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Platt, presidente de la JMI, envía una carta abierta a la familia de la CBS


RICHMOND, Va. (BP) — David Platt, el presidente de la Junta de Misiones Internacionales (IMB, por sus siglas en inglés), dio a conocer una carta abierta para los bautistas del sur el 4 de septiembre en relación con el plan financiero de esta institución anunciado el 27 de agosto.

En la carta, Platt aborda varias preocupaciones y críticas que emergieron en relación con el plan, específicamente el anuncio de que la JMI recortará entre 600 y 800 miembros de su personal y sus misioneros en los próximos seis meses. Si desea, puede leer las historias relacionadas con este tema aquí.

Platt también lanzó un llamado para que los bautistas del sur “oren que Dios provea gracia, sabiduría, fortaleza, y unidad en toda la familia de la JMI mientras navegamos los varios retos” en los próximos meses.

A continuación, presentamos la carta completa:

4 de septiembre del 2015

Querida familia de la CBS,

A estas alturas muchos de ustedes ya han escuchado que la semana pasada la JMI anunció un plan para recortar de 600 a 800 miembros de la cantidad total de personal (dentro y fuera del país) en los próximos seis meses. Desde el momento en que se hizo este anuncio, nos hemos esforzado por comunicar los detalles de esta decisión lo más claramente posible ante las iglesias, las convenciones estatales, y las entidades nacionales por toda la CBS. FAQ ) Sin embargo, en medio de todo esto, simplemente quiero tomar un momento para abrir mi corazón ante ustedes.

Ciertamente este no es un anuncio que yo, de ninguna manera, quería dar. En la reunión más reciente de la Convención Bautista del Sur en Columbus, compartí con los mensajeros la manera en que la JMI gastó decenas de millones de dólares más de los que recibió el año pasado. En nuestro proceso de presupuesto de los últimos meses, otros líderes y yo hemos reconocido que este año tendremos la misma situación y estamos proyectando otro déficit de magnitud similar para el próximo año. De hecho, cuando echamos un vistazo en retrospectiva a las finanzas de la JMI desde el 2010, nos dimos cuenta que la JMI ha gastado una cantidad combinada de $210 millones más de lo que la gente nos ha ofrendado. Por la gracia de Dios, hemos podido cubrir estos gastos a través de las reservas y de la venta de propiedades en el extranjero. Pero no tenemos una fuente inagotable de propiedades internacionales que podamos vender, y nuestras reservas en efectivo ya no están en un nivel apropiado para ser buenos mayordomos en el futuro.

Cuando el personal de liderazgo se dio cuenta de nuestra grave situación financiera, supimos que teníamos que tomar medidas significativas. Pasamos horas arrodillados orando y discutiendo en las mesas las opciones potenciales para balancear nuestro presupuesto, desde enviar menos misioneros hasta recortar diversos costos. Sin embargo, ya que el 80 por ciento de nuestro presupuesto está dedicado a los salarios del personal, sus prestaciones, y gastos de apoyo, fue inevitable admitir que cualquier esfuerzo por balancear nuestro presupuesto requeriría grandes ajustes al monto de miembros del personal. Cuando nos reunimos con los fideicomisarios en nuestra junta más reciente, se llegó a la misma clara conclusión. Aunque la póliza de la mesa directiva no requiere una votación oficial de sus fideicomisarios, y aunque estos hermanos y hermanas agonizaron al pensar en tantos misioneros que serían retirados del campo, hubo un reconocimiento determinado y resonante en todo el salón de juntas coincidiendo en que nuestra situación financiera exigía tal acción.

Algunos pastores me han preguntado durante esta última semana, “¿Por qué la JMI no le pide a las iglesias que den más dinero?” Esto suena como una solución fácil, pero la JMI ya ha estado pidiendo a las iglesias que den más dinero durante muchos años. De diversas maneras les hemos dicho a las iglesias que tenemos una necesidad y hemos llamado a la iglesia a que ofrende para satisfacer esta necesidad. Aquí verán una pequeña muestra de los encabezados y artículos que hemos publicado:

2008 — “La JMI reporta noticias de precaución financiera que podrían tener un impacto significativo en la obra que la Junta realizará por todo el mundo el próximo año.” Más tarde ese mismo año, el presidente de nuestra mesa directiva dijo a las iglesias, “Estoy activando la alarma. El presupuesto de la JMI está sufriendo para apoyar el crecimiento de nuestra fuerza misionera.”

2009 — “Retos económicos… la JMI anticipa otro año financiero difícil… la JMI tiene un déficit [que] pudiera afectar 600 puestos.”

2010 — “La JMI lamenta las bajas en sus finanzas, intenta balancear el presupuesto…la JMI está enviando 30 por ciento menos misioneros a largo plazo, que los que enviaría si no tuviera limitaciones financieras.”

2011–“La JMI tiene dificultades para balancear el presupuesto…la JMI disminuye su fuerza misionera.”

2012 — “La JMI se prepara para otro reporte financiero que amerita recapacitación…la JMI está trabajando en un doloroso y difícil proceso intentando balancear el presupuesto.”

2013 — “La JMI insta a las iglesias a aumentar su apoyo…la JMI lamenta la indiferencia cristiana…los fideicomisarios de la JMI votan a favor de una propuesta de cambios substanciales que abarcan a toda la CBS.”

2014 — Solamente dos meses antes de que aceptara mi cargo, un articulo decía: “La JMI debe lidiar pronto con las demandas puestas sobre nosotros durante años de bajas en los recibos del Programa Cooperativo y en la Ofrenda Lottie Moon. Será difícil que continuemos apoyando una fuerza misionera de uno de nuestros propios miembros, mucho menos podremos ver un muy necesario aumento para el apoyo completo de los misioneros de carrera que ya están en el campo.”

Comparto todo esto simplemente para decir que no hemos mantenido en secreto nuestra posición financiera. Por la gracia de Dios, la iglesia ha respondido de muchas maneras, incluyendo varias ofrendas especiales como “Navidad en agosto” en el 2009 y un aumento en las ofrendas para la JMI a través del Programa Cooperativo y de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon en los últimos cuatro años. Aún así, aunque la JMI ha estado pidiendo a las iglesias que ofrenden y establezcan metas ambiciosas para lograrlo, la realidad sigue igual: la JMI ha gastado $210 millones más de lo que ha recibido. Sencillamente, no podemos seguir operando así.

¿Espero que las iglesias ofrenden más a la JMI a través del Programa Cooperativo y de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon este año? Absolutamente sí, y estamos trabajando celosamente con las iglesias, las convenciones estatales, y las entidades nacionales para lograr esta meta. Pero quiero ser totalmente claro: yo no estoy culpando a la iglesia por haber puesto a la JMI en la posición actual. Yo amo a la iglesia, nosotros como la JMI queremos servir a la iglesia, y creemos que la mejor manera en que nosotros podemos hacerlo ahora mismo es operando dentro de los medios que se nos han provisto a través de la iglesia.

De manera similar, no se debe culpar a los líderes anteriores de la JMI. Los líderes anteriores conocían estas realidades financieras y pusieron en marcha un plan para reducir gradualmente nuestra fuerza misionera (a través de la erosión normal y de menos nombramientos) a la vez que utilizaron las reservas y la venta de propiedades internacionales para mantener en el campo a tantos misioneros como fuera posible. Yo alabo a Dios por los recursos que Él proveyó para que este plan se realizara y alabo a Dios por los líderes que decidieron no inmovilizar esos recursos si no darlos por el avance del Evangelio entre aquellos no alcanzados. Finalmente, alabo a Dios por la gente que vino a Cristo en los últimos años gracias a que nuestros misioneros pudieron quedarse en el campo, y porque usamos nuestros recursos para mantenerlos ahí.

Aún así, cuando ambos, el personal y los líderes fideicomisarios, miraron la realidad que enfrentamos, nos dimos cuenta que ese plan ya no es viable, porque no podemos continuar gastando de más como lo hemos hecho. Por el bien de la responsabilidad financiera a corto plazo y la estabilidad de la organización a largo plazo, debemos ponernos en una posición donde podremos operar dentro de nuestro presupuesto, lo cual implica necesariamente que reduciremos nuestro personal.

Las palabras no pueden describir realmente lo mucho que me duele escribir una frase como esta, y lo que me duele haberlo comunicado la semana pasada. Ya que “600” y “800” no son sólo cantidades escritas en papel; son personas alrededor del mundo. Para muchos de ustedes, son su familia, amigos, y miembros de su iglesia. Son hermanos y hermanas a quien amo, y hermanos y hermanas a quien quiero servir y apoyar. No sólo quiero que se queden en el campo misioneros tantos como podamos apoyar; quiero que multitudes se unan a ellos. Pero, a fin de si quiera tener una conversación sobre cómo movilizar más personas en el futuro, la JMI debe recuperar su salud financiera en el presente.

Espero que toda esta información les ayude a ver una pequeña parte de las razones por las cuales la JMI está dando estos pasos en este tiempo. Usted puede visitar los enlaces a los que me referí anteriormente y leer más sobre el proceso de dos fases que estamos aplicando dentro de los siguientes seis meses para recortar personal. Nuestro objetivo es hacer este proceso tan voluntario como sea posible, comenzando con una Iniciativa de Jubilación Anticipada, y luego nos moveremos hacia una oportunidad para que otros miembros del personal voluntariamente digan, “Creo que el Señor me está guiando hacia una nueva obra.” Mientras que el Señor guía a 600-800 hermanos y hermanas a nuevos lugares y puestos en los próximos días, queremos honrar a todos y cada uno de ellos con un apoyo generoso, dándonos cuenta que entre más nos tardemos en dar este paso, menos generosos podremos ser.

El comentario que más he apreciado por parte de la mayoría de los pastores y los miembros de las iglesias durante estos últimos días ha sido: “¿Cómo podemos ayudar?” obviamente, una manera de ayudar es ofrendando. Sin duda, la JMI está comprometida a operar dentro de sus medios en los días venideros, pero estamos orando para que esos medios incrementen para que podamos dejar de retirar misioneros del campo y comencemos a enviar multitudes para que lleven el Evangelio a quienes nunca lo han escuchado. Además, en vista de todo lo que he compartido con ustedes, también animo a su iglesia a que considere de qué maneras pueden cuidar a uno de estos misioneros que muy pronto se mudarán de regreso a los Estados Unidos. Confío que nuestra familia bautista del sur dará la bienvenida con los brazos abiertos a estos hermanos y hermanas mientras se integran en nuestras iglesias aquí, haciendo discípulos de las naciones que Dios ha traído a nuestro propio vecindario.

Finalmente, y de suma importancia, quiero pedirles que oren por la JMI durante estos días. Por favor oren que Dios provea gracia, sabiduría, fortaleza, y unidad en toda la familia de la JMI mientras navegamos los varios retos por los que caminaremos juntos durante los próximos seis meses.

Por último, por favor oren que Dios use estos días para preparar el escenario donde esta organización misionera de 170 años florezca por décadas futuras o hasta que regrese Jesús. Que en esta histórica coalición de iglesias llamada Convención Bautista del Sur nos esforcemos juntos encaminados hacia esta meta.

Para Su gloria,
David Platt

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  • el Personal de la JMI