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Estudio: Adolescentes gais tienen mayor índice de embarazos


ST. PAUL, Minn. (BP) — Un estudio de Minnesota que encontró a las adolescentes lesbianas cuatro veces más propensas a quedar embarazadas que sus semejantes heterosexuales ha sido llamado una reflexión predictiva del aparente énfasis en la actividad sexual de la comunidad homosexual.

“Algunas personas han quedado impresionadas por el alto índice de embarazos entre las adolescentes lesbianas y gais,” le dijo Evan Lenow, profesor asistente de ética en el Seminario Teológico Bautista Southwestern, a Baptist Press en comentarios escritos. “Sin embargo, esto confirma lo que los estudios han mostrado durante años. Los individuos que se identifican como lesbianas y gais tienen más probabilidades de experimentar con el sexo y tener muchas más parejas sexuales que sus contrapartes heterosexuales. Algunos de estos adolescentes que se identifican como lesbianas y gais puede que simplemente estén experimentando con todo tipo de parejas sexuales y piensen menos en las ramificaciones de tal experimento.”

De acuerdo al Reporte sobre la Salud Sexual del Adolescente 2015 de Minnesota, los varones gais y aquellos que se cuestionan su orientación sexual son cuatro veces más propensos que sus pares heterosexuales a reportar que han dejado a alguien embarazada. Las chicas bisexuales son más de cinco veces más propensas a quedar embarazadas que las chicas heterosexuales.

La encuesta a casi 78.000 de 9ª y 11º grado encontró que el 2 por ciento de los chicos se identificaban como gais o bisexuales, con otro 3 por ciento que se decían inseguros o indecisos. Entre las chicas, el 5 por ciento se identificaban como lesbianas o bisexuales con otro 3 por ciento inseguras o indecisas.

El estudio señaló los altos niveles de actividad sexual en general entre los jóvenes autoidentificados como gais, lesbianas, bisexuales, (LGBQ por sus siglas en inglés), con 50.9 por ciento de lesbianas y 48.7 por ciento de varones gais que dijeron que habían tenido sexo. Solamente el 23.5 por ciento de las chicas heterosexuales y el 25.9 por ciento de los chicos heterosexuales reportaron haber tenido sexo.

El uso de drogas y alcohol antes de la actividad sexual entre los jóvenes LGBQ también fue más alto, de acuerdo al estudio de Minnesota, el cual se extrajo de los datos recogidos en 2013.

“Lo que sabemos de seguro,” dijo Lenow, “es que el diseño de Dios para la sexualidad todavía es la respuesta a esos problemas. Dios nos creó para expresar nuestra sexualidad a través del pacto del matrimonio entre un hombre y una mujer. Todas las expresiones sexuales afuera de este estándar es una violación al diseño de Dios.”

Daniel Akin, presidente del Seminario Teológico Bautista Southeastern y autor de “God on Sex” (Dios en el sexo) además de un comentario del 2015 sobre el Cantar de los Cantares, le dijo a BP que “los sexualmente promiscuos frecuentemente están buscando significado y significación.” Sin embargo, “están buscando en el lugar equivocado. Lo que ellos anhelan solo se encuentra en Cristo.”

“El sexo es un buen regalo de un gran Dios,” dijo Akin en comentarios escritos. “No obstante, es un regalo peligroso que debe ser manejado con cuidado como Dios lo diseñó. En cualquier momento en que nos desviemos del patrón divino, las consecuencias serán decepcionantes y trágicas. Y, entre más nos alejemos del plan divino, más será nuestro lamento y dolor.”

Joe Carter de la Coalición del Evangelio reportó que por lo menos otros dos estudios han corroborado el descubrimiento de más altos índices de embarazo y actividad sexual entre los jóvenes homosexuales. Tales descubrimientos pueden reflejar “soledad,” “una necesidad insatisfecha de intimidad y conexión” o “problemas emocionales sin resolver” entre los adolescentes que se identifican a sí mismos como gais, bisexuales o indecisos, señaló Carter, quien también funge como especialista en comunicaciones de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética de los bautistas del sur.

Bob Stith, fundador de Ministerios de Asuntos de Familia y Género en Southlake, Texas, le dijo a BP que los datos sobre la actividad sexual en los adolescentes indican “la confusión sexual de muchos de estos jóvenes.” Él sugiere que la distinción entre adolescentes homosexuales y heterosexuales a menudo no es “tan clara” como los investigadores implican.

“En la prisa por destruir los estándares bíblicos, nuestra cultura está experimentando una verdad espiritual,” dijo en comentarios escritos Stith, exestratega nacional para asuntos de género de la Convención Bautista del Sur. “Una vez que se ha negado la verdad bíblica, sin importar cuán ‘espiritual’ pueda sonar este proceso, se tendrá una gran dificultad para determinar dónde trazar los límites. Y aunque algunos de esos que redefinen los límites pueda que no “aprueben el comportamiento de la actividad sexual de los adolescentes, “han abierto la puerta para que cada hombre haga lo que sea correcto ante sus propios ojos.”

Los datos sobre los comportamiento sexuales destructivos de los adolescentes deben llamar a los cristianos a la acción, dijo Stith.

“Esta es otra llamada de atención para que la iglesia aprenda maneras más efectivas de enseñarles a los jóvenes y a ministrar a aquellos que están sexualmente confundidos,” dijo. “Simplemente no podemos darnos el lujo de seguir haciendo lo que siempre hemos hecho ni podemos conformarnos con [meramente] decir, ‘Esto está mal,'” sin explicar por qué. “Para que esto suceda, debemos proveer un entrenamiento exhaustivo.”

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  • Por David Roach