexo entre los niños y los adolescentes,” declaró el artículo, “así como el fin de la promoción de la ideología de género a través de los programas de las escuelas y las políticas legislativas. El cuidado médico, el programa escolar y la legislación deben mantenerse anclados en la realidad física.”

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  • Por David Roach