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Primeros frutos del semestre de primavera cosechados en campus universitarios


FORT WORTH, Texas (BP) — Dos estudiantes del Seminario Teológico Bautista Southwestern (SWBTS por sus siglas en inglés) estaban comenzando a testificarle a un estudiante, Esteban, en el campus de la Universidad de Texas en Arlington (UTA por sus siglas en inglés) cuando dos de sus amigas, Stephanie y Belén, aparecieron. Aunque el estudiante de maestría en divinidades del SWBTS Emmanuel Escareno inicialmente pensó que eso interrumpiría la oportunidad de compartir el evangelio, probó ser una cita divina.

Escareno, junto con el compañero de estudios en maestría de divinidades Daniel Moon, sintió incertidumbre acerca de la vida después de la muerte en Esteban y Stephanie, las preguntas espirituales que Escareno hizo parecían especialmente pertinentes. Justo una semana antes, tanto Esteban como Stephanie habían estado en un accidente automovilístico.

Mientras Esteban manejaba y Stephanie iba en el asiento del pasajero, un vehículo que se aproximaba embistió un costado del carro; afortunadamente, ninguno salió herido. En su conversación con los dos estudiantes del Southwestern, ellos reconocieron la protección de Dios en esa situación potencialmente peligrosa.

Escareno presentó el evangelio explicando la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección, con fe en él como el único medio por el cual una persona puede ser salva.

Él les preguntó a los tres universitarios si entendían lo que les había dicho; los tres contestaron “sí.” Preguntó que si había alguna razón para que no pusieran su fe en Jesús inmediatamente y ellos dijeron “no.”

Escareno los guió en una oración de salvación, y los tres profesaron fe en Cristo.

Incluyendo a estos tres, cinco estudiantes de UTA llegaron a la fe en Cristo ese día, el número más grande de profesiones de fe que el equipo de evangelismo de Southwestern haya visto jamás en un solo día (de hecho, todos tuvieron lugar en un lapso de una hora el 27 de enero).

Escareno y Moon constituían un equipo, mientras que los estudiantes de maestría en divinidades Dallas Smith y Ariel Lee constituían el otro.

El Señor usó a Smith y a Lee para guiar cada uno a una persona a Cristo.

Al primero, Edward, lo encontraron en la unión estudiantil. Smith inició la conversación preguntándole a Edward si tenía tiempo para hablar, luego indagaron sobre su historia. Después de un minuto o algo así, Smith dijo que tenía un tratado para compartir con él. Edward estuvo de acuerdo en escuchar, así que

Lee lo guió a través de la presentación del evangelio. Al final, Edward se dio cuenta que necesitaba a Jesús en su vida y Smith procedió a guiarlo en una oración de salvación.

Luego, Lee inició una conversación con Leo, un estudiante taiwanés. Leo dijo que su familia era budista pero que él particularmente no entendía esa religión. Lee compartió lo que es ser cristiano, y cuando Leo dijo que no sabía nada sobre el cristianismo, Lee le preguntó si podía compartir con él cuatro puntos simples.

“Yo saqué mi folletito de las ‘Cuatro leyes espirituales’ en chino y compartí el evangelio con él,” relató Lee. “Le pregunté cuál círculo describía su vida en ese momento, y él seleccionó en el que estaba Jesús. Le pregunté si ya era cristiano, y él me dijo ‘no,’ pero que este era el que él quería. Así que le mostré la oración [de salvación] y le pregunté si quería esto, y él dijo ‘sí.’ Así que lo guié en oración para recibir a Cristo.”

Además de estos cinco salvados en UTA, seis personas más profesaron fe en Cristo esa misma semana en respuesta a los esfuerzos de evangelismo de los estudiantes y la facultad de Southwestern justo a pocos días de haber comenzado el semestre de primavera.

Matt Queen, presidente de evangelismo L.R. Scarborough (“Silla de fuego”) en el Southwestern, dijo que Dios ha bendecido los equipos de evangelismo semanal de Southwestern del campus de Fort Worth de muchas maneras desde el otoño de 2013, “incluyendo el hecho de que cada semana que hemos enviado un equipo a evangelizar, por lo menos una persona — y muchas veces más de una persona — ha recibido a Cristo.”

“Hemos descubierto que entre más consistente es nuestro testimonio semanal por Cristo en la comunidad, más consistentes son los reportes que oímos de aquellos en nuestra comunidad que están recibiendo a Cristo,” señaló Queen.

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  • Por Alex Sibley