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Suicidio y salvació discutidos por Frank Page

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KANSAS CITY (BP) –- Frank Page admitió en una entrevista en el Midwestern Baptist Theological Seminary (Seminario Teológico Bautista del Medio Oeste) que bregó con los sentimientos de derrota como padre luego de la trágica muerte de su hija Melissa.

En la entrevista publicada en sitio web [2], Jason Allen, presidente del Seminario Midwestern discutió las consecuencias del suicidio –- incluyendo si alguien que es salvo puede suicidarse — con Page, presidente del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur. La entrevista es parte de una serie de discusiones relacionadas con asuntos que enfrenta la iglesia, la vida cristiana y la cultura.

En el libro de Page “Melissa, A Father’s Lessons from a Daughter’s Suicide” (Melissa, lecciones de un padre a partir del suicidio de una hija) que fue divulgado en junio, Page escribió sobre la dolorosa pérdida de su hija de 32 años que se quitó la vida en 2009.

Muy a menudo la familia y los amigos que son dejados atrás luego de que un ser amado se suicida caen víctimas de la culpa, la depresión y culpan a otros — y a Dios, dijo Page durante la entrevista que fue publicada el 10 de octubre. Page dijo él no superaba al dolor de imaginarse que había hecho lo suficiente para ayudar a su hija.

“Todavía sucede algunas veces, pero en mis momentos más convincentes y sensatos me doy cuenta que hice lo mejor que pude en ese momento,” dijo Page en la entrevista con Allen en el campus del seminario en Kansas City, Missouri. “¿Era un padre prefecto? No. Así que tenemos que comprender la realidad. Esas persona [las que están luchando con el suicidio]…pueden decidir lo que quieran decidir. Hay muchas voces que la gente oye aparte de las voces de mami y papi y aparte de la voz del Señor.”

Al mismo tiempo, la familia y los seres amados de alguien que está considerando el suicidio deben hacer todo lo que puedan para conseguirle a esa persona la ayuda que necesita. Si alguien amenaza con suicidarse, dijo Page, las personas a su alrededor deben ver esas amenazas como una oportunidad para ayudarlos a encontrar ayuda.

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“Melissa nunca amenazó con suicidarse — jamás,” dijo. “Nos preocupábamos por ella de muchas maneras… pero nunca amenazó con suicidarse… La mayoría lo hace; así que, tómenlas [las amenazas] seriamente. Consigan la ayudan que ellos necesitan.”

Es un problema creciente, dijo.

“Escuché recientemente que por primera vez el suicidio ha reemplazado a los accidentes automovilísticos de los adultos jóvenes como la [principal] causa de muerte,” dijo. “Es epidémico.”

Cuando conforten a las familias de aquellos que han perdido a un ser amado por suicidio, Page dijo que eviten “superficialidades trilladas,” como “Ah, ellos están en un mejor lugar.”

“Puede que estén [en un mejor lugar], pero ese no es probablemente el mejor momento de decir eso,” dijo. “Tenga mucho cuidado de hacer lo que ellos necesitan más, y lo que más necesitan es un ministerio de presencia. Ellos necesitan un amigo. Ellos necesitan un miembro de la familia que los ame y diga: ‘Voy a estar contigo.'”

Inmediatamente después de la muerte de Melissa, algunos de los amigos más cercanos de Page se quedaron con él para darle apoyo.

“Ellos estaban conmigo, y cuando la bajé a la tumba, dos de mis más antiguos amigos estuvieron junto a mí,” dijo Page. ” … No creo que hayan dicho ni una palabra; no necesitaban hacerlo.”

Allen le pidió a Page que compartiera sus pensamientos sobre si alguien que es verdaderamente salvo puede suicidarse.

“Melissa nunca estuvo en paz, y creo que él permitió que eso sucediera para que ella finalmente estuviera en paz,” dijo Page. “Sé que ella lo conocía. Ella luchaba con eso. Creo que él permitió en su voluntad permisiva que ella finalmente descansara.”

La vasta mayoría de los suicidios involucran a gente que “ha perdido contacto con la realidad,” dijo Page.

La lucha mental o emocional ha alcanzado tal horrible punto que ya no piensan con claridad,” dijo. “Sí creo que los creyentes pueden llegar a ese punto de opresión, o confusión, o depresión tanto que ya no piensan lúcidamente. Creo que la vasta mayoría de personas que se suicidan han llegado a ese punto, y no creo que nuestro Señor vaya a mantener en contra de ellos el dolor que los llevó a ese punto. …Las Escrituras enseñan en Romanos que nada nos separará del amor de Dios.”

Page habló de la opinión de que alguien que se suicida no puede ir al cielo porque comete un pecado por el que no puede pedir perdón.

“La mayoría de los cristianos que viven morirán con algún pecado inconfeso en su vida,” dijo Page. Muchas teorías acerca del suicidio no son bíblicas, añadió.

“… Dejen de escuchar a la gente y comiencen a escuchar a Dios,” dijo. “Vayan a la Palabra de Dios y estúdienla.”

Para aquellos que estén contemplando el suicidio, Page dijo que deben recordar que no están solos.

“Ven a Cristo, escucha a Cristo; él puede ayudarte,” dijo. “Hay gente de Dios que te ayudará. Estoy pidiendo… que las iglesias sean lugares de ayuda y esperanza. No lo escondan debajo de la alfombra. No actúen como si fuera algo que no podemos discutir, sino hablen de ello, sean honestos y traten el asunto.”
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Historia adaptada por Shawn Hendricks, editor general de Baptist Press.