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Resucitando cosas muertas

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NASHVILLE (BP) — Recientemente desenterré una vieja guitarra guardada en el oscuro closet donde la había sepultado desde mis días en el ministerio de jóvenes. Lo que me motivó a abrir el estuche en forma de féretro fue una necesidad de restaurar mi alma y encontrar caminos frescos para reencender la flama de la pasión en mi corazón. Esperaba que, como David al tocar para el Saúl, cuando volviera a tocarla “tendría alivio” y me “sentiría mejor” (1 Samuel 16:23).

La Resurrección Definitiva

La Pascua muestra la historia de la resurrección definitiva: El Hijo de Dios cargó nuestros pecados en Sus hombros, murió por ellos, fue sepultado en la tumba, y resucitó de entre los muertos tres días después. La Pascua de Jesús trae nueva vida a todos lo que confían en Él. Se nos recuerda que lo alguna vez estaba muerto puede recobrar la vida a través del Señor resucitado, y que lo que ha sido enterrado será resucitado cuando Él regrese. La Pascua grita al universo, “¡La muerte no ganará! ¡El mal no tiene la última palabra!”

No hay un edicto más poderoso

La resurrección de Jesús tiene implicaciones en todo lo que somos y hacemos hoy en día. Ya que Jesús está vivo y reina en el universo, ¿acaso no estamos llenos de la esperanza suficiente para resucitar cosas buenas en nuestras vidas, cosas que habíamos enterrado? ¿Será que nuestros años en la tierra y nuestras experiencias en la vida cavan fosas o construyen plataformas para vivir valientemente en esta segunda mitad de la vida? ¿Acaso marca alguna diferencia en nuestra vida actual la encarnación absoluta de Dios en nuestro mundo a través de Jesús y del Espíritu Santo? ¿O acaso la Pascua es solamente un desfile de modas?

Sus cosas muertas

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Yo resucité esa vieja guitarra para alabanza personal y posiblemente para ayudar a otros. Al hacerlo, estoy viviendo de una manera tangible el mensaje de la resurrección de Cristo.

Mientras se acerca el Domingo de Resurrección, es el tiempo ideal para preguntarse a sí mismo, ¿Qué cosas muertas hay en mi vida –cosas que han sido enterradas por negligencia, mal uso, falta de tiempo, falta de guía, confusión o egoísmo? Estas cosas inertes pueden variar, desde haber abandonado su primer amor por Jesús como el centro de su vida hasta la falta de pasión por el ministerio, relaciones quebrantadas, talentos que no ha usado, habilidades abandonadas –- tales como escribir, pintar, carpintería, y demás. El tiempo y las experiencias de la vida ciertamente pueden matar cosas que amamos y que alguna vez ofrecimos a Dios como un acto de alabanza. Este mes sepárese de ese ruido en su vida y pregúntese a sí mismo ¿Qué era lo que hacía que mi corazón latiera más rápido y que ahora está empolvado?

Claro, este proceso de resurrección exige discernimiento: ¿Qué cosas de su pasado deben ser resucitadas y cuáles deben seguir enterradas? Algunos pasatiempos y hábitos ya no forman parte de su vida resucitada en Jesucristo. Esas decisiones y heridas pueden ser redimidas por Dios y honrarlo y pueden convertirse en una parte de su historia de resurrección, pero la sabiduría enseña lo que sí hay que reavivar y lo que hay que mantener enterrado con Cristo.

Viviendo la historia de la resurrección

Mientras entramos en la segunda parte de la vida, debemos ser energéticamente proactivos al hacer cualquier cosa. A estas alturas ya deberíamos saber lo que cuenta para la eternidad y lo que será quemado como basura en el juicio. Hemos sido sazonados por una relación con Dios y con los demás; sabemos lo que marca una diferencia en los corazones de las personas. El sacrificio que hizo Jesucristo en la cruz dio vida a los que estaban muertos, ¿Por qué no vivimos diaria y públicamente la historia de la resurrección?

Con la ayuda de Dios, permitámosle que resucite las cosas muertas en nuestra vida, que las desempolve, las remplace con cuerdas restiradas en el corazón y compruebe que la muerte no obtuvo la victoria.
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Genes Wilkes es el pastor de Legacy Church en Plano, Texas, donde ha servido desde 1987. Este artículo pareció por primera vez en More Living, una publicación de LifeWay Christian Resources, enfocada en el discipulado y servicio para los adultos de edad madura.