Víctor y Ludmila Moura estaban muy cómodos en Brasil. Él era pastor de una iglesia creciente, y ella era abogada con una carrera prominente en el gobierno. Sin embargo, con el tiempo sintieron que Dios los estaba llevando en una dirección inesperada: a plantar una iglesia para brasileños en Boston, hogar de una de las poblaciones de inmigrantes más grandes en los EE.UU.
Su meta es que la nueva iglesia, con servicios tanto en portugués como en inglés, sea un lugar para quienes estén luchando por encontrar su identidad, puedan encontrar su identidad en Cristo.
Víctor nos explica que los problemas de identidad son algo complejo, especialmente para los brasileños de segunda y tercera generación que sienten que no encajan en ningún lugar. Pero la estrategia más poderosa de la iglesia es una muy sencilla: la comunidad. Los grupos en casa son su mejor oportunidad para alcanzar a otros.
Víctor dice que: “Los milénials odian las cosas superficiales. Creo que la estrategia más efectiva para alcanzarlos es ser un amigo”.
OREMOS POR QUE:
- Victor y Ludmila alcancen exitosamente a los jóvenes brasileños.
- Los nuevos creyentes se conviertan en líderes fuertes.
