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EL MORMONISMO: ¿Es el mormonismo cristiano? (3a parte)


NOTA PARA EL EDITOR: Esta es la tercera columna de una serie de tres sobre el mormonismo.

ALPHARETTA, Ga. (BP)–En los pasados dos días le hemos echado un vistazo a la historia básica y a las creencias de la iglesia mormona además de a los angustiosos problemas que enfrenta cuando las pretensiones de su profeta José Smith se han vuelto en contra de los hechos. En este artículo me gustaría contestar la pregunta “¿Es el mormonismo un culto?”, luego considerar los asuntos involucrados en la consideración de aquellos que votarán en las próximas elecciones presidenciales.

Hay muchas palabras para las cuales no hay una definición en la que todos estén de acuerdo. “Culto” es uno de tales términos. Para este artículo, definiré culto como un grupo que se refiere a sí mismo como cristiano pero que difiere en una o en más de las creencias fundamentales de la ortodoxia cristiana.

Cuando oímos de alguien que pertenece a un culto, tendemos a tener una imagen estereotipada negativa de seguidores engañados que pertenecen a organizaciones tales como la Iglesia de la Unificación (“moonies o munis” para los irrespetuosos) dirigida por Sun Myung Moon, el Templo del Pueblo dirigida por Jim Jones y la Rama Davidiana dirigida por David Koresh.

Debido a este estereotipo, es útil distinguir entre un culto sociológico y un culto teológico. Un culto teológico es uno que reúne la definición anteriormente descrita de culto, mientras que un culto sociológico es un grupo religioso o semireligioso que está social o culturalmente desviado. Por ejemplo, un culto sociológico puede tener un líder que es muy controlador y que hace demandas inapropiadas a sus seguidores, tales como decirles a algunas mujeres casadas que tengan relaciones sexuales con él, o fuerzan a los partidarios a vivir en una comunidad cerrada al público de donde no pueden salir a voluntad.

El mormonismo no es un culto sociológico. Aunque la polígama secta mormona que recientemente hizo noticia bajo el liderazgo de Warren Jeffs puede verdaderamente ser considerada como culto sociológico, la iglesia mormona desconoció este grupo como mormón, ya que dejaron de permitir la poligamia a sus practicantes desde 1890.

Sin embargo, el mormonismo es un culto teológico, debido a que la iglesia mormona sostiene doctrinas que difieren fundamentalmente con la ortodoxia cristiana. El espacio prohíbe brindar muchos ejemplos. Pero debemos notar que la iglesia mormona mantiene que los varones mormones (¡lo siento damas!) pueden algún día llegar a ser dioses del mismo tipo del Dios de la Biblia. Es realmente una forma de politeísmo, aunque la iglesia mormona mantiene que el Dios de la Biblia es el único Dios con el que tenemos trato. Por supuesto, esto es fundamentalmente diferente a lo que enseña la Biblia, que solamente hay un Dios — punto — y que nunca llegaremos a ser como él. Él no comparte la gloria con nadie más y nunca seremos todopoderosos, ni omnisapientes ni ninguna otra cosa que es Dios. (Para obtener ejemplos adicionales de por qué el mormonismo es fundamentalmente diferente de la ortodoxia cristiana, vea la primera y la segunda parte de esta serie).

Esto nos lleva a la pregunta sobre Mitt Romney y los votantes evangélicos que desean votar por un social conservador. Yo veo dos formas de analizar esto:

Por un lado, algunos podrían argüir, hay más por qué estar preocupado en relación a un candidato presidencial que solamente sus creencias religiosas. La posición del candidato sobre la guerra contra el terrorismo, la pobreza, asuntos estrictamente morales como los “matrimonios gay” y los derechos sobre el aborto, y mantener la libertad de expresión, todo puede jugar un papel importante en la decisión del votante, de la misma manera que el carácter del candidato, confianza, experiencia y récord de trayectoria. Según este argumento, si Romney supera en estas áreas a otros candidatos, ¿por qué no votar por él? Los estadounidenses están eligiendo un presidente, no un pastor para nuestra iglesia.

Por otro lado, otros podrían argüir, un presidente mormón podría proveerle visibilidad al mormonismo más allá que cualquier otra cosa lo haya hecho hasta ahora, y por lo consiguiente darle un empuje a los esfuerzos misioneros mormones. Lo mismo podría decirse de un presidente musulmán, hindú o budista. A medida que este argumento aumenta, un presidente católico nominal o uno que no está comprometido con su credo religioso podría no tener el mismo efecto en aquellos que compartan su visión del mundo.

Que el mormonismo sea un factor decisivo para los votantes evangélicos es algo que cada uno tiene que decidir.
–30–
Mike Licona es el director de apologética y de evangelismo a personas de diferente fe de la Junta de Misiones de Norte América. Lea otros artículos gratuitos sobre mormonismo y otros temas relacionados en www.4truth.net.

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  • Por Mike Licona