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Profesores objetan alarmismo del calentamiento global

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FORT WORTH, Texas (BP)–Dos profesores del Seminario Teológico Bautista Southwestern han opinado sobre el debate que rodea la consideración del Senado de EE. UU. sobre la legislación del sistema de fijación de límites máximos e intercambio de los derechos de emisión (conocido como cap-and trade) y la reunión cumbre de la Naciones Unidas acerca de los cambios climáticos efectuada entre el 7 y el 18 de diciembre en Copenhague, Dinamarca.

Los profesores Craig Mitchell y Benjamin Phillips contribuyeron con un documento que critica el alarmismo del calentamiento global. El documento, titulado: “Un Llamado Renovado a la Verdad, la Prudencia y la Protección del Pobre,” fue publicado por la Cornwall Alliance for the Stewardship of Creation (Alianza Cornwall para la Mayordomía de la Creación) y publicado durante una reunión de eruditos evangélicos efectuada el 3 de diciembre en la Fundación Heritage en Washington, D.C.

Mitchell, profesor auxiliar de éticas en el Southwestern y autor principal de la porción del documento sobre teología, cosmovisión y éticas participó en el panel de discusión en la Fundación Heritage. Él insistió que los puntos de vista del mundo informan que la postura de los alarmistas sobre el cambio climatológico cambia de acuerdo a la información que aceptan como válida, además de su interpretación de esa información.

De acuerdo a la cosmovisión de muchos alarmistas del calentamiento global, la tierra se encuentra en un delicado balance que los humanos pueden fácilmente alterar, dijo Mitchell. Ellos a menudo consideran que los humanos son parásitos de la tierra. Por el contrario, la visión cristiana del mundo enseña que el clima de la tierra y los ecosistemas son “robustos.”

“Dios creó la tierra para que sostuviera la vida en general y la vida humana en particular,” y Dios le concedió a la humanidad “autoridad sobre esta tierra,” dijo Mitchell. Esta “robusta creación” no es “una cosa débil y delicada que el hombre puede destruir, porque esta tierra va a estar aquí mientras que Dios quiera que esté aquí, ni un segundo menos. Va a servir a sus propósitos.”

CALENTAMIENTO GLOBAL, ENERGÍA Y MORALIDAD

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Los votantes en EE. UU que son asistentes a la iglesia. “van a desatar desastrosas fuerzas económicas sobre ellos mismos y sobre otros,” si prestan atención a los alarmistas del calentamiento global y apoyan la legislación cap-and-trade, dijo Mitchell, quien actualmente está añadiendo una maestría en economía a otras tres maestrías y un doctorado en éticas cristianas que ya posee.

La legislación es un intento para disminuir formas de energía a base de carbono, como el carbón y el gas natural. De acuerdo a Mitchell, “el carbón es la forma más barata y eficiente de producir energía,” y EE. UU. tiene suministro abundante de carbón y gas natural, junto a sus reservas de petróleo. Algunos estudiosos sugieren que este suministro de combustible fósil podría durar cientos de años. Mientras que los alarmistas del calentamiento global intentan disminuir el uso de las fuentes de energía a base de carbono, la energía que se necesita en la nación aumenta anualmente.

“El crecimiento de la economía en gran medida requiere el crecimiento del suministro de energía del país,” explicó Mitchell. “Y así, si se está continuamente cortando los medios de producción de energía, el resultado será que se herirá la economía del país. Y cuando se haga esto, habrá un incremento del desempleo en este país, y un sinnúmero de otros problemas van a seguir a este.”

Dentro de los EE. UU., la legislación cap-and-trade puede: “como mínimo, costarle a la nación $200 mil millones al año en aumento de impuestos.” También aumentará el costo de la electricidad, posiblemente lo doblará para cada persona en el país. En naciones en desarrollo, sin embargo, tal legislación con base en el calentamiento global es un asunto de vida o muerte.

En muchos de estos países, el pobre gasta mucho de su tiempo picando madera y buscando excremento humano y animal para quemar en sus casas por falta de formas más avanzadas de calefacción. El humo producido por la quema de madera y excremento contribuye a los problemas de salud, como la tuberculosis, entre mujeres y niños. Si la legislación cap-and-trade se aplicara a estas naciones podría prevenir el desarrollo de costos de energía costeable y limpia que prevendría asuntos de salud como los mencionados.

En la teología, el capítulo de cosmovisión y éticas de “Un Llamado Renovado a la Verdad,” eruditos evangélicos insisten que: “aunque las leyes deben proteger el ambiente, nunca lo deben hacer a expensas de la vida humana y el bienestar.” El documento entonces anota que la “reducción en el uso de la energía (causada por los cambios mandatorios de combustibles fósiles a alternativas más caras) obligaría a cerca de dos tercios de la población humana a añadir décadas o incluso generaciones de severa pobreza y la compañía de altos índices de enfermedad y mortalidad prematura.”

De acuerdo a Mitchell, la información científica reunida por los alarmistas del calentamiento global no justifica tal economía y costos humanos de una legislación abrupta.

CLIMATEGATE Y LAS ÉTICAS DE LA CIENCIA

De hecho, Mitchell discute que la información usada para apoyar el calentamiento global ha estado en debate desde el principio. Alrededor del mundo, la gente ha cuestionado el apoyo científico del calentamiento global, especialmente desde la emergencia de lo que se ha llegado a conocer como Climategate: la escandalosa publicación de correspondencia electrónica que implica que los científicos han alterado estadísticas que apoyan el calentamiento global. De acuerdo a Mitchell, este escándalo levanta serios asuntos éticos e ilustra las limitaciones de la ciencia.

“Hay una clase de moralidad asociada con la ciencia, y para hacer ciencia en forma correcta, hacerla moralmente, significa que usted no solamente lo mira todo, sino que lo reporta todo,” dijo Mitchell, quien tiene título en ingeniería y ha trabajado como “genio” para las Fuerzas Aéreas de EE. UU., probando sistemas balísticos de misiles, además de naves aéreas y espaciales.

La gente a menudo se imagina a los científicos como “fríos y analíticos” investigadores que “están solamente en busca de la verdad,” dijo Mitchell. Sin embargo, él advirtió que el filósofo de la ciencia Thomas Kuhn, en su ampliamente leído libro “La Estructura de las Revoluciones Científicas,” desestima esta popular postura de la práctica científica.

“Kuhn dice que muchos científicos son personas que realmente buscan poder,” dijo Mitchell, “y ¿sabe qué? La triste verdad del asunto es que, al menos en esa parte, él está en lo correcto.”

En su libro, Kuhn también sugiere que una comunidad de científicos que trabajan en un marco aceptado (es decir, “paradigma”) ignorará información contradictoria (es decir, “anomalías”) hasta ser forzados a cambiar el paradigma. En el debate del cambio climático, dijo Mitchell, no hay anomalías.

“Solamente hay grandes huecos que han ignorado,” dijo. “No creo que esto realmente se sume al modelo del que Kuhn habla… debido a que no es solamente un pequeño hueco aquí y otro pequeño hueco allá que la gente está empujando hacia el paradigma existente. Se está hablando acerca de tercios y cuartos del paradigma. El asunto no puede soportar su propio peso.”

La misma ciencia tiene limitaciones, añadió Mitchell. Como un acercamiento “empírico e inductivo al conocimiento,” la ciencia no puede garantizar certeza aun cuando sea hecho correctamente. Los filósofos de la ciencia reconocen, por ejemplo, que “para cualquier set de información, hay un número infinito de interpretaciones de esa información.” Por esta razón, los científicos deben continuamente probar la información y cambiar sus teorías con base en los resultados de esas pruebas. Finalmente, el punto de vista del científico determinará la manera en que use e interprete la información que reúne.

“Su punto de vista,” dice Mitchell, “dirige su agenda, dirige su moralidad y dirige cómo mira usted la información, o cómo no la mira.”

LOS CRISTIANOS Y EL MEDIO AMBIENTE

A pesar de su escepticismo hacia la legislación cap-and-trade y las causas humanas causantes del cambio climático, Mitchell dijo que los cristianos no deben ignorar el medio ambiente. El punto de vista bíblico requiere que los humanos responsable y productivamente cuiden la creación.

“Hubo un tiempo,” dijo Mitchell, “cuando realmente había un problema de contaminación del aire en este país. La gente actuó, y en la mayoría de los lugares del país, el aire es mucho más limpio de lo que era. Usted mira los Grandes Lagos, que en un momento llegaron a estar increíblemente contaminados, y las cosas se han recuperado. Hay una legítima preocupación por el medio ambiente que debemos tener.”

Mitchell dijo que los cristianos pueden aprender más acerca del debate sobre el medio ambiente y el calentamiento global buscando en recursos provistos por organizaciones conservadoras como la Comisión de Éticas y Libertad Religiosa Bautista del Sur, la Cornwall Alliance y la Fundación Heritage.

La declaración de la Cornwall Alliance sobre el calentamiento global está disponible en cornwallalliance.org, y un video y grabaciones de las discusiones del panel de la Fundación Heritage están disponibles en heritage.org.
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Benjamin Hawkins escribe para el Seminario Teológico Bautista Southwestern.