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Historias de esperanza y salvación motivan a los ministros de niños

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NOTA DEL EDITOR: El domingo 19 de julio, es el Día del Ministerio de Niños en la Convención Bautista del Sur.

MAYHILL, N.M. (BP) — El panorama de cada ministerio ha cambiado durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, encontrar maneras de llevar las buenas nuevas del Evangelio al corazón de la gente es una prioridad incambiable, de acuerdo con Matt Henslee, pastor de Mayhill Baptist Church en Mayhill, N.M.

Eso incluye el corazón de los niños también. Las inquisitivas voces infantiles todavía hacen preguntas, muchas veces impulsadas por los cambios que observan en su mundo y en la rutina de su familia.

Junto con los padres y otros líderes de la iglesia, Henslee ha buscado continuar aprovechando oportunidades para compartir el amor de Cristo con los niños de su iglesia. De muchas maneras, dijo, las dificultades que han llegado con la pandemia global están ayudando a la mente de los niños a darse cuenta de su necesidad de la gracia redentora de Jesucristo.

“Mucho de ello es ahora una continua conversación,” dijo Henslee, en referencia a las conversaciones que dirigen a los niños a Cristo.

Eso es verdad aun si esas conversaciones y los eventos que los guían a ellos tienen que cambiar, por lo menos por ahora, en formato o lugar. El ministerio de niños en Mayhill Baptist, la cual está ubicada en una pequeña comunidad rural en el escarpado este de las montañas Sacramento en el sur de New Mexico, ha pasado principalmente a plataformas remotas, con maestros que utilizan métodos de alcance como cartas personales, clases por llamadas de Zoom con aquellos niños que pueden participar y Escuela Bíblica de Vacaciones con una asistencia mínima y distanciamiento social.

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“Nuestra conversación fue: hagan lo que puedan hacer en su área de conocimiento, para mantener ese entrenamiento avanzando,” dijo Henslee.

El esfuerzo para mantenerse predicando el Evangelio a los niños, inclusive en medio de los desafíos presentados por la pandemia, ha dado fruto.

La hija de una miembro de Mayhill Baptist Katie Jones de cinco años, llegó al entendimiento del Evangelio y fue bautizada poco después de que la pandemia COVID-19 comenzara a desarrollarse en EE.UU.

Jones relató cómo su hija, quien había crecido en la iglesia, inicialmente tuvo dificultad para entender por qué su familia ya no podía asistir a la iglesia en persona, o viajar o ir a lugares públicos. Katie llegó donde su madre un día y dijo: “ahora necesitamos a Dios más que nunca.”

Pronto, ella decidió que estaba lista para “ir al cielo,” dijo Jones, y después de una llamada de FaceTime con Henslee, ella oró para recibir a Cristo. En ese momento, Mayhill estaba realizando los cultos en los carros estilo autocine, así que la niña fue bautizada afuera, en un abrevadero grande que la iglesia compró en una tienda de suministros para tractores.

Julie Johnson, también miembro de Mayhill Baptist, dijo que su hija adoptiva de 10 años de México llegó a entender y a aceptar el Evangelio en meses recientes también. La hija de Johnson, quien experimenta la barrera del lenguaje y ceguera, tenía porciones y pedazos del mensaje del Evangelio en el corazón, pero no lo había juntado completamente, dijo Johnson.

Pero un domingo, después de que Mayhill pudo regresar a los servicios en persona, Johnson estaba sentada con sus dos hijas. Ella notó que su hija de 10 años estaba llorando. Cuando le preguntó por qué, su hija simplemente le respondió: “Porque confío en Jesús.”

Luego de una conversación con Henslee y la evidencia de un entendimiento completo del Evangelio, ella también fue bautizada.

Johnson dijo que la influencia diaria del cuerpo de la iglesia en la vida de los niños, además del ejemplo y el amor demostrado por la familia, fueron factores significativos en ayudar a las niñas a darse cuenta de que necesitaban al Señor.

“Si fuera algo que solamente hicieran una vez a la semana, como los domingos, no creo que ella estuviera ahí todavía,” explicó Johnson. “Se necesita eso diariamente, viviéndolo y orando como familia y hablando de eso en nuestro hogar y ella viéndome caminar y sirviendo en la iglesia, que los ayuda a llegar a ese lugar.”

Ellie Axford, miembro de Brentwood Baptist Church en Brentwood, Tenn., contó una historia similar al relatar cómo su hija de 8 años recientemente aceptó a Jesús en su corazón en medio de la pandemia. Axford dijo que su hija ha visto a Cristo representado de muchas maneras en la vida de aquellos que están alrededor de ella, sea su hermana mayor cuando se bautizó, o el viaje misionero de la familia en el que ella participó el año pasado o simplemente las amorosas interacciones en la familia de la iglesia.

“(Esos ejemplos) la llevaron a pensar más, y el último par de años Dios ha estado trabajando en su corazón,” dijo Axford. “Las diferentes personas que están en su vida, esa consistencia, y ella viendo, ‘Ah, no es solo mi mamá y mi papá que sienten de esta manera,’ es lo que finalmente la guio a ella a darse cuenta de su propia necesidad de Jesús.”

En cada niña, la emoción que sigue a la salvación las guio al deseo de bautizarse, además del deseo de proclamar al mundo que observa lo que Cristo ha hecho en su corazón y vida. Son los atisbos de esperanza como estos que motivan a continuar predicando de Cristo en estos tiempos, dijo Henslee.

Brad Smith, pastor de niños en Brentwood Baptist, dijo que las historias de nueva vida ayudan a avivar su pasión por mantenerse encontrando maneras para llevar el Evangelio al mundo, inclusive cuando las maneras en las que se puede hacer parecen cambiar a un ritmo sin precedentes.

“La energía de la gente sencillamente no está allí porque la mayoría de los ministros de niños, si son honestos contigo, sacan la energía de estar con los niños y sus padres, y no hacer nada del todo realmente nos abruma y nos entorpece de muchas maneras,” explicó Smith. “Así que, de donde extraemos nuestra energía es de las historias (como la de la hija de Axford).”

Sin embargo, Smith dijo que los padres le han dicho que están agradecidos por todo el tiempo extra pasado con sus hijos para participar en conversaciones sobre el Evangelio — tiempo que no habría sido posible sin las restricciones del COVID-19.

“Ha sido realmente alentador poder ver cómo los padres han escalonado,” dijo Smith.

Henslee los llamó momentos alentadores “cuando simplemente parece que Dios está sonriendo.”

“Donde podría haberme sentido frustrado,” dijo, “obteniendo algunas canas de más por todos los pormenores, tratando de mantener a la gente feliz y segura, entendiendo lo que estamos haciendo … ha habido estos pequeños puntos brillantes junto al camino, donde es como si Dios sonriera y dijera: ‘Oye, estás en la senda correcta, estás haciendo lo correcto, yo bendigo esto, yo estoy en esto.’

“Han sido estas reconfortantes cosas las que te mantienen activo.” 

Aunque tanto Henslee como Smith indicaron que no pueden saber lo que trae el futuro, ambos dijeron que están motivados a continuar ayudando a los niños a conocer a Jesús y a ver su amor expuesto.
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