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Trump emite fuerte defensa de la libertad religiosa y del nonato en discurso sobre el Estado de la Unión

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WASHINGTON (BP) — La defensa del presidente Donald Trump de los niños nonatos en su discurso del Estado de la Unión el martes (4 de febrero) en la noche atrajo elogios de líderes bautistas del sur.

Cuando habló la víspera de la votación del Senado para la destitución, Trump urgió a la sesión conjunta del Congreso a aprobar una legislación que “finalmente prohíba el aborto de término tardío de bebés.” Él les dijo a los senadores y representantes reunidos en la cámara de la Casa del Capitolio de EE.UU.: “Sea que seamos republicanos, demócratas o independientes, seguramente todos estamos de acuerdo en que cada vida humana es un don sagrado de Dios.”

Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética, le agradeció al presidente por incluir “la santidad de la vida humana” en su discurso del Estado de la Unión.

“Él tiene razón de que la cultura del aborto es una injusticia que debe ser terminada,” dijo Moore en comentarios escritos. “La dignidad de todos los seres humanos, sin importar la edad, el desarrollo o el poder, debe ser una prioridad para todos los estadounidenses y debe trascender todas las divisiones ideológicas, partidistas o geográficas.”

Ronnie Floyd, presidente y director ejecutivo del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur (SBC), también expresó su gratitud al llamado de Trump a que los miembros del Congreso “aprueben una legislación que prohíba la práctica de los abortos de término tardío.”

Trump aparentemente respaldaba el proyecto de ley conocido como Ley de Protección al Niño Nonato Capaz de Sentir Dolor, la cual prohíbe los abortos en bebés después de las 20 semanas de la fertilización con base en evidencia científica que un niño en el vientre experimenta dolor a ese punto de la gestación.

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La Casa controlada por los republicanos aprobó la propuesta en 2017, pero el Senado la rechazó. La Casa ahora está bajo el control de los demócratas, quienes abrumadoramente se oponen a tal prohibición.

Él anhela trabajar con Trump y con otros funcionarios públicos para adoptar la prohibición, dijo Moore. “Además, anhelo que las iglesias continúen ministrando a través de alternativas a los abortos, cuidado para la mujer en crisis, adopción y cuidado temporal, y otras maneras de servicio para aquellos que merecen algo mejor que lo que la industria del aborto ofrece.”

El apoyo del presidente a la libertad religiosa en su alocución también recibió elogios de Floyd, quien dijo que el discurso “fue un claro y fuerte mensaje no solamente para la libertad religiosa, sino también para la santidad y dignidad de la vida.”

Trump dijo: “En Estados Unidos, no castigamos la oración. No tiramos abajo cruces. No prohibimos símbolos de fe. No amordazamos a predicadores y pastores. En Estados Unidos, celebramos la fe, valoramos la religión, levantamos nuestras voces en oración, y levantamos nuestra mirada para la gloria de Dios.”

En comentarios escritos, Floyd dijo: “Estas palabras fueron profundas y poderosas, palabras que cada seguidor de Cristo debe celebrar. Hoy, estoy muy agradecido por esas convincentes palabras. Necesitamos orar por nuestro presidente y por nuestra nación.”

Antes de endosar la prohibición de los abortos de término tardío, Trump reconoció a Robin y a Ellie Schneider, madre e hija sentadas en la galería como sus invitadas. Ellie, ahora una saludable niña de dos años, sobrevivió después de nacer a solamente 21 semanas y seis días. El presidente le pidió al Congreso aprobar $50 millones más para financiar la investigación neonatal en los niños nacidos prematuramente.

“Ellie nos recuerda que cada niño es un milagro de la vida,” dijo Trump. “Nuestra meta debe ser asegurar que cada bebé tenga la mejor oportunidad de prosperar y crecer así como Ellie.”

El tercer discurso del Estado de la Unión de la presidencia de Trump ocurrió la noche antes de que el Senado votara para absolverlo de las acusaciones de abuso de poder y obstrucción del Congreso. La rencorosa división entre los demócratas del Congreso y Trump estuvo a la vista antes y después del discurso del Estado de la Unión.

Trump les entregó copias de su discurso tanto a Pence como a la presidenta de la Casa Nancy Pelosi, quienes estaban detrás de él, antes de hablar, pero declinó darle la mano cuando ella se la extendió a él. El presidente tampoco extendió la mano para saludar a Pence, aunque esta no estaba extendida. Durante el aplauso después de la alocución, Pelosi se puso de pie y rompió su copia del discurso.

El presidente le dijo al Congreso y a la audiencia nacional en televisión que el Estado de la Unión “está más fuerte que nunca antes.” Dijo que “el gran resurgimiento estadounidense” que comenzó en 2017 con su presidencia ha producido “increíbles resultados.”

“Los trabajos están floreciendo, los ingresos están ascendiendo, la pobreza se está desplomando, el crimen está cayendo, y nuestro país está pujante y es altamente respetado de nuevo,” dijo Trump. “Los enemigos de Estados Unidos huyen, las fortunas de Estados Unidos están ascendiendo, y el futuro de Estados Unidos flamea brillante.”

Entre los logros alcanzados el presidente citó la reforma a la justicia criminal, el descenso generalizado del desempleo, la reducción regulatoria que ha hecho Estados Unidos el productor número uno de petróleo y gas natural, el recién promulgado tratado EE.UU.-México-Canadá que dijo que producirá 100,000 trabajos estadounidenses en la industria automotriz y los esfuerzos en relación con la frontera sur que han resultado en un descenso del 75 por ciento en el cruce ilegal desde mayo.

Sus promesas incluyeron proteger siempre Medicare y el Seguro Social.

Después, Pelosi describió el discurso del Estado de la Unión como un “manifiesto de mentiras presentado página tras página,” citando específicamente la promesa de Trump en el discurso de siempre proteger a los pacientes con condiciones preexistentes. Ella dijo que la oratoria “debe ser un llamado a la acción para cualquiera que espere la verdad del presidente y las políticas dignas de su puesto y del pueblo estadounidense.”

El representante Steve Womack, republicano de Arkansas, bautista del sur, describió el discurso del presidente como “poderoso e inspirador.”

“Hemos visto la audaz agenda del presidente Trump volverse realidad,” dijo en una divulgación escrita. “Estas son promesas que han sido tanto hechas como mantenidas a pesar de las desesperadas e inauditas distracciones políticas.”