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EDITORIAL: La Verdadera Libertad


NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en español. Para ver historias adicionales, vaya a http://www.bpnews.net/espanol
LAUREL, Maryland (BP) –-Hace ya 51 años que mi familia y yo emigramos de mi país natal en busca de libertad política. Aunque yo solo tenía nueve años pude sentir las garras dolorosas de un régimen déspota. Recuerdo, aunque a una edad muy tierna, varias cosas que han impactado mi vida hasta hoy día. Déjame mencionar algunas de estas. Recuerdo vívidamente que

• la prioridad de las escuelas era de adoctrinar a los pequeños en las doctrinas del gobierno opresor.
• la libertad de expresión fue amenazada
• muchos de los negocios fueron nacionalizados
• las salidas al exterior fueron controladas
• el retiro de mis padres se perdió por completo
• la voz de la iglesia fue sujeta a los reglamentos gubernamentales
• mis padres tuvieron que dejarlo todo al gobierno y comenzar una vida nueva en un país desconocido – y esto a la edad de 53 años

Comenzamos una nueva vida que nos llevo a Panamá, Nicaragua, Colombia, Chile y Estados Unidos en busca de esta deseada libertad. Y, la libertad de la opresión política fue casi que instantánea al salir de mi país. Sin embargo, no fue hasta años más tarde (1978) cuando yo entregue mi vida a Cristo. Allí fue donde yo encontré la verdadera libertad. Mis padres, años después, también encontraron la libertad de la esclavitud pecadora que solo Cristo nos puede dar.

Amigo, observa el panorama político en que estamos viviendo. Aunque no tenemos los elementos que describo anteriormente si podemos observar muchos de los ingredientes necesarios para silenciar la voz de la iglesia. Hoy, más que en otros tiempos, tenemos una grande oportunidad de regar las semillas del evangelio de Cristo.

Nuestro mundo está más diverso y requiere que cada uno de nosotros hagamos nuestra parte. Recuerdas las palabras de Cristo, “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

Las multitudes están corriendo de gobiernos opresores en busca de libertad. Solo Cristo puede dar la verdadera libertad. Cuando te encuentres en medio de días difíciles y aun en las garras dolorosas de personas que amenazan tu derecho de gozar de plena libertad – recuerda que solo en Jesucristo se encuentra la verdadera libertad. Y solo en Jesucristo esta la verdadera libertad segura. El apóstol Pablo sonó la trompeta de libertad cuando dijo: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

En este fin de semana festivo se celebra la independencia de los Estados Unidos. Pero, la pregunta que te debes de hacer es, ¿Tienes tu libertad de la esclavitud de pecados? Dedícate, en los días que te quedan, a poner a Cristo primero en tu vida. Proclámalo abiertamente y comprométete a hacer discípulos. ¡Bendiciones! Y, recuerda que solo Cristo te da la verdadera libertad.
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Gustavo Suárez es pastor de Primera Iglesia Bautista en Laurel, Md.

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