MATHIS, Texas (BP) – El pastor Félix Treviño conocía la métrica que dice que una iglesia saludable debe tener un bautismo al año por cada 15 personas en asistencia promedio al culto, pero la Primera Iglesia Bautista de Mathis simplemente no estaba viendo a Dios moverse de esa manera.
Treviño se convirtió en pastor de la Primera Bautista en agosto pasado. Cuando llegó, la iglesia contaba con una asistencia de unas 30 personas y no estaba alcanzando eficazmente a su cambiante comunidad de unas 5,000 personas.
A pesar de estar a 25 minutos en coche de su casa en Calallen, aceptó el reto de dirigir la congregación en dificultades, porque sintió que la gente estaba abierta al cambio.
“Querían reconstruir y devolver algo a la comunidad”, dijo Treviño. “Originalmente era una iglesia predominantemente anglosajona, pero se encuentra en una zona mayoritariamente hispana, y querían un pastor más joven, bivocacional, con una mentalidad más misionera. Siendo un plantador de iglesias, esa transición me vino bien”.
Treviño se inscribió para asistir a un taller Pave de revitalización de iglesias ofrecido por el Centro para la Salud de la Iglesia de los Bautistas de Texas. En febrero, se unió a una cohorte para trabajar a través de los principios Pave de revitalización de la iglesia con otros pastores en situaciones similares.
En un mes, la iglesia empezó a ver resultados.
Destacando el bautismo
“Cuando salimos de la cohorte, [el director de Salud y Crecimiento de la Iglesia] Jonathan Smith nos dijo: ‘No recalienten la carne en el microondas. No pueden apresurar este proceso, pero hay cosas que pueden hacer'”, recordó Treviño. “Teníamos una mujer que quería bautizarse. Así que pusimos en práctica el plan de bautismo que Jonathan había compartido con nosotros”.
El plan de bautismo de Smith incluía tres fases: mostrar un vídeo de la mujer respondiendo a tres preguntas sobre su salvación la semana anterior a su bautismo, bautizarla la semana siguiente y mostrar un vídeo de celebración de su bautismo una semana después.
Treviño modificó el plan para adaptarlo a su congregación y se aseguró de que la mujer bautizada se sintiera cómoda con él.
“Es una nueva miembro de la iglesia”, dijo Treviño. “Y desde entonces, nuestra iglesia ha estado realmente emocionada por ver cómo se produce el crecimiento”.
Treviño dijo que nadie en la iglesia podía recordar cuándo se habían agitado por última vez las aguas bautismales en la iglesia de Mathis. Un post de Facebook de 2017 de la iglesia fue la última instancia de un bautismo que pudieron encontrar, lo que significa que habían pasado al menos 2,429 días desde su último bautismo.
Viva y activa de nuevo
El nuevo bautismo encendió una llama en su pequeña comunidad.
“Utilizar el bautismo nos permitió promocionar que la iglesia volvía a estar viva y activa”, explica Treviño. “Compartimos el vídeo en Facebook y con grupos de la comunidad local. La asociación bautista de la zona también lo compartió, y eso ayudó a que la gente se entusiasmara con lo que Dios estaba haciendo.”
La iglesia ya está planeando la próxima celebración de este tipo. El sermón de Treviño sobre la obediencia a Dios despertó algo en un hombre que llevaba un año asistiendo y buscaba la verdad.
“Un hombre se acercó y dijo que quería entregarse a Cristo y bautizarse también. Ya hay un impacto”, dijo Treviño. “Él había estado buscando por un tiempo y había crecido mucho en los últimos meses. Ver ese bautismo realmente lo empujó a hacer ese compromiso”.
Aunque ese primer bautismo fue un catalizador, dijo Treviño, se ha producido un crecimiento adicional, ya que desde su llegada ha puesto en práctica muchas técnicas conocidas de plantación de iglesias, además del énfasis en el bautismo.
Se puso en contacto con líderes de la comunidad, incluido el grupo de Desarrollo Económico de Mathis, y expresó el interés de la iglesia en participar. La congregación participó en un desfile local y en un evento de otoño que atrajo a unos 2,000 miembros de la comunidad. Se pusieron en contacto con el distrito escolar local para entregar Biblias y se reunieron con líderes empresariales de la zona. La asistencia a la iglesia ya ha aumentado a unos 60 fieles.
“Invertimos muy fuerte en las redes sociales y utilizamos este recurso gratuito para llegar a las generaciones más jóvenes”, explica Treviño. “Tenemos una cancha de baloncesto en nuestro aparcamiento y la compartimos con un equipo juvenil de nuestro barrio. Así que estamos empezando a conectar con la comunidad y a satisfacer las necesidades físicas y espirituales de la gente de aquí.”
Comprometidos con el crecimiento de la iglesia
Como pastor bivocacional, Treviño trabaja a tiempo completo como bombero para la refinería local. También es instructor de armas de fuego e imparte regularmente cursos de seguridad en la iglesia.
Él y su esposa Sara también operan uno de los mayores mercados al aire libre en el sur de Texas, que cada dos meses atrae a más de 100 vendedores y camiones de comida.
Aún así, están comprometidos a ver crecer la iglesia en Mathis, ya que casi toda la familia sirve en alguna capacidad. Su hijo Ryan, un estudiante de último año de preparatoria que asistirá a la Universidad Bautista de Wayland en el otoño, dirige el culto y toca la guitarra. Los Treviño también tienen un hijo en el décimo grado, Zach; una hija en el octavo grado, Skylar; y una sobrina que vive con ellos que está en su último año de escuela preparatoria.
“Estamos entusiasmados con el proceso, y ni siquiera hemos empezado a arañar la superficie de lo que queremos hacer”, dijo Treviño.
“Lo más beneficioso de Pave es el proceso estructurado. Para alguien bivocacional como yo, necesito esa estructura y la responsabilidad rendir le cuentas a mi grupo de cohorte.”
