- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

Primera Bautista acoge a su colorida comunidad

[1]

NOTA DEL EDITOR: La First Baptist Church (Primera Iglesia Bautista) de Lilburn, Georgia, ejemplifica el compromiso de las iglesias de la Convención Bautista del Sur de apoyar las misiones estatales, nacionales e internacionales y de ministrar a través del Programa Cooperativo. Octubres es el mes de énfasis del Programa Cooperativo en la CBS. Para tener una sinopsis de este canal clave de apoyo para el trabajo bautista del sur, vaya a www.cpmissions.net.

LILBURN, Ga. (BP) — Los lugareños dicen que el una vez acogedor pueblo de Lilburn, Georgia, comenzó a atraer inmigrantes y a experimentar el “vuelo blanco” después de las Olimpiadas de 1996.

La mayoría de los miembros de First Baptist Church (Primera Iglesia Bautista) de Lilburn — a pesar de enfrentar el drástico cambio en la comunidad y la decisión de otras iglesias locales de reubicarse — decidieron mantenerse firmes donde Dios los había plantado en 1840.

Para el momento en el que Ken Hall fue llamado como pastor en 2003, la congregación había determinado que era la responsabilidad dada por Dios de alcanzar a cualquiera que Dios llevara hasta su comunidad al noreste de la circunvalación I-285 de Atlanta.

Muchas congregaciones, una iglesia

First Baptist Church se ha vuelto un microcosmos de la multicultural CBS, con la congregación hispana y otras 14 distintas congregaciones, tres de las cuales adoran en inglés. Juntas, las diversas congregaciones reportaron 1.091en la adoración de los domingos en la mañana, 94 bautismos y un poquito más de 10 por ciento de recibos no asignados dado a través del Programa Cooperativo de los bautistas del sur en el Perfil Anual de la Iglesia 2012 de la CBS.

[2]

A través de las congregaciones étnicas de la iglesia, es posible alcanzar al mundo que Dios ha enviado a este pueblo. Entre 1990 y 2010, la población anglo de Lilburn declinó de 95.2 por ciento en 1990 a 69.1 por ciento en 2000, a solamente 52.7 por ciento en 2010, de acuerdo a la Oficina del Censo de EE.UU.

Hoy en día, las congregaciones de First de Lilburn incluyen la hispana y la indio asiática, ambas con servicios en su lengua materna (para la primera y segunda generaciones de inmigrantes) e inglés (para llegar a las generaciones jóvenes). Otras congregaciones étnicas son la coreana, china mandarina, china cantonesa, vietnamita, hmong, haitiana, etíope, butanesa, árabe y persa (de habla farsi) además de inglés.

“Soy de esta área así que conozco los cambios,” dijo Hall. “El condado Gwinnett era un área blanca de clase media alta. El mundo vino a Atlanta para las Olimpíadas, les gustó lo que vieron y regresaron. Ahora Lilburn tiene más mayoría de etnias que de caucásicos…. Comenzamos a orar y Dios comenzó a sistemáticamente abrir puertas para alcanzar los diferentes grupos.”

Inicialmente, Lilburn trató de ser una verdadera congregación internacional.

“Fracasó totalmente,” dijo Hall. “Estábamos realmente perplejos por eso ya que sentíamos que había una gran necesidad. Pero llegamos a darnos cuenta de que cada grupo quiere adorar en su propia lengua y cultura maternas.

“Si íbamos a alcanzarlos, tendríamos que enfocarnos en grupos de lenguaje específico,” dijo el pastor. “Cuando comenzamos el proceso, nos enfocamos en la primera y segunda generaciones, así que necesitábamos a alguien que pudiera hablar ese idioma. Por esa razón, decidimos no comenzar una congregación si no teníamos un liderazgo [en el idioma específico] para ella.”

Hall dijo que él y los pastores étnicos han aprendido que la mayoría de los inmigrantes de primera y segunda generaciones quieren adorar en su lengua materna. Por otro lado, muchos de la tercera y cuarta generaciones de estadounidenses quieren adorar en inglés, pero en el contexto cultural de sus padres. La quinta y la sexta generaciones están por lo general totalmente “americanizados” y frecuentemente se sienten más cómodos en una congregación de habla inglesa.

Un ministerio a niños de habla hispana en un complejo de apartamentos cerca de la iglesia se convirtió en la primera congregación de lenguaje. Comenzó como un ministerio infantil, creció para incluir a los padres y ahora tienen servicios en español y en inglés, cada uno con una asistencia de 70 en el servicio de adoración. Julio Crespo, pastor hispano bivocacional, dirige ambas congregaciones al tiempo que trabaja como ingeniero en computación para una jurisdicción de tránsito.

“Plantar una iglesia es un trabajo difícil,” dice Crespo. “Algunas veces los iniciadores de iglesias son tirados por ahí, a sus propias expensas. Tener una iglesia local que ore por nosotros y esté con nosotros durante ese proceso es muy útil, una enorme bendición. No tienes el sentido de estar ahí solo.

“Tenemos 12 países [representados en las congregaciones hispanas]…. Tenemos una comunidad muy diversa pero hemos aprendido de [Lilburn] First a llegar a ellos donde ellos están, a su corazón.”

Cómo trabaja First Baptist

Albergar a tantos grupos no deja de tener desafíos. El espacio en el refrigerador es un ejemplo; así como muchos estadounidenses tiene a mano kétchup, mostaza, mayonesa y una variedad de pepinillos, cada cultura tiene sus “tesoros” favoritos. Compartir el espacio para esto es manejable, la cantidad de sobrantes olvidados no lo es. “Algunas veces tenemos que recordarles a las congregaciones que mantengan los refrigeradoras limpios,” dijo Elaine Brown, coordinadora de misiones.

El comportamiento de los niños también puede ser desafiante, cuando los estándares varían entre las diferentes culturas. Al igual que el refrigerador, ese asunto también fue abordado y resuelto durante una reunión regular de todo el personal vocacional los martes en la mañana.

“Tratamos los asuntos directamente,” dijo Hall. “Tratamos de ser comprensivos; también entendemos que cada uno debe ser considerado con los otros.”

Dos veces al año la iglesia se reúne para adorar como un cuerpo: el último domingo de abril para el Festival de las Naciones y para tener la Cena del Señor en septiembre. También, las congregaciones étnicas frecuentemente bautizan durante el servicio anglo.

El respeto de todos los involucrados por cada persona, por las culturas y por las instalaciones capacita a First Baptist a manejar los desafíos logísticos de llenar las necesidades de las diferentes congregaciones.

“Sí tenemos una instalación grande y sí tenemos un número de lugares que pueden acomodar grupos grandes, de más de 50, 60 o 70,” dijo Hall. “No cobramos alquiler; no vemos esto como grupos externos. Consideramos cada pastor por idioma como un pastor asociado de Lilburn First además de ser el pastor principal de sus respectivas congregaciones. Con cada congregación que llega, nos sentamos y les explicamos nuestra filosofía, tanto lo que hacemos como la forma en la que ellos se relacionan a la iglesia como un todo.

“Ellos llegan como un ministerio de la iglesia, así como los jóvenes o la música,” añadió Hall. “Tienen acceso completo a las instalaciones, pasan por el mismo proceso de reservar las instalaciones, y es en orden de prioridad de llegada. Si los jóvenes, por ejemplo, quieren el gimnasio y otro grupo lo ha reservado, los jóvenes buscan otro lugar.

“He visto de nuevo cuando miramos las Escrituras que Dios tiene corazón por las naciones,” reflexionó Hall. “Dios ama a todos los pueblos — no solamente a nosotros los hermanos blancos. He visto el amor de Dios por todos los pueblos, sin tener en cuenta quiénes son.”

Comprometidos a la cooperación

Aunque principalmente enfocada en alcanzar su comunidad, la iglesia ha mantenido una agresiva visión de fundar misiones a través del Programa Cooperativo para ser parte de los bautistas del sur en la Gran Comisión.

“He sido bautista del sur toda mi vida — salvado y llamado a ministrar como un bautista del sur — y he llegado a una más profunda apreciación del hecho de que podemos hacer más juntos de lo que podemos hacer por separado,” dijo Hall. “Una de las grandes cosas — si no la más grande — del Programa Cooperativo es que trabajamos juntos para poder llevar a cabo más de lo que podemos lograr solamente por nosotros.

“Creo que el mayor beneficio de lo que estamos haciendo — lo que Dios está hacienda a través de nosotros — es que podemos llegar a gente que viene aquí a EE.UU. para estudiar, trabajar o en busca de libertad,” dijo Hall. “Ellos vienen por eso, y encuentran a Cristo. … Estamos alcanzando a gente que no hubiéramos alcanzado de otra manera si no hubiéramos tenido las congregaciones por idiomas. A medida que Dios dirija, más congregaciones étnicas podrían estar en el futuro de la iglesia.”
–30–
Karen L. Willoughby es una escritora bautista del sur recientemente reubicada en Mapleton, Utah. Este artículo apareció primero en SBC LIFE, publicación del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur.