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Reflexión sobre el alunizaje: una oportunidad para adorar


JACKSON, Tenn. (BP) — La exploración es “una parte de lo que Dios ha incorporado en nosotros.”

El profesor de física, Bill Nettles dijo que el alunizaje, que celebra sus 50 años esta semana, debe ayudar a los creyentes “a darse cuenta de que, como portadores de la imagen de nuestro Padre celestial, somos creados como gente creativa e imaginativa.”

“Debemos ser curiosos, mientras que al mismo tiempo debemos ser humildes,” dijo Nettles, presidente y profesor universitario de física en Union University en Jackson, Tenn. “Aunque podamos analizar y entender algo de la estructura y función de este mundo, e inclusive usarlo para nuestro beneficio, no lo creamos y no lo controlamos.”

El lanzamiento del Apolo 11 el 16 de julio de 1969, dio como resultado que los astronautas Neil Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin pusieran el pie en la luna el 20 de julio y fenomenalmente colocaran una bandera estadounidense en la superficie de la luna.

Armstrong pronunció la famosa frase: “Este es un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad,” cuando pisó la superficie de la luna en uno de los más significativos logros en la historia.

El descubrimiento y la exploración, señaló Nettles, a un mayor asombro y adoración a Dios.

“A medida que obtenemos más entendimiento, nosotros, como cristianos, debemos sobrecogernos y tener un sentido más profundo de no entender nuestro mundo,” dijo Nettle. “Para ponerlo en otras palabras, como cristianos necesitamos darnos cuenta de que entre más aprendemos, mayor es el número de cosas que no sabemos. Eso es porque los misterioso de Dios son insondables, pero podemos tener un gozo profundo en ese pensamiento.”

Además de la importancia del alunizaje como una exploración del mundo creado, los cristianos pueden también verlo como una oportunidad para adorar a Dios por lo que él le ha permitido a la humanidad descubrir y por lo que él es.

Un reporte de Baptist Press en julio de 1969 detalló la comparación del alunizaje con la resurrección de Cristo por parte de uno de los científicos que trabajó en la misión Apolo 11.

“La resurrección unió la tierra con las estrellas porque le dio al hombre una razón para no esconderse lleno de miedo en una cueva, sino desarrollar potenciales, moverse, crecer, planear grandes perspectivas,” dijo Edward B. Lindaman.

Lindaman visualizó la exploración del espacio como medio para que la humanidad viera adentro de sí misma y así poder hacer preguntas importantes.

“¿Es lo que veo debajo meramente un proceso biológico incontrolable?” dijo Lindaman. “¿Es lo que veo una mezcla combinada de protones en un tubo de ensayo cósmico? ¿O veo una comunidad de seres tratando de volverse más humanos al compartir, tratando de seguir en los pasos de aquel, el creador de la tierra?”

Otro acto de adoración relacionado con el alunizaje involucra a uno de los astronautas del Apolo 11.

Edwin “Buzz” Aldrin, presbiteriano, pausó por un momento para tomar la comunión en el módulo lunar cerca de dos horas antes de pisar la luna.

Kelly Boggs, editor del Baptist Message en Luisiana en ese momento, escribió sobre la participación del pan y el vino de Aldrin en un artículo de Baptist Press de 2010. Aldrin tomó la comunión mientras leía las palabras de Jesús en Juan 15: “Yo soy la vid; ustedes son las ramas. Si ustedes permanecen en mí y yo en ustedes, darán mucho fruto; aparte mí no pueden hacer nada.”

Este momento de Aldrin agradeciendo y adorando a Dios, escribió Boggs, fue algo de lo que todos los cristianos pueden aprender y compartir, no importa dónde estén.

“El humilde acto de Aldrin de reconocimiento de Dios y agradecimiento a él por la protección y fortaleza es inspirador,” declaró Boggs. “Solo una docena de personas en la historia del mundo pueden identificarse con el alborozo de dar un pequeño paso para el hombre, y un salto gigante para la humanidad. Sin embargo, la mayoría de la gente — especialmente la gente de fe — puede identificarse con la necesidad de Aldrin de depender de Dios en todos los grandes y pequeños empeños.

“La gente de fe entiende que, si una persona está o no está en la luna, o simplemente sentado en medio del tráfico, tiene la necesidad del Señor. Reconocer a Dios y darle gracias es simplemente una respuesta natural ante esta realidad — una respuesta tan natural como respirar.”