
FRESNO, Calif. (BP)–Hablamos mucho de la necesidad y urgencia de un avivamiento genuino entre nuestro pueblo. Es fácil hablar de avivamiento. Recuerdo los días cuando tratamos de programar avivamientos en nuestras iglesias.
Al leer la Biblia, encontramos instrucciones para llevarnos a un avivamiento genuino. En 2 Crónicas 7:14 leemos “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (NVI).
La humildad es ilusiva, pero muy importante en el proceso de avivamiento. El orgullo nos desvía de una relación intima con Dios, pero la humildad abre las ventanas para recibir “aguas refrescantes de avivamiento” en nuestras vidas. En nuestro día, con tantas distracciones que nos rodean, es urgente repasar 2 Crónicas 7:14 y escuchar la voz de Dios invitándonos a caminar con El.
La invitación de Dios incluye momentos de oración. Diariamente sufrimos por la falta de oración en nuestras vidas. He estado estudiando recientemente de los grandes movimientos que causan avivamiento y la oración forma parte integral del movimiento del Espíritu Santo en las vidas de los creyentes. Necesitamos doblar nuestras rodillas en oración a Dios, pidiendo por avivamiento en nuestras vidas, iglesias y ciudades.
Pero también es urgente el arrepentimiento y transformación de nuestras vidas. El deseo de mi alma es sentir la presencia de Dios diariamente. Un avivamiento espiritual puede transformar el mundo para Cristo. Oremos y Dios contestara.
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Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur in California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en https://www.csbc.com/languageresources.