FRESNO, Calif. (BP) — Llegó un nuevo año. Creo firmemente que debemos recordar el pasado y edificar en él. A menudo reflexionamos en el pasado de nuestras vidas, sin embargo, ahora no es el momento para vivir en las emociones, acciones y tiempos del ayer.
Una de las metas de mi vida es recordar siempre a quienes nos han precedido, recordar lo pasado para aprender de esos hechos. Todos nosotros debemos recordar las lecciones aprendidas por medio de las experiencias pasadas.
Para mí, y estoy seguro que para usted también, el año pasado trajo muchos nuevos desafíos, desilusiones y luchas, aunque por otra parte también nos trajo gozo, paz y felicidad.
Este es el momento de mirar al futuro. Nuestro Dios todavía está en el Trono, y creo que este es el momento de poner nuestra confianza en el activo e incambiable Dios. Tendremos desafíos, pero Él promete estar siempre con nosotros.
Al entrar en el año 2015, ¿se uniría usted a mí para reconsagrar nuestra vidas y darle al Señor el control total de nosotros? Todavía hay muchos que siguen mirando las estrellas con ojos humanos, tratando de adivinar cuándo Él regresará. Yo no hago eso, por el contrario, lo que hago es depositar mi fe y confianza en Su Palabra inerrante e inspirada y en Sus promesas inalterables a lo largo de las Escrituras.
“Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:7-8).
¡Unámonos para confiar en Él, seguirle y servirle durante el año 2015!