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Se necesitan respondedores digitales olímpicos

Los misioneros de la IMB emplearán múltiples estrategias para compartir el evangelio durante los Juegos Olímpicos de París. Una de las cuales es una estrategia de participación digital. Foto IMB


PARIS (BP) – Frente a una sede olímpica, la cámara de su teléfono se detiene sobre el pin olímpico. Aparece el enlace y selecciona su idioma, explora la página de destino y decide que le gustaría chatear en directo con alguien. Titubeante, escribe “Hola” y espera.

Tres puntos grises rebotan arriba y abajo, indicando que alguien está respondiendo. La respuesta procede de una persona que está sentada en su sofá, tomando un café mientras espera ansiosamente ese momento. A partir de ahí, comienza una conversación en la que se profundiza en la pregunta “¿Quién soy yo?” Jesús dice que Él es el camino, la verdad y la vida, cuenta la voluntaria, y luego hablan de quiénes somos en Cristo.

Este es el tipo de interacción que los misioneros de la IMB esperan y por la que oran.

Miles de personas de todo el mundo acudirán a la ciudad que alberga la Torre Eiffel con motivo de los Juegos Olímpicos. La IMB ha participado en muchas Olimpiadas, y los voluntarios que han viajado a las ciudades del mundo han sido cruciales para su estrategia ministerial. Aunque el ministerio ha tenido éxito, las interacciones suelen ser fugaces, ya que los visitantes se dispersan.

Ahí es donde entran en juego las estrategias de participación digital. Mientras los voluntarios viajan a París para servir, la gente también puede hacerlo desde el salón de su casa.

¿Cómo?

La IMB está utilizando una estrategia de compromiso digital que ampliará la evangelización sobre el terreno. Brant Bauman, que trabaja con la IMB como estratega de compromiso digital en Europa, dijo que el intercambio de pines es un pasatiempo olímpico favorito, y durante muchos años, los bautistas del sur han utilizado en sus alcances pines diseñados a la medida.

Bauman y otros misioneros crearon tres insignias, cada una disponible en un lugar distinto, para que los comerciantes de pines tengan múltiples oportunidades de mantener conversaciones sobre el Evangelio con voluntarios sobre el terreno.

Los pines olímpicos tienen una etiqueta NFC (comunicación de campo cercano) que, con solo tocar un dispositivo con otro, te lleva a una página web con preguntas e información sobre quién es Jesús. Tiene un plan de lectura de la Biblia YouVersion, así como la opción de chatear en directo con un respondedor bíblico que habla uno de los 16 idiomas elegidos por el equipo.

También llegarán mensajes de personas interesadas a través de anuncios en las redes sociales que se difundirán tanto en París como en todo el mundo.

Esta estrategia se basa en personas dispuestas a responder a estas solicitudes de “chatee ahora”.

Según Bauman, sin respondedores que hablen diferentes idiomas, no es posible mantener conversaciones del Evangelio con las personas que preguntan por Jesús. Este enfoque se basó en la estrategia de compromiso digital utilizada en Ucrania y con los refugiados ucranianos. Los códigos QR pusieron en contacto a ucranianos con personas que hablaban ucraniano y estaban disponibles para charlar.

Los posibles respondedores olímpicos pueden haber querido viajar a París para prestar servicio físico, pero no han podido hacerlo por diversos motivos, como la economía, la salud o el calendario, explicó Bauman. Apuntarse como respondedor es una forma de participar al tiempo que se cubre una necesidad crucial. Destacó la increíble diversidad y conocimientos de idiomas que hay en EE.UU. Los excolaboradores de la IMB también son ideales como respondedores, añadió.

“Los antiguos colaboradores tienen conocimientos culturales. Han pasado tiempo sobre el terreno. Tienen el idioma porque vivieron allí”, dijo Bauman.

Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos comienzan a mediados de julio y se prolongan hasta principios de septiembre. Los respondedores digitales pueden inscribirse en un viaje de misión virtual de una semana de duración en el que estarán de guardia para responder a las solicitudes de chat. Los voluntarios recibirán una formación a bordo en la que se ampliará la estrategia y se darán temas de conversación.

Las personas que chatean con un respondedor durante los Juegos Olímpicos pueden ponerse en contacto con un misionero que presta servicio en su país para que la comunicación continúe a largo plazo. Esa es la belleza de esta estrategia de compromiso digital. Bauman puso el ejemplo de un espectador sudafricano que acude a las Olimpiadas y habla con un voluntario sobre el terreno que le entrega un pin. Escanea el pin y habla con un respondedor digital sobre lo que puede ser en Cristo, y luego, cuando regresa a Sudáfrica, se pone en contacto con un misionero que continúa compartiendo el Evangelio.

“Aquí es donde brilla la IMB. Somos gente bien conectada”, dijo Bauman.

Los interesados en ser respondedores digitales pueden pulsar aquí. También pueden inscribirse para orar en determinados momentos. Cada día se enviarán mensajes de oración.

Bauman afirmó que esta estrategia perdurará más allá de los Juegos Olímpicos de 2024. Su equipo quiere utilizarla en mundiales, futuras Olimpiadas y otros eventos deportivos a gran escala.

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  • Por Tessa Sanchez