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SEMANA DE ORACIÓN: Familia llamada a alcanzar campo de guerra en Sudán del Sur


[SLIDESHOW=39236,39237]NOTA DEL EDITOR: La Semana de Oración por las Misiones Internacionales de este año en la Convención Bautista del Sur es del 30 de noviembre al 7 de diciembre con el tema “Un esfuerzo sagrado — Encuentre su lugar en la historia de Dios” de Mateo 28:19, 20. La Ofrenda de Navidad Lottie Moon para las Misiones Internacionales en conjunto con las ofrendas al Programa Cooperativo de las iglesias bautistas del sur sostienen aproximadamente a 4.800 misioneros internacionales que buscan llevar a cabo la Gran Comisión. Las aportaciones a la ofrenda Lottie Moon son recibidas a través de las iglesias bautistas del sur locales o en línea en http://hispanos.imb.org/lottie/post.asp?StoryID=6999&LanguageID=5847, donde hay recursos para promover la ofrenda. La meta de este año es de $175 millones. Robert y Maridith Lane, el enfoque de esta historia, están entre los misioneros presentados en la Semana de Oración de este año.

SUDÁN DEL SUR (BP)– Mudarse a Sudán del Sur, campo de guerra, confusión y lucha en el noreste de África, ha sido un riesgo mayor para Robert y Maridith Lane, inclusive al punto de que los misioneros de IMB llaman diariamente para asegurarles a sus compañeros de equipo en Uganda que su familia todavía está viva.

Desde que tenía 8 años, Maridith, oriunda de Georgia, sabía que un día llevaría una vida rendida a Cristo en el campo misionero. Robert, de Texas y Tennessee, descubrió su llamado a los 19 años, cuando fue consciente de la alarmante cantidad de etnias no alcanzadas, las cuales ahora suman más de 6.500. A los 21, se comprometió a llevar el evangelio a los no alcanzados en el extranjero.

“Pensé que había una oportunidad de poder ir y de alguna manera hacer el nombre de Cristo accesible a la gente que no ha podido oírlo,” dijo Robert.

Cuando los Lane visitaron Sudán del Sur en 2010, sus corazones se sintieron cargados por la gente no alcanzada de la nación. Hay más de 400.000 personas no alcanzadas con el evangelio en Sudán del Sur, el cual se independizó de Sudán en 2011.

El peregrinaje de los Lane comenzó con dos años de preparación en la vecina Uganda, donde vivían en medio de la gente karamojong. Los ecos de los disparos y los asaltos al ganado eran comunes, pero la pareja también aprendió sobre otras realidades, como cocinar de cero con ingredientes locales y aprender cuál método de compartir el evangelio funciona mejor en una etnia de cultura ganadera.

En noviembre de 2013, se trasladaron a Sudán del Sur. Ahora están aprendiendo a llevar una vida más difícil de lo que nunca antes habían experimentado. Lo ven como un riesgo digno de tomar si significa seguir a Dios en obediencia para alcanzar a la etnia Dinka Rek, que alcanza casi los 3 millones.

“Necesitamos estar listos para esas adversidades, listos para esas dificultades, listos para ser usados como un sacrificio a Cristo mientras tratamos de hacer su nombre bien conocido,” explicó Robert.

Los Lane, junto con sus compañeros de equipo Selvin y Laurel Jeremiadoss, asisten a clases de lenguaje cinco días a la semana y se sumergen en la cultura cada día estableciendo relaciones con los tutores, vecinos y líderes locales de iglesias.

Los Lane admiten que la vida no es fácil en Sudán del Sur debido al clima caliente, los conflictos políticos, la escasez de agua y los altos precios de la comida. Criar a su hijo de 2 años, Shepherd, en tal ambiente requiere muchísima oración y un matrimonio fuerte, dijo Robert.

“Es un reto vivir y trabajar en un país en el que inclusive la gente local lo encuentra algunas veces muy difícil… y se trasladan,” dijo.

Otro desafío que enfrentan es tratar de enseñar a una etnia guerrera a amar. Los dinka take se enorgullecen de su ganado y asaltan a otros grupos para obtener más y defienden el propio a la fuerza.

“Los dinka son muy fuertes y orgullosos. Tradicionalmente son muy guerreros” explicó Robert. “Ellos dicen: ‘Odiamos a nuestros enemigos, odiamos a esta otra etnia, odiamos a las personas que tratan de quitarnos algo o que nos alejan del poder político.'”

Sin embargo, los Lane no tienen dudas de que Sudán del Sur es donde Dios los ha llamado. Entrar al país es generalmente difícil, dijo Robert, pero pudieron obtener acceso, instalar una casa y establecer relaciones con la gente local en un período relativamente corto.

“No ha sido fácil desde ningún punto de vista,” explicó Robert, “pero de muchas maneras hemos podido hacer algo que realmente sería imposible, y veo eso como la gran confirmación de la voluntad de Dios de tenernos en Sudán del Sur.”

A medida que el equipo forma los planes de ministerio, reconocen que el mejor método es llevar entrenadores desde Uganda quienes pueden adecuadamente equipar a los creyentes en el liderazgo de la iglesia.

Llevar los entrenadores no solamente va a ayudar a los creyentes locales en su confianza como líderes sino también fortalecerá su fe y su entendimiento de la iglesia, dijo Robert. La esperanza es que estos líderes un día planten iglesias entre su propia gente.

Los Lane están agradecidos por el fuerte apoyo que tienen a través de su equipo en Sudán del Sur y Uganda, junto con las oraciones de los bautistas del sur y las aportaciones a la Ofrenda de Navidad Lottie Moon para la Misiones Internacionales y el Programa Cooperativo. Como equipo, se animan unos a los otros diariamente tratando de mantenerse positivos.

Ellos creen que su llamado es perseverar a través de las dificultades y enseñarles a los dinka como se ve realmente el amor. Al final del día, dijo Robert, no hay precio tan grande que pagar porque este esfuerzo sagrado vale la pena.

“Toma una fuerte dependencia en Jesucristo y un entendimiento de la verdad y la realidad del mensaje,” dijo. “La única razón por la que lo hacemos es porque hay una recompense grandiosa, maravillosa, hermosa y eterna, no simplemente para nosotros sino para la gloria de Dios.”