PLANTATION, Fla. (BP)–El pastor Herberto Becerra mira la bolsa de piedritas que trajo de recuerdo de Nigeria. Vacía.
Pensó que tenía suficientes. Pero no esperaba que casi 40 miembros de su iglesia pasaran al púlpito este domingo para aceptar el desafío de servir como voluntarios en Nigeria. Las piedras les recordarían del compromiso.
Sin titubear, Becerra busca su cartera y saca un billete arrugado –un naira nigeriano- para que la congregación lo vea.
Becerra sabe que el billete no puede comprar nada fuera de las puertas de la Primera Iglesia Bautista Hispana de Plantation, Fla. Pero su intención no es que se gaste el dinero.
“Esto es para recordarles de su promesa que hicieron hoy de orar por esta área” –dice Becerra.
Raquel Escudero, una de los miembros que se comprometieron a servir en Nigeria, tiene la piedrita en su oficina como un recordatorio. Se le quiebra la voz al describir su deseo de ver a los pueblos de África Occidental llegar a conocer a Cristo.
“Cada mañana veo esa piedra, y oro a Dios por todos esos pueblos que no lo conocen, que lo necesitan” –dice Escudero.
Un coro de voces hispanas inunda el santuario de la Primera Iglesia Bautista. El cuerpo de la iglesia, que representa a 14 países latinoamericanos, une sus voces para proclamar valientemente la letra de la canción “América será para Cristo”.
La letra de la canción identifica a las naciones de América que necesitan a Cristo, desde los Estados Unidos hasta toda Sudamérica.
Pero los miembros de la Primera Iglesia Bautista se dan cuenta de que la Gran Comisión se extiende mucho más allá de las fronteras de América Latina. Como resultado, enviaron a su pastor en un viaje de visión por 10 días a Nigeria para descubrir cómo su congregación –de 400 miembros- podría involucrarse estratégicamente en esta obra.
Por eso cantan su propia letra – palabras que hablan de ganar la Ventana 10/40 (la frontera final) para Cristo.
Los miembros de la Primera Iglesia Bautista reconocen que la mayor población de pueblos no alcanzados vive entre los paralelos 10 y 40 del hemisferio oriental. Esta congregación ha decidido que quiere ganar a esta región para Cristo.
Cuando dejan de cantar, Becerra viene al púlpito para explicar cómo los miembros de la Primera Iglesia Bautista pueden hacer un convenio con misioneros para alcanzar a Nigeria para Cristo.
“Tenemos un desafío para que toda la iglesia se involucre, y no solo el ministerio de misiones” – dice Becerra. “Hemos aceptado el desafío de alcanzar a la Ventana 10/40 para Cristo”.
Aunque hasta ahora Becerra es el único miembro de su iglesia que ha experimentado Nigeria de primera mano, otros hermanos –como Escudero– han captado su visión.
“Conocemos al pastor, así que sabemos que regresó con una pasión distinta que pudimos sentir” –dice Escudero.
Al final del mensaje titulado “¿Hasta dónde se extiende su amor?”, Becerra le pregunta a la congregación: “¿Están dispuestos a ir a África?”
Les advierte que será difícil. De hecho, les dice que tienen que estar dispuestos a sacrificarse, dispuestos a dejar sus temores a un lado.
“Quiero que piensen en esto detenidamente” –les dice Becerra. “No tengo ningún problema en que no quieran ir. No los culpo. Pero alguien tiene que ir”.
Uno a uno, se levantan de sus bancas, y aceptan el desafío de servir en Nigeria.
Mientras Becerra mira los rostros de los hermanos de su congregación, señala el mapa del mundo que está colgado al frente del santuario. Iluminado por nueve bombillas, el mapa indica lugares donde la Primera Iglesia Bautista participa en misiones. La adición más reciente – un foco verde sobre Nigeria – brilla como la nueva luz en la frontera final.
“Esa luz está encendida” –dice Becerra- “y somos responsables de que se multiplique”.
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