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Preguntas y Respuestas: Greear responde las preguntas de editores bautistas

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DALLAS (BP) — El pastor de North Carolina, J.D. Greear, uno de los dos candidatos que van a ser nominados para presidente de la Convención Bautista del Sur en junio, respondió las seis preguntas de Baptist Press y de editores bautistas estatales.

Vea las respuestas de J.D. Greear debajo.

¿Cuáles son algunas maneras específicas en las que le gustaría ayudar a zanjar posibles diferencias teológicas y generacionales en la SBC en que los bautistas del sur han expresado preocupación en años recientes?

Greear: La base de nuestra unidad en la SBC siempre ha sido el Evangelio y más allá de eso, Fe y Mensaje Bautistas (BFM 200 por sus siglas en inglés). Esto es lo que nuestros mensajeros han encontrado cierto, bajo la dirección del Espíritu Santo, para establecer como los parámetros de nuestra cooperación.

Cada palabra enseñada en la Escritura es importante, pero hemos establecido BFM 2000 como la base de nuestra unidad y creo que esa debe ser nuestra guía. Cuando quiera que permitamos que doctrinas secundarias o terciarias, costumbres culturales o preferencias en la forma de adoración nos distraigan o nos dividan, el diablo gana y el evangelismo pierde.

Por favor, describa por qué usted cree que el sostén para el Programa Cooperativo, la Ofrenda de Navidad Lottie Moon y la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong es vital para la misión y la visión de los bautistas del sur.”

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Greear: La cooperación entre las iglesias para el bien de las misiones es el porqué de la existencia de la convención, y esa cooperación ha capacitado a los bautistas del sur a producir más plantadores de iglesias, más misioneros, y más graduados de seminarios que ningún otro grupo en Estados Unidos. El dar cooperativo a través del PC, las ofrendas Annie Armstrong y Lottie Moon es un método poderoso y probado para sostener el trabajo de la Gran Comisión.

Como exmisionero de la IMB y dos veces graduado del seminario, he sido beneficiario del PC de múltiples maneras. En años recientes, nuestra iglesia se ha involucrado cada vez más en dar, y solo planeamos que esto continúe. Queremos llamar a una nueva generación de iglesias bautistas del sur, similarmente, a levantarse e involucrarse en las misiones y el dar cooperativo.

Instituciones como el PC y las entidades que ellos sostienen capacitan nuestros esfuerzos misioneros a tener capacidad de sostenimiento, y deben ser importantes para todos los bautistas del sur.

¿Cuáles son algunas lecciones que las iglesias bautistas del sur en el sur pueden aprender – y posiblemente aplicar a sus ministerios – de las congregaciones fuera de esa región en áreas más pioneras o inalcanzadas del país?

Greear: Los bautismos han disminuido en la SBC, especialmente en el sureste, ¡donde la población está creciendo más rápidamente! La respuesta no se encuentra dando vuelta en los vagones. Es recordando que Dios fundó cada iglesia pensando en enviar.

Muchas iglesias en la SBC se han descentralizado de las estaciones remotas a las instalaciones de mantenimiento, y como tal han perdido la presencia y el poder de Jesús. Jesús dijo: “Si alguno me sirve, donde yo estoy, él estará también” (paráfrasis de Juan 12:26). Jesús está buscando y salvando al perdido. Las iglesias en regiones fronterizas naturalmente viven allí; todas las iglesias deberían regresar a eso.

Aquí es también donde la distinción entre iglesias pequeñas y grandes se vuelve insignificante. Las iglesias más pequeñas frecuentemente alcanzan gente en áreas de la frontera más efectivamente que las grandes. La mayoría de las iglesias en el Nuevo Testamento, por ejemplo, eran pequeñas, pero el impacto que hicieron para la Gran Comisión no fue menos que milagroso.

¿Qué sugeriría usted que debiera cambiarse en la convención dentro de los siguientes dos o tres años para asegurar el crecimiento?

Greear: Necesitamos (1) enfocarnos de nuevo en la prioridad del Evangelio como el punto de partida de nuestra unidad y evangelismo, así como en nuestra misión; (2) abrir camino para que los líderes étnicos nos dirijan a alcanzar un cambio demográfico; (3) facilitar que las iglesias se involucren en la plantación de iglesias, acá y en el extranjero; (4) movilizar una generación de estudiantes universitarios a vivir en misión, e (5) incrementar el involucramiento en el PC. Podemos incrementar el involucramiento en el PC de tres modos. Primero, pidiéndoles a las iglesias que den más al PC. (Obvio, pero vale la pena repetirlo.) Segundo, celebrando las convenciones estatales que dan dinero para el campo. (Los bautistas del sur tienen mucho deseo en su dar, pero creo que esto es muy querido en su corazón.) Tercero, animando todas las formas de dar a la Gran Comisión. No queremos, por supuesto, fomentar el acercamiento social, pero necesitamos permitirles a las iglesias libertad para participar.

¿Cuáles son algunas formas en las que las relaciones entre las entidades de la SBC pueden ser mejoradas o fortalecidas?

Greear: Todo descrédito y cinismo tienen que parar. Somos un gran pueblo con un Evangelio tan grande y una misión tan urgente como para enfocarnos en diferencias mezquinas o territorialismo entre nosotros. Cada entidad debe mirarse a sí misma como sierva de las otras, y más que todo como siervas de la misión. Prácticamente, esto significa que nos damos las unas a las otras el beneficio de la duda, asumimos lo mejor de cada una, y extendemos la gracia, justo como Cristo lo hizo con nosotros.

Los directivos de las juntas deben permitirles a los líderes designados la libertad de dirigir, pero esos líderes deben dirigir transparentemente y en sumisión a la supervisión de esas juntas. Nuestros consejos de administración están ahí para ofrecer asesoría, para manejar crisis, y algunas veces, para aplicar los frenos o redirigir el enfoque. En otras palabras, las juntas tienen que tener a las cabezas de la entidad a cuentas, pero permitiéndoles liderar la lucha en la misión.

En la estela del movimiento #Metoo (yo también) y los numerosos escándalos relacionados con el sexo que han impactado a nuestra nación, incluyendo a los líderes e iglesias bautistas del sur, ¿cuáles son algunas maneras en las que las congregaciones pueden responder mejor a estos asuntos y ministrar a aquellos afectados?

Greear: Primero, debemos entender que algunas acciones no son solamente inmorales, sino también ilegales. En tales casos, reprender la inmoralidad no es suficiente; necesitamos involucrar el cumplimiento de la ley. Nuestras estructuras gubernamentales, dice Pablo, están designadas por Dios para mantener la paz y debemos someternos a ellas.

Segundo, necesitamos volvernos tan expertos en aplicar el Evangelio al sufrimiento, como lo somos para aplicarlo el pecado. Debemos aprender a escuchar, a buscar consejería, y a luchar para proteger al vulnerable en nuestros rebaños.

Tercero, debemos mencionar la experiencia del abuso en nuestra enseñanza. Cuando no mencionamos experiencias como el abuso sexual, indirectamente comunicamos: “El Evangelio no se aplica aquí.”

Cuarto, debemos insistir en los más altos estándares de transparencia y llamar a cuentas. ¡Las cosas que crecen en un jardín secreto siempre crecen mutantes! Los pastores deben ser sabios en no ponerse a sí mismos en situaciones tentadoras o comprometedoras.