Aviones, trenes, autobuses, motocicletas, coches y barcos los acercarán lo más posible antes de partir a pie en busca de etnias ocultas. Los misioneros de la Junta de Misiones Internacionales (IMB) van más allá, a menudo literalmente. ¿Por qué?
“Vamos a la parte más profunda donde están los perdidos, el lugar donde nadie busca a estas personas, para asegurarnos de que tengan la oportunidad de escuchar la Buena Nueva vivificadora de que Jesús salva y puede llevarnos de la perdición a la vida eterna”, dijo el vicepresidente de la IMB, John Brady.
Hará falta mucha investigación, algo que la IMB ya lleva a cabo al más alto nivel posible. La IMB se ha comprometido a encontrar e involucrar a personas tan alejadas del mapa que no se sabe mucho sobre ellas y su exposición al Evangelio. A principios de este año, la IMB puso en marcha una nueva iniciativa, el Proyecto 3000, para llegar a 3.072 etnias no alcanzadas. De esta cifra, 784 etnias no conocen las Escrituras en su lengua materna.
Los nuevos exploradores misioneros se adentrarán en lo desconocido para averiguar dónde viven, conocer su cultura, discernir su alfabetización, desarrollar estrategias de ministerio y encontrar personas con las que asociarse en la tarea.
Ray Henry Holiday forma parte del grupo pionero de exploradores del Proyecto 3000.
Oriundo de Tennessee, viaja con un compañero nacional a zonas remotas del sur de Asia durante seis semanas seguidas para vivir entre una de sus 10 etnias. Una vez que llegan a la zona general, buscan transporte y alojamiento.
Holiday comparó su trabajo con la forma en que Jesús envió a los 70 en el capítulo 10 de Lucas. Irá con las mínimas provisiones: “llevando mi casa a cuestas”.
Él recopila toda la información demográfica que puede y establece relaciones. Aunque utiliza un traductor, también dedica tiempo a estudiar el idioma de la gente.
Durante sus años universitarios, Holiday sirvió en Asia Central con el programa Hands On de la IMB. Pensó que volvería al país centroasiático, pero cuando escuchó la descripción del puesto del Proyecto 3000, fue el eco de una carga y una oración que el Señor puso en su corazón hace tres años.
Cuando era estudiante de secundaria, Holiday oró de Isaías 6:8: “Heme aquí, envíame a mí”. El versículo fue compartido en una conferencia de trabajo de la IMB cuando se presentó el trabajo del Proyecto 3000. Esto confirmó aún más su vocación.
“Es un trabajo duro, y esa es en parte la razón por la que me sentí llamado a él. Siento que tengo el don y la capacidad”, dijo Holiday. “Hay una gran necesidad. Nadie acude a esta gente”.
Oremos por Holiday mientras él y otros misioneros del Proyecto 3000 exploran e investigan sus grupos étnicos.
Oremos para que el Señor abra los corazones de estas etnias no alcanzadas y no comprometidas.
Oremos para que Dios llame a más personas a servir a través del Proyecto 3000.
Algunos nombres han sido cambiados por motivos de seguridad.
Photos:
Un jefe de aldea remonta en bote un afluente del río Amazonas hasta su aldea en la selva ecuatoriana. El Proyecto 3000 viajará a aldeas remotas como ésta. Foto de IMB
