NOTA DEL EDITOR: Por favor, vean la historia adicional que presenta el testimonio de un recluso a continuación de este artículo.
ROSHARON, Texas (BP) — Vistiendo togas y birretes sobre sus uniformes de prisión, 33 reclusos de la unidad de máxima seguridad de la Prisión Darrington hicieron historia el 9 de mayo cuando recibieron la licenciatura del Seminario Teológico Bautista Southwestern, y se convirtieron en la clase inaugural del primer programa de seminario en prisión del estado.
El vicegobernador de Texas Dan Patrick, exmiembro del Comité de Justicia Criminal del Senado, alabó a Dios por el inicio.
“Estoy abrumado ante lo que Dios ha hecho,” dijo Patrick durante la ceremonia dentro de la capilla de la prisión. “Solamente Dios podría hacer esto.”
Patrick y el senador John Whitmire, actual presidente del comité, fueron los líderes legislativos detrás de la creación del programa, el cual comenzó en el otoño de 2011. Cada año desde entonces, una nueva clase de 40 estudiantes ha sido añadida al programa que tiene actualmente 114 matriculados.
Al mirar a los graduandos, la mayoría de los cuales serán desplegados en grupos de cuatro o cinco para ayudar a los capellanes y ministrar en otras seis unidades presidiarias del estado, Patrick los llamó “apóstoles de la prisión.” Les encargó “ser modelos y ejemplos de lo que Cristo puede hacer [en la vida de la gente] si ellos le dan la suya [su vida] a él.”
Este verano, aproximadamente dos tercios de los graduados serán transferidos a seis instalaciones de máxima seguridad en Huntsville y Tennessee Colony, Texas para reproducir los ministerios — y los cambios radicales — que han sido testificados en Darrington. El resto permanecerá en Darrington para ser mentores de estudiantes de primer año en el programa.
En una conferencia de prensa del 7 de mayo, Whitmire describió el notable cambio en la cultura de la unidad Darrington durante los pasados cuatro años como resultado del programa. “Cuando comenzamos este, (Darrington) era uno de las unidades más difíciles y problemáticas, y estoy aquí hoy para anunciar que ahora es una de las mejores.”
Whitmire, quien ha servido en el Senado de Texas durante 30 años, relató la historia del programa durante la graduación.
“Tengo puntajes de programas en los que he trabajado,” dijo, y citó programas de alcohol y drogas, procedimientos para reclusas embarazadas y otras iniciativas importantes para poner en orden el sistema penitenciario y rehabilitar reclusos. “Pero…nada es más impresionante y conmovedor que ser parte de este programa. …Soy un mejor hombre, un mejor senador y un mejor cristiano debido a que estoy aquí participando en este programa.”
Whitmire dijo que el programa del seminario demuestra que Texas es “severa con el crimen” pero también “inteligente con el crimen.” Él les dijo a los graduandos que planea usar el éxito de ellos en cambiar la cultura de la prisión para argumentar por cambios en las directrices del estado en relación a la consideración de la libertad condicional, la cual está mayormente basada en la naturaleza del crimen cometido.
“Sé hasta este punto que ustedes están demostrando que son un buen riesgo para la sociedad,” les dijo Whitmire a los graduandos. “Se van a ir de aquí y van a ministrar en otras unidades y van a volver las vidas al revés y a salvar vidas del crimen. Voy a defender su causa de que en unos pocos años, si continúan cambiando gente y se comportan como sé que lo harán, trabajan con los guardas donde sean enviados, y son responsables de su familias, voy a continuar trabajando en Austin y decir: ‘De acuerdo, la naturaleza del crimen es importante, pero hay otros factores. Deben darles a mis ministros la oportunidad después de que salven almas en otras prisiones de salvar almas en las calles de Houston.'”
El director ejecutivo del Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDJC por sus siglas en inglés) Brad Livingston retó a los graduandos a tomar lo que habían aprendido y aplicarlo a los ministerios que tendrán en prisión.
“Lo que ustedes han logrado es extraordinario, pero es solamente el principio. Cuando salgan hacia esas unidades, confíen el uno en el otro, apóyense los unos a los otros, pero confíen finalmente en Dios. Ustedes serán de inspiración para otros. Le permitirán a Dios trabajar a través de ustedes para alcanzar a cientos y a miles,” dijo Livingston. “Antes de saberlo, tendrán compañeros en cada una de nuestras unidades en todo el estado. Imaginen el profundo impacto que Dios tendrá a través de ustedes y de otros que los sigan a ustedes. ¡No podría estar más orgulloso de ustedes!”
Justo antes de que los graduandos caminaran por la plataforma para recibir sus diplomas, el presidente del Seminario Southwestern, Paige Patterson les dio un encargo final a “sus hijos” de Miqueas 6:8. Patterson apuntó hacia los logros académicos de los graduandos en el extenuante programa de 125 horas y dijo que su educación podría ser un “trampolín a la grandeza,” pero solo lo sería si ellos fueran “agentes de misericordia…que se humillaran ante Dios.”
“Ustedes han hecho un gran convenio para educar la mente,” dijo Patterson, “pero este programa es un poquito diferente, ¿cierto? Porque el programa no se trata solo de la mente, se trata del corazón. Y, ay, lo han hecho increíblemente [bien]. Le doy gracias a Dios por cada uno de ustedes hoy.”
Brandon Warren, quien fungió como asistente administrativo del programa desde su inicio en 2011, es también estudiante de maestría en divinidad en el campus del Southwestern en Houston. Warren no es extraño a la prisión, ya que cumplió ocho años de prisión en una institución diferente antes de su liberación hace algunos años. Como muchos de los hombres en el programa Darrington, encontró la fe en Cristo mientras estaba en la prisión. Antes de servir en el programa de Darrington, escribió en forma teológica ricos cursos por correspondencia con base en doctrinas cristianas para ser usados en prisiones en todo el estado. En Darrington, Warren supervisa las tareas del curso, califica los exámenes, asiste a los profesores y sirve como enlace entre la escuela y la prisión.
Como una manera de honrar a los hombres del programa Darrington, con quienes ha establecido una fuerte amistad, Warren retrasó su graduación del Southwestern y recibió permiso para recibir su título de maestría en la ceremonia de graduación de la prisión. Cuando caminaba a la largo del escenario, la capilla irrumpió en aplausos.
La ceremonia de graduación, a la que asistieron dignatarios estatales, amigos y familiares de los graduados, facultad del seminario y amigos de la Fundación Corazón de Texas, fue lo que muchos describieron como un milagro.
La visión para tal programa llegó de Grove Norwood, director ejecutivo de la Fundación Corazón de Texas, después de que experimentó un programa similar del Seminario Teológico Bautista New Orleans en la Prisión Angola de Louisiana. Él obtuvo el apoyo de los senadores Patrick y Whitmire, quienes visitaron Angola para ver si podría ser reproducido en Texas.
Norwood y la Fundación Corazón de Texas han sido los principales recaudadores de fondos del programa financiado privadamente, que no usa dinero de los contribuyentes. Los fondos levantados han ido a apoyar materiales educacionales, computadoras, libros para la biblioteca del seminario en la prisión y otras necesidades del programa. Otros contribuidores principales al presupuesto han sido el Seminario Southwestern y los bautistas del sur de la Convención de Texas, que inicialmente dieron una beca de $116.200 en 2011 para proveer libros para la biblioteca, muebles para los salones de clase, tecnología, la mitad de los continuos gastos de los salarios de los profesores y gastos de viaje durante los dos primeros años.
Para obtener más información sobre el programa del seminario de Darrington, visite www.swbts.edu/darrington.