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Víctimas de tornado sin seguro están en el corazón de pastor

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HENRYVILLE, Ind. (BP) — “El cuarenta por ciento de la población de nuestra comunidad no tiene seguro, y no es porque sean malas personas y ni siquiera porque sean pobres,” dijo Toby Jenkins, pastor de First Baptist Church en Henryville, Indiana, uno de los pueblos fuertemente golpeados por los tornados que el 2 de marzo arrasaron en varios estados.

Cuando la depresión económica golpeó al país, muchos residentes no pudieron continuar pagando los seguros de sus casas, dijo Jenkins.

Cecil Seagle, director ejecutivo de la Convención Estatal de los Bautista en Indiana, asintieron en que muchas de las víctimas de los tornados están enfrentando una crisis financiera.

“Realmente necesitamos que las personas que no tienen seguro o el seguro no es suficiente encuentren una manera de comenzar a reconstruir sus vidas,” dijo Seagle.

En áreas fuertemente golpeadas como Henryville, Marysville y Pekin, Seagle ve pequeñas señales de recuperación: Los postes de electricidad están siendo levantados y los escombros están siendo removidos. Pero esto palidece en comparación con la escala de destrucción.

“Probablemente hemos estado en 65 a 75 de estas tormentas durante los años en los que hemos estado activamente involucrados en ayuda en desastres, y nunca, nunca jamás me acostumbro a la vista, al olor y a la sensación de absoluta pérdida cuando me paro junto a las familias y la gente que miran el resultado de una tormenta ante el que no pueden hacer absolutamente nada,” dijo Seagle.

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Las iglesias locales y los equipos de Ayuda en Desastres de los Bautistas del Sur (SBDR por sus siglas en inglés) están haciendo lo más que pueden para ayudar a las víctimas del tornado cortando ramas y limpiando, poniendo lonas en techos dañados y proveyendo para las necesidades básicas de las víctimas, con más equipos de SBDR programados para llegar en los días siguientes. Un centro de comandos para incidentes de SBDR ha abierto en la First Baptist en la cercana Memphis, mientras FBC de Henryville sirve como centro para los voluntarios y el ministerio. La Junta de Misiones Norteamericanas también está proveyendo asistencia.

La gente respondió con una gran cantidad de artículos como alimentos y ropa, dijo Jenkins, señalando que los artículos son apreciados y utilizados. Sin embargo dijo que la iglesia está bastante bien abastecida de manera que las necesidades más apremiantes pueden ser atendidas.

“Los pastores se organizaron rápidamente,” relató Seagle, “y comenzaron a hacer un número de cosas — llenar necesidades, compartir el evangelio y cuidar de aquellos que verdaderamente necesitaban la clase de cuidado pastoral que los ayudara a salir de la tormenta.”

Seagle ve tremendos desafíos por delante para las comunidades afectadas, incluyendo los efectos psicológicos que un desastre puede causar.

“Me preocupan especialmente los propietarios que experimentan el shock, y simplemente no lo pueden comprender,” dijo. “Casi sin excepción, la siguiente fase de esto es un enorme, enorme depresivo y abrumador sentido de: ‘No podemos hacerle frente a esto.’ Y así que la esperanza que tenemos es que los voluntarios de ayuda en desastres y nuestros líderes en el sitio… puedan intervenir y decir: ¿Esto nos va a tomar un tiempo, pero nos vamos a recuperar.”

Jenkins dijo que él ha visto numerosos ejemplos del actuar de Dios en medio de esa recuperación, como cuando uno de los diáconos de First Baptist perdió todo y no tenía un lugar para que su familia viviera.

“Una familia de otro estado se apareció supongo que dos o tres después con un vehículo recreacional (RV por sus siglas en inglés) y les entregó el título de propiedad,” dijo el pastor.

Jenkins ve el lugar de responsabilidad de su iglesia después del tornado como una bendición de Dios porque la congregación está siendo usada en forma poderosa. Él les enfatiza a los voluntarios que lo que están haciendo es mucho más que limpiar escombros y llevar comida. Se trata de la gente que está herida, que no conoce el amor de Dios.

“No queremos cortar árboles; no queremos dar comida; no queremos asegurar los hogares de la gente,” dijo Jenkins. “Más bien estamos más preocupados por la gente que por ninguna otra cosa, y compartiendo con ellos la esperanza que hay en Cristo.”

Seagle les pide a los bautistas del sur que oren por sabiduría para que los obreros de ayuda en desastres puedan saber cómo responder a las necesidades, y por los pastores y líderes laicos que han dedicado tanto de ellos mismos al ministerio. Ellos necesitan la cobertura en oración, dijo, para que Dios les dé fortaleza y gracia.

Tanto él como Jenkins piden oración para que los bautistas no pierdan de vista la prioridad de presentarle a la gente la vida que se encuentra en Jesús, una oración que Dios ya está contestando.

“Es admirable lo que está sucediendo y cómo el evangelio está penetrando en nuestra comunidad,” dijo Jenkins. “Simplemente no puedo imaginarme cómo se va a mirar este lugar cuando venga la calma.”
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John Evans es un escritor con base en Houston. Para donar para ayuda en el tornado, visite el sitio web de la Convención Estatal de los Bautistas en Indiana, www.scbi.org, o envíe por correo un cheque a State Convention of Baptists in Indiana, 900 N. High School Rd., Indianapolis, IN 46214, designado a “Tornado Relief.” Donaciones también se pueden hacer en el sitio web de la Junta de Misiones Norteamericanas: www.namb.net.