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¿Por qué Cristo Jesús?

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Se terminó la celebración de las pascuas de resurrección. ¿Y ahora qué? La vida sigue igual, pero no para los que verdaderamente creen en el poder de la resurrección porque se necesita continuar compartiendo la razón por la cual él vino a morir por el mundo. El Señor, quien resucitó, prometió regresar. Pero, ¿quién es Él? ¿Porque espera el cristiano su regreso?

A través de los años, el mundo se detiene el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Cristo Jesús y todos los años, un domingo, durante el mes de marzo o abril se celebra las pascuas de resurrección por todo el mundo. ¿Por qué? Porque el Rey de reyes y Señor de señores es digno de celebrar. ¡Él triunfó sobre la muerte al resucitar de entre los muertos! Su nacimiento trajo esperanza y su muerte y resurrección trajeron salvación completa.

Cristo Jesús es el Hijo unigénito de Dios y nadie viene al Padre sino por Él. Cristo Jesús es la puerta para entrar al cielo y todo aquel que en Él crea tendrá vida eterna. Él vino para sanar a las almas enfermas por el pecado. Él es el buen pastor que dio su vida por sus ovejas y sus ovejas lo reconocen.  Él es el pan de vida que nunca se acaba y el agua viva para saciar la sed de las almas perdidas. Cristo Jesús es la vid y los que en Él creen son las ramas, sin Él no puede haber fruto. Él intercede por los que le aman y los que le aman puede clamar al Padre en su nombre. El ama al Padre y vino para servirle y pide que los que lo siguen obedezcan sus mandamientos. Él es el Alfa y el Omega-principio y el final. Él es el cordero de Dios sin mancha que con su sangre lava los pecados de la humanidad porque Su muerte sustituyó la muerte del hombre. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (RV1960).

Para tener vida eterna y aceptar a Cristo Jesús como Salvador la persona necesita:

El cristiano, comparte a Cristo con otros por amor y obediencia en espera de su regreso, “Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos” (Apocalipsis 7:17-RV). Y también, “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4-RV).

(Escritura para el párrafo 3—Efesios 2:8-9, Juan 3:16; 1 Timoteo 6:15; Apocalipsis 17:14; Juan 14:6; Juan 6:35; Juan 6:48, Juan 10:7; Romanos 10:13; Juan 10:14; Juan 6:35, 48; Juan 15:1; Juan 14:21; Romanos 8:38-39; Juan 1:29, 36; Juan 16:24, Apocalipsis 1:8)

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