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Un poblado en Lima se convierte en un faro para el evangelio

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LIMA, Perú (BP)–Sólo quienes viven en asentamientos irregulares en áreas donde las casas pobremente construidas se establecen en los polvorientos terrenos sin dueño en las afueras de Lima pueden notar las diferencias. El agua sólo les es accesible a través de camiones cisterna y no hay electricidad, excepto por la que desvían de las líneas cercanas, y aun así estas poblaciones peruanas arrasadas por la pobreza se hacen llaman Defensores, Terreno Pedregoso y Paraíso, quizá por amargura o por ser soñadores.

Los infortunados pobladores de la montaña están inundando a la ciudad en busca de empleo entre una tasa de desempleo de más del 7 por ciento. Estas personas forman los llamados pueblos jóvenes que no cuentan con financiamiento para la infraestructura ya que estas poblaciones no son reconocidas por el gobierno municipal. Este conjunto de asentamientos irregulares rodean áreas elegantes del centro donde hay cafeterías Starbucks y restaurantes T.G.I. Friday.

Las Torres de la Rinconada es una de estas poblaciones. Ahí las piedras sueltas revelan la susceptibilidad de las personas ante los deslaves de la tierra y las ratas se mudan a las chozas hechas con desperdicios de madera.

“Se llama Las Torres de la Rinconada con toda razón,” dijo Kevin Shearer, un misionero de la Junta de Misiones Internacionales. “Es una sola comunidad entre 50 que hay en el área general donde no existe una sola iglesia. Saca las cuentas, estás hablando de 10,000 personas o más que no tienen el evangelio.”

Kevin descubrió Las Torres de la Rinconada, encajada en las colinas del sur de Lima, mientras hablaba con un guardia en la escuela de su hija. Una pregunta acerca de los problemas en la comunidad del obrero se convirtió en una discusión sobre los desprendimientos de tierra y la necesidad de muros de contención para evitar que las casas en el área se resbalaran hasta el fondo del valle. Después de escuchar que los pobladores habían pasado ya cinco años pidiendo ayuda a toda agencia sin fines de lucro en el área, Kevin dijo, “Déjame ver qué puedo hacer.”

Unos meses después, luego de una junta con los oficiales locales del gobierno y de haber enlistado a 32 residentes locales para la obra, Kevin comenzó a supervisar la construcción no sólo de los muros de contención, sino de cinco escaleras en las laderas para ayudar a los peruanos a poder tener un mejor acceso a sus casas. Se donaron aproximadamente 200 árboles para los pobladores quienes están reforzando su decisión de hacer otras mejoras, tal como plantar césped en sus pequeñas parcelas de tierra.

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UN PROPÓSITO MAYOR

“Les dije que si yo venía, era porque tenía ciertos motivos ocultos,” dijo Kevin. “Quiero compartir el evangelio.”

Inmediatamente, los residentes votaron por convertir su centro comunitario en una iglesia. El edificio que justo se había pintado de azul ahora resalta como un faro en contra de la gris colina — una orgullosa adición para esta área que se ha revivido.

Durante el primer servicio dominical, el pequeño edificio estaba lleno mientras Kevin y un creyente peruano compartían el evangelio.

Diecisiete personas se levantaron para aceptar a Cristo. A la semana siguiente, otras seis hicieron su profesión de fe. Desde entonces, 20 adultos vienen a las reuniones semanales dirigidas por el creyente peruano Víctor Castilla, un ingeniero.

“Yo no soy predicador, pero hago mi mejor esfuerzo,” dice Víctor. “La primera vez que vinimos, sus caras estaban serias y sin esperanza. Ahora lo puedes ver, cada uno sonríe y quiere hacer algo. Ahora saben que hay un Dios. Esta va a ser una fuerte torre para toda esta área.”

Víctor se convirtió hace unos 20 años después de que un cristiano le dijo que Jesús podía ayudarlo con sus adicciones a la cocaína y a las mujeres. Hoy, Víctor sube y baja por las laderas rocosas, inspeccionando la construcción y amando a los pobladores de Las Torres. Cuando su automóvil se descompuso, la Primera Iglesia Bautista de Rogersville, Alabama, una de las iglesias que apoya a Kevin, le ayudó.

“Recogieron una ofrenda que era exactamente lo que se necesitaba para arreglar su auto,” dijo Kevin. “Yo fui el mensajero,” y vio cómo Víctor aceptaba la generosidad de la iglesia en Alabama con lágrimas en sus ojos.

El compromiso de Víctor con esta población también ha provocado que su iglesia local adopte la plantación de esta nueva iglesia.

EL LLAMADO DE DIOS

El ver el cambio en pobres poblados como Las Torres confirma el llamado para servir a Perú que Kevin recibió hace más de 20 años en una junta de la Convención Bautista de Mississippi.

Una misionera apuntó hacia la esquina del balcón donde Kevin estaba sentado cuando ella lanzó el llamado a la multitud, “Necesitamos misioneros en Perú. Quizá Dios esté llamando a alguno de ustedes.”

“Fue como si hubieran enviado una flecha a mi corazón,” dijo Kevin, quien entonces era el pastor de la Iglesia Bautista Harmony en Quitman, Miss. “Lo sentí en ese momento. Regresé a casa y le dije a Pam, ‘Creo que Dios quiere que vayamos a Perú.’ Ella se rió y dijo, ‘Estás loco.'”

Kevin comenzó a sentir que se volvía loco cuando un mes después de haber escuchado el llamado de la misionera lo escuchaba insistentemente entre sus sueños. Por 21 noches seguidas, durmió tres horas o menos y luchaba con Dios. Finalmente, mientras oía la canción “La gente necesita al Señor” en una reunión de la iglesia, Kevin escuchó la frase “Perú necesita al Señor” y se entregó a las misiones. Pam sintió el llamado de Dios unos meses después.

Hoy, los Shearer sirven en la ciudad que Dios puso en su corazón en Mississippi. Cuando escalan las laderas de Lima y se sientan en las humildes casas de los pobres, saben que Dios les llamó a Sudamérica para marcar una diferencia entre el pueblo de Perú.

“Es difícil para mí ignorar la carga que hay en mi corazón cuando voy a esas áreas,” dice Kevin. “Una vez que la gente es expuesta a la Palabra de Dios y lo ven por sí mismos, empiezan a cambiar. Alcanzamos a los pobres de la ciudad uno por uno.”
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Dea Davidson cubrió esta historia como una corresponsal de la Junta de Misiones Internacionales en el extranjero.