BIRMINGHAM, Alabama (BP) – El gozo de trabajar juntos para la gloria de Dios estuvo a la vista cuando una casa flotante construida con casi 700,000 palitos de madera flotó en el Lago Lay cerca de Birmingham el 7 de noviembre.
Poner a flote el barco fue la culminación de un esfuerzo de un año en el que la Unión Femenil Misionera involucró a las iglesias bautistas del sur en la fabricación de unidades de palitos de madera artesanales como una manera de aprender sobre el Programa Cooperativo, un plan a través del cual las iglesias bautistas del sur participantes dan un porcentaje de sus ingresos no designados para apoyar a sus respectivas convenciones estatales, así como a las misiones y ministerios bautistas del sur alrededor del mundo.
«Mientras nos preparamos para celebrar los 100 años de trabajo conjunto de los bautistas del sur a través del Programa Cooperativo, estas unidades hechas a mano unidas para crear esta casa flotante son una representación del valor de cada uno de nosotros haciendo su parte y para ‘ver’ cuánto más podemos lograr cuando todos trabajamos juntos», dijo Sandy Wisdom-Martin, directora ejecutiva de la Unión Femenil Misionera nacional.
Wisdom-Martin explicó que la idea de construir una casa flotante en noviembre era una forma de introducir el tema misionero de este mes en el plan de estudios de la Unión Femenina Mundial sobre Don y Maria Friesen, misioneros de la IMB que sirven en la región amazónica oriental de Sudamérica. Han vivido más de una década en una casa flotante con el fin de llegar a una tribu indígena que reside a lo largo de los ríos.
Durante meses, la UFM recibió unidades de palitos artesanales de iglesias de todo Estados Unidos, desde Alaska y Hawai hasta Florida y todos los lugares intermedios. Se recibió un total de 34.199 unidades y algunos paquetes incluían notas.
«Mi hijo Sammy disfrutó tanto el proyecto de palitos de manualidades y el ver las actualizaciones de Facebook los lunes que quiso hacer más en casa», dijo Carrie Rickman, de la Iglesia Bautista de Retamah Park, en Kingsville (Texas). «Mientras pegaban palitos, Sammy le habló de Jesús a su amiga Allison y de por qué tenemos que colaborar para apoyar a los misioneros. Fue una idea muy divertida. Gracias por animar a nuestros niños a trabajar juntos para compartir el Evangelio de Cristo Jesús.»
Sherrie Smith de la Iglesia Bautista Memorial en Newport, Tennessee, escribió: «Nuestra pequeña comunidad ha estado lidiando con grandes problemas de inundaciones por el huracán Helene. Numerosas familias perdieron todo lo que poseían. Nuestro condado perdió los servicios de agua, y las escuelas estuvieron cerradas durante toda la semana. Y sin embargo, 12 niños se presentaron en la iglesia para aprender a ayudar a los demás. Dios es tan bueno».
Aunque los grupos de niños lideraron esta iniciativa, todas las edades han contribuido.
Anniece Gates, de la Primera Iglesia Bautista de Sherwood, Arkansas, escribió: «Mi madre, de 90 años, los hizo y aprecia la lección que están enseñando a los niños.»
La hija de los Friesen, Annie Keehn, de Shawnee, Oklahoma, compartió: «Dios logra cosas asombrosas cuando todos nosotros trabajamos juntos». Colt y su clase de la Escuela Dominical disfrutaron el decorar estos paneles de palitos de manualidades». Colt es el nieto de 3 años de los Friesen.
Construir una visión
En los días previos a poner a flote el barco, un equipo de 10 voluntarios viajó desde Texas e Illinois para unirse al personal nacional de la WMU en Alabama para construir la casa flotante sobre una plataforma de pontones prestada.
La voluntaria Linda Smith, de la Plymouth Park Baptist Church de Irving (Texas), explicó que su iglesia utilizó la actividad como parte de un programa de ayuda a una escuela secundaria local.
«Los niños de la Escuela Secundaria Crockett vienen a nuestra iglesia los miércoles por la noche para la Conexión Crockett», explicó Smith. «Construyeron varias de las unidades de palitos de manualidades, y en este proyecto participaron todas las edades de nuestra iglesia».
La voluntaria Amy Neibel, de la Primera Iglesia Bautista de Carmi, Illinois, dijo: «Es increíble ver cómo Dios ha reunido a toda esta gente -de todas las edades, de varios grupos, incluso miembros de un grupo de artesanos de WorldCrafts- para ayudar a hacer esto.»
En tres días, los voluntarios diseñaron y construyeron el armazón y unieron las unidades de palitos artesanales para hacer paneles de 13,5 pulgadas de alto por 26 pulgadas de ancho, con una pieza extra de 4 pulgadas a cada lado para entrelazar los paneles uno al lado del otro. Además de la estructura completa de la casa, la creatividad fluyó cuando los voluntarios utilizaron los palitos de manualidades para crear elementos decorativos adicionales y una valla alrededor.
Durante la construcción, Heather Keller, asesora del ministerio infantil de la Unión Femenina Mundial, compartió los progresos con los Friesen. Con una sonrisa, Don reflexionó: «María me dijo hace 38 años que quería una casa con una valla y tú se la diste en tu casa flotante».
Aunque nadie vivirá en la casa flotante de palitos artesanales, fue un regalo para el amable propietario del negocio, que cedió espacio en su tienda para la construcción. Algunas piezas de la casa flotante, como la cruz de la pared del fondo y algunas unidades representativas de palitos de madera, fueron retiradas y transportadas a la oficina nacional de la Unión Femenina Mundial.
Reflexiones sobre la construcción
«La Unión Femenina Mundial trata de ayudar a las iglesias a involucrar a personas de todas las edades en las misiones aprendiendo sobre ellas, orando por ellas, apoyando las misiones, haciendo misiones y hablando a otros de Jesús», dijo Wisdom-Martin. «En esencia, esta actividad incluyó todas estas características misioneras, ya que los participantes demostraron cómo cuando cada uno hace su parte – cuando el pueblo de Dios trabaja junto para Su gloria – se puede lograr mucho más para el reino. Y Él provee y bendice de maneras que ni siquiera podemos pensar o imaginar».
