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UFM desafiada a elevar barra de misiones


BIRMINGHAM, Ala. — Elevar la barra del involucramiento en las misiones fue el desafío en toda la reunión nacional de la junta de la Unión Femenil Misionera (WMU por sus siglas en inglés) en el Centro de Conferencias Shocco Springs en Talladega, Alabama.

Entre los oradores estuvieron incluidos Tom Elliff, presidente de la Junta de Misiones Internacionales, y Pedro Hernández, misionero de la Junta de Misiones Norteamericanas en New York.

La presidenta nacional de WMU, Debby Akerman dijo en su alocución: “Con las palabras de Jesús en Marcos 8:34, ‘Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame,’ la barra fue elevada para aquellos que siguen a Jesús.”

“A los discípulos que él llamó, además de aquellos que no fueron nombrados, caras en la multitud que todavía no estaban comprometidas, Jesús elevó la barra del discipulado a un nivel que ahora requeriría una sincera rendición, sacrificio y servicio,” les dijo Akerman a las directoras ejecutivas estatales y al personal de WMU, a las presidentas estatales de WMU, y al personal estatal de WMU.

“Un nivel que conectaría el Gran Mandamiento de amar a Dios con todo su corazón, alma y mente y a su prójimo como sí mismo, a la Gran Comisión, de ir a todo el mundo enseñando a todas las naciones,” dijo ella durante la reunión del 11 al 13 de enero. “Esto requiere una vida sacrificial.

“Nosotros, también, debemos decir con aquellos que vinieron antes de nosotros, con la cruz de sacrificio del Calvario, que seguiremos sinceramente a Jesús y haremos lo que sea que mi Señor me dé a hacer.”

Elliff también ilustró la necesidad de elevar la barra del involucramiento en misiones con algunas estadísticas:

— 75 por ciento de la población del mundo vive en áreas hostiles a la fe cristiana.

— Casi dos tercios del presupuesto de IMB viene de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon. Esta ofrenda provee el financiamiento para los casi 4.900 misioneros en el campo. Actualmente hay 864 peticiones de necesidad estratégica del campo pero el presupuesto actual solo permitirá que 576 personal nuevo sea enviado este año. Hay candidatos a misioneros en el proceso de solicitud que podrían llenar las necesidades estratégicas faltantes si hubiera más fondos disponibles.

“Necesitamos un reavivamiento espiritual,” dijo el líder de la Junta de Misiones Internacionales. “Los misioneros que trabajan en lugares difíciles nunca serían sostenidos por una fe mediocre.

“El involucramiento en misiones no puede ser limitado a un viaje, o al enfoque de una semana durante la semana de oración,” dijo. “Debemos tener un horno de oración, 365 días al año, para orar por un despertar a lo largo y ancho de nuestra nación y para orar por las naciones.”

Hernández también subrayó la importancia de un despertar en toda la nación y el papel crítico de la oración. Él y su esposa Marjorie son plantadores de iglesias dentro de la Convención Bautista de New York.

Los cristianos evangélicos abarcan escasamente un 4 por ciento de la población del área metropolitana de New York, dijo Hernández. Hay cerca de 220 iglesias, lo que se traduce a una iglesia por cada 76.000 personas.

“Muchas personas en nuestra área son apáticas,” dijo. “Ellos ven a Dios como un mito o inclusive algo bueno, pero no para ellos. Piensen en nuestras áreas metropolitanas como terrenos de entrenamiento para alcanzar una cultura postmoderna.”

Hernández expresó gratitud por todas las oraciones, especialmente en relación al huracán Sandy, lo cual abrió puertas para ministrar cuando las personas experimentaban una tremenda pérdida.

“Puede que usted no vea los resultados de nuestras oraciones,” dijo, “pero ellas llegan lejos y hacen una diferencia. Día tras día, vemos oraciones contestadas; Dios está trabajando. Necesitamos elevar la barra. Nunca hay oraciones suficientes; nunca hay misiones suficientes.”

Andrew Mann, también plantador de iglesias de la Junta de Misiones Norteamericanas, sirve en el Bronx como pastor y director ejecutivo de Graffiti 2 Community Ministries con la asistencia de Proof, un perro profesional en terapia que trabaja junto a él en el ministerio.

Mann también le agradeció a la Unión Femenil Misionera por su apoyo en oración y por la concienciación sobre la explotación humana. “WMU trae un aliento de vida a una iglesia,” dijo. “Ustedes son una real bendición. A través del enfoque Proyecto AYUDA: Explotación humana, ustedes ayudaron a concientizar en nuestra área de necesidades relacionadas al tráfico humano en la ciudad de Nueva York.”

Como cierre, Akerman dijo: “WMU en nuestras iglesias fortalece cada generación a vivir una vida rendida al llamado de Jesús a seguirlo. A medida que WMU guía nuestras iglesias a mirar el mundo a través de los ojos de Jesús y a amar al mundo a través del corazón de Dios, quien amó tanto al mundo que nos dio a Jesús, tendrán una visión mundial bíblica misionera.

“Extendemos un llamado a nuestras iglesias y a todos los que son parte de WMU a vivir una vida completamente rendida en Cristo,” dijo, “para vivir una vida marcada por el sacrificio personal para llevar adelante el evangelio de Cristo, y para vivir como siervos de nuestros Rey Jesús a través de los objetivos misioneros de WMU.”
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Julie Walters es la líder del equipo corporativo de comunicaciones de WMU. El Alabama Baptist también contribuyó en esta historia.

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  • Por Julie Walters